Tiempo al tiempo
Lamentablemente hemos asistido a uno de los mayores ejercicios de irresponsabilidad de nuestra democracia. Pedro Sánchez, con su artimaña para lograr sus intereses y logros políticos personales a cualquier precio, ha abierto una puerta que pasará factura a este país: la del todo vale para alcanzar el poder. Aunque ello suponga no respetar la democracia, ni la opinión de los ciudadanos, ni el resultado de las urnas.
El Partido Socialista tendrá que gobernar con el populismo y el radicalismo de Podemos, los viejos amigos de ETA, y con los independentistas que han puesto en jaque la unidad de España. ¿A qué precio? ¿A qué se ha comprometido Pedro Sánchez con tal de sacarse la espina de haber perdido las elecciones en 2015 y 2016, obteniendo los peores resultados de su partido?
Desde Andalucía, donde el socialismo campa a sus anchas desde hace 40 años, y desde Granada, una provincia castigada permanentemente por los incumplimientos y el ninguneo de los socialistas desde San Telmo, contemplamos con preocupación el escenario político que se abre actualmente. Nuestra tierra sufrirá la inestabilidad del gobierno de Pedro Sánchez, y lo hará además porque a pesar de que ahora la presidenta de la Junta, Susana Díaz, se pliegue a los intereses de su jefe, todos sabemos que entre ambos las cosas no fluyen.
El compromiso del Gobierno de Mariano Rajoy con Granada ha sido evidente. Frente al ninguneo de la Junta de Andalucía y a sus promesas olvidadas en cajones, el Gobierno de España bajo las directrices del presidente Rajoy ha presupuestado y ejecutado como nadie, posibilitando que nuestra provincia haya sido líder en cuanto a inversiones. Como ejemplo de ello podemos citar la A7, el arduo trabajo para que la segunda circunvalación pueda estar en servicio a finales de este año, al igual que el compromiso con la llegada de la Alta Velocidad, una vez culmine el actual periodo de pruebas. Por ello ahora se abre una época de incertidumbre, puesto que Granada necesita seguir avanzando, pero nos cuestionamos que pueda hacerlo cuando vuelven a Gobierno de la Nación los mismos que nos prometieron que el presidente Zapatero vendría en AVE en 2007 y ahora tienen la desfachatez y la desvergüenza política de presionar sobre los plazos de las pruebas de seguridad con tal de sacar rédito electoralista.
Nos preguntamos si el PSOE continuará siendo beligerante y mintiendo sobre la Línea Caparacena-Baza-La Ribina o si ahora cumplirá de una vez por todas con sus compromisos respecto a la misma, si seguirá cuestionando el trabajo del Gobierno para la llegada del AVE, cuál será su nivel de exigencia con el Corredor Mediterráneo o si Susana Díaz mantendrá la petición para que sea el Gobierno Central quien finalice el eje transversal ferroviario, tras la bochornosa dejación de funciones de la Junta sobre el mismo.
Rajoy pasará a la historia por ser el presidente que ha cogido el timón de un país que el PSOE dejó al borde del precipicio, nos libró del rescate y sus consecuencias y nos ha devuelto a la senda del crecimiento, a la generación de empleo y a la estabilidad. Todo ello tomando decisiones difíciles pero siempre pensando en el interés general y habiendo sido elegido democráticamente para ello. Deja un país en una situación infinitamente mejor que cuando llegó a la Moncloa gracias al arduo trabajo de su equipo y al esfuerzo de todos los españoles. Quienes hoy toman las riendas no están legitimados por las urnas, pero no les importa, porque lo que les interesa no es España, no es la democracia, no es la unidad ni la prosperidad de nuestro país, es saciar su ambición. Tiempo al tiempo.
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