Suspenden de manera cautelar el tren turístico tras el accidente

La pasada semana sufrió un nuevo accidente por las lluvias que, aunque no dejó heridos, provocó un gran escándalo

El tren turístico accidentado en el Carril de la Lona.
El tren turístico accidentado en el Carril de la Lona. / G. H.
L. Mingorance

13 de septiembre 2018 - 02:35

Granada/El pasado sábado las redes sociales ardieron con motivo del enésimo accidente del tren turístico. Una manta de agua convirtió los adoquines del barrio del Albaicín en una pista resbaladiza que, como ya ha sucedido en otras ocasiones, provocó que el característico tren que conecta el casco histórico con la Alhambra hiciera la tijera quedando atascado en forma de V en el Carril de la Lona. Por fortuna, no hubo que lamentar heridos de este suceso que, sin embargo, ha preocupado al área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada. En un primer momento, la Concejalía decidió acelarar el cambio de la ruta para que evite algunas calles polémicas. Sin embargo, ayer, decidió suspender cautelarmente el servicio. El motivo es, según explicó la concejal de Movilidad, Raquel Ruz, que los técnicos del área que lidera han requerido algunos documentos a Juliá, la empresa que explota el servicio, que por el momento no han sido entregados. "Se ha decidido la suspensión cautelar del servicio por razones de seguridad. Hemos solicitado a la empresa una documentación sobre la seguridad de los vehículos. Cuando la aporte se restrablecerá. Puede ser mañana o que se suspenda indefinidamente", destacó ayer Ruz. Así, hasta que estos documentos no sean entregados, la empresa no podrá operar en las calles de Granada.

Así, por el momento se ha dejado de incluir la ruta en el tren turístico en la tarjeta Granada Card. Además, la empresa ha dejado de vender billetes hasta el punto de que el enlace a la web no estaba en la tarde de ayer disponible. En este sentido, la concejal de Movilidad indicó que la vuelta del tren no tiene fecha. No obstante, en caso de que se restablezca el servicio, lo hará con el cambio de recorrido bajando por la carretera de Murcia, el Monasterio de la Cartuja y la Plaza de Toros en un plan que pretende reforzar la seguridad pero también llevar los turistas a otras zonas de Granada como el distito Beiro donde se desea relanzar el comercio.

El tren turístico ha estado rodeado de polémica desde su inauguración. Este medio de transporte impulsado por el PP cuando gestionaba el Ayuntamiento de Granada vino a suprimir la Diabline, un pequeño transporte con estética de carrito de golf, que recorría la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes cuando se optó por peatonalizar la zona allá por el 2012. Sin embargo, debido a las presiones, el Ayuntamiento tuvo que abrir paulatinamente el tráfico a otros transportes con lo que, finalmente, decidió suprimir la Diabline -en esta época tampoco circulaban los microbuses de Rober- e impulsar el tren turístico argumentando que también podrían cogerlo los vecinos. Pero en la práctica esto nunca fue así. Los vecinos no podían utilizar un servicio pensado para turistas.

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