2015: El año en el que a Torres Hurtado le empiezan a crecer los enanos

Granada año a año

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Isabel Nieto (en el centro de la fila delantera), durante el juicio del Caso Serrallo / Miguel Ángel Molina / Efe

En 2015 a José Torres Hurtado, alcalde de Granada, comienzan a crecerle los enanos. Empiezan los problemas para él que acarrearían un año más tarde su dimisión. Cuando en 2014 le dio un arrechucho y tuvieron que ingresarlo en la UCI por un infarto de cerebelo, pudo haber dimitido y pasar a la historia de la ciudad como el hombre que había logrado nada menos que tres mayorías absolutas consecutivas. Pero quiso presentarse a las elecciones municipales de mayo de 2015 y ya nada sería igual. Por lo pronto perdió la mayoría absoluta al obtener 11 de los 27 concejales en juego, mientras que el PSOE consiguió ocho. Apareció Ciudadanos, con cuatro, y Vamos Granada, coalición liderada por Podemos, con tres. IU pudo solo mantener a un concejal y UPyD dijo adiós a la corporación municipal. Pocos días después, ya en junio, Ciudadanos cerraba con el PP un acuerdo que permitiría la investidura de Torres Hurtado. Así el alcalde de las tres mayorías absolutas retomaba su posición en la Plaza del Carmen, aunque ahora bastante condicionado. Tras las elecciones locales, la corporación provincial de la Diputación de Granada se constituía y cambiaba de color. Se iba el popular Sebastián Pérez y entraba el socialista José Entrena.

Ese año, como decimos, Torres Hurtado no estaba en su mejor momento político. Después de perder su mayoría absoluta se abrió la veda contra él: no eran pocos (los había hasta en su propio partido) los que deseaban quitarle la vara de mando. En octubre se vio salpicado en el llamado Caso Serrallo. Su concejala de Urbanismo Isabel Nieto fue imputada por conceder en 2012 licencias de obra, de apertura y funcionamiento de una sala de fiestas en unos terrenos destinados a un parque infantil junto al centro comercial Serrallo Plaza. Además del alcalde y la concejala de Urbanismo, también fueron acusados ocho concejales y varias personas más. 17 en total. En 2020, después de varios meses de juicio, con el parón del Covid de por medio, la Audiencia Provincial de Granada absolvió al alcalde y a todos los acusados. Sólo condenó a tres personas a varios años de inhabilitación por prevaricación administrativa común. Nada de cárcel, como pedía la Fiscalía y las acusaciones particulares. El caso estaría coleando hasta 2022 en que el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de siete años de inhabilitación para Isabel Nieto.

En julio, en plena ola de calor, el alcalde se metió en un berenjenal al querer decir un piropo y salirle un comentario que creó cierto malestar en el colectivo feminista. El día 7 los mejores estudiantes de Selectividad visitaron el salón de plenos y el alcalde los recibió. En su atolondrado discurso dijo: "Las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes, y los hombres, cuanto más vestidos, más elegantes". Si se piensa, un auténtico dislate que se convirtió en polémica cuando intervino la misma Consejería de Igualdad y el Instituto de la Mujer, que consideró las expresiones del primer edil como impropias y muy desafortunadas. Hasta la misma secretaria general de su partido le estiró de las orejas porque consideraba un comentario machista. Le pidió que se disculpara y el alcalde lo hizo. "Cavernícola", lo llamó la secretaria general del PSOE de Granada, Teresa Jiménez.

Ese año nos pusimos dos veces más el traje de demócrata para ir a votar. La democracia nos perseguía. El 22 de marzo teníamos cita con las elecciones al Parlamento de Andalucía correspondientes a la décima Legislatura. Estos comicios tenían que celebrarse en 2016, pero la presidenta de la Junta, Susana Díaz, alegó para adelantarlas "desconfianza" hacia los socios de Izquierda Unida-Los Verdes y la situación de inestabilidad que, a su juicio, atravesaba la coalición de izquierdas que gobernaba Andalucía. Acertó con el adelanto. Con una participación del 63.94%, las elecciones fueron ganadas por el PSOE, que consiguió 47 escaños. El PP consiguió 33. También entraron en esa legislatura IU-CA, Podemos y Ciudadanos. Susana Díaz seguiría gobernando, pero con el apoyo de Ciudadanos.

Y ya, en el último mes del año, Granada volvía a ser testigo de otras elecciones. Esta vez, las generales. Fueron las duodécimas desde la transición a la democracia y las primeras con Felipe VI como rey. La candidatura más votada sería la del PP, liderada por el presidente Mariano Rajoy, que obtuvo en el Congreso de los Diputados una mayoría simple de 123 escaños. Tras los resultados del 20-D, una nueva etapa política se abría en España. En Granada, el cambio también se palpó. En el Congreso de los Diputados, el Partido Popular lograba 3 diputados por Granada; el PSOE 2, y Ciudadanos y Podemos se hacían con un escaño cada uno para representar a la provincia de Granada en la Cámara.

El 'Caso de las audioguías'

En 2015, otra persona pública candidata a montar un circo y crecerle los enanos sería María del Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra. El día cinco de julio se enteraba de que Sean Hepburn, hijo de la mítica actriz Audrey Hepburn, le había pedido una indemnización de cien mil euros por haberle criticado el que hubiera utilizado el Palacio de Carlos V para una boda. El hijo de la actriz había alquilado el Palacio para el simulacro de enlace matrimonial con su esposa por el que había pagado 3.500 euros. La directora de la Alhambra criticó a quienes habían consentido dicho acto como al propio Hepburn, por lo que éste le pidió un acto de conciliación y la citada indemnización.

Mar Vilafranca, en Plaza Nueva, al acudir al juicio del Caso audioguías / Miguel Ángel Molina / Efe

Aunque el verdadero quebradero de cabeza de Villafranca estaba en la querella que le presentó la Fiscalía de Granada por un supuesto fraude de 5,4 millones en la explotación del servicio de alquiler de las audioguías. El fiscal denunciaba en su decreto el "nulo control" desde el Patronato de la Alhambra para seguir el contrato, al que achacaba una "actitud especialmente favorecedora" a los intereses de la empresa Stendhal, que explotaba el servicio de audioguías. La directora y cuatro personas más acusadas de malversación de capitales y blanqueos, habían sido detenidas en junio y puestas en libertad tras prestar la correspondiente declaración. Ante estos escándalos, María del Mar Villafranca se vio obligada a dimitir. Ocho años después, en 1923, se celebró el juicio del famoso Caso de las audioguías y todos los acusados fueron absueltos. Mucho ruido para tan pocas nueces. María del Mar Villafranca fue sustituida en la dirección del Patronato de la Alhambra por Reynaldo Fernández.

En 2015 se empieza a dar por superada la crisis económica. A partir de ese año se iba a tomar de nuevo la senda del crecimiento económico. Granada cerró el ejercicio con un aumento del Producto Interior Bruto del 3,2 %, el mayor incremento de la actividad económica que experimentaría la provincia desde el 2006, año en el que comenzó la crisis. A partir de ese año habrá un cambio de tendencia: aumentará la demanda hotelera y habrá un tirón del turismo internacional, según auguraba un informe de Analistas Económicos de Andalucía.

El por entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inaugurando el último tramo de la Autovía del Mediterráneo a su paso por la costa de Granada / Miguel Paquet / Efe

Una de las grandes alegrías que nos llevamos ese año los granadinos fue la inauguración del último tramo de la Autovía del Mediterráneo, la A-7, a su paso por Granada. Tras muchos años de espera, se ponía fin al aislamiento de la provincia en este corredor. La conexión de Carchuna con Castell de Ferro permitía unir Granada con Almería y con Málaga sin que hubiera de por medios atascos y desvíos. Vino Mariano Rajoy a inaugurar el tramo y desde entonces esa parte de la Costa está mucho más cerca.

El Centro Lorca

En el terreno cultural, lo más destacado ese año fue la inauguración del Centro Lorca, que tanto hacía llevarse las manos a la cabeza a los granadinos. Se destinaron 20 millones de euros para su construcción, pero luego costó varios millones más. Cada noticia que hablaba de él provocaba un lamento en los habitantes de la ciudad de la Alhambra. Estaba previsto que se inaugurara el cinco de junio, coincidiendo con la fecha del nacimiento del poeta, pero la constructora Ferrovial, que había llevado a cabo las obras, se negó a entregar las llaves del mismo hasta que no le pagaran los tres millones de euros que se le debía. Las instituciones que financiaban la construcción del centro (Ministerio de Cultural, Junta de Andalucía y Ayuntamiento y Diputación de Granada) decidieron completar los pagos para acabar de una vez el centro y poder abrirlo al público. Sin todavía estar inaugurado, ya era una fuente importante de problemas. En 2015 la Fundación García Lorca atravesaba una grave crisis, con 12 millones de euros pendientes de pagar o justificar. Laura García Lorca, sobrina del poeta y presidenta de la fundación, denunció en junio de ese año al secretario, Juan Tomás Martín, en los juzgados de la plaza de Castilla de Madrid por falsedad documental y apropiación indebida. Ella misma lo había contratado. El agujero económico tenía que ver con las ayudas concedidas para la construcción del inmueble, pero que se estaban justificando con facturas de créditos bancarios, sueldos, viajes, exposiciones y producciones teatrales ajenas a las obras del edificio. Las explicaciones que Martín, quien gestionaba en total unos 27 millones de euros, ofreció a las instituciones no convencieron a nadie. Auditoría que se hacía, pufo que salía. El secretario resultó ser un estafador que falsificaba la firma de Laura García Lorca para poder facturar millones de euros a sus propias empresas. Un desastre de gestión que permitió que el dinero público se volatilizara. Cuando al fin se inauguró el centro, el 29 de julio y sin el legado del poeta prometido, más de uno se tuvo que tapar la nariz por el tufo que desprendía.

Un momento de la inauguración del Centro Lorca, con la presencia Laura García Lorca junto a la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, y al alcalde de Granada, José Torres Hurtado / Álex Cámara

En 2015 se abrieron cincuenta bares y se cerraron dos librerías con mucha tradición: Atlántida y Estudio. La primera en la Gran Vía y la segunda en la calle Mesones. Se hacía así real el lema de “Granada ciudad de fantasías, con cada vez más bares y con menos librerías”. Y luego vienen las consecuencias. Un ejemplo. Ese año deciden rodar en Granada parte de una serie llamada El Príncipe. Para eso se organiza un casting para figurantes y a las pocas horas se suspende por motivos de seguridad: se presentaron nada menos que cinco mil personas con la pretensión de ser elegidas. La que sí fue elegida para ocupar el rectorado de la Universidad de Granada sin necesitad de casting fue Pilar Aranda, que se convirtió así en la primera mujer que regiría la institución académica.

El abrazo al Elorrieta

A primeros de septiembre, una impresionante cadena humana con cerca de setecientos senderistas, convocados por la Plataforma Acción Sierra Nevada, rodeó el refugio Elorrieta, a más de tres mil metros de altitud, para reivindicar su rehabilitación y que fuera protegido como Patrimonio Histórico. La cadena humana finalizó en un abrazo simbólico al edificio, que sufre un proceso de deterioro sin que la Junta de Andalucía se haga cargo de la rehabilitación. El refugio forma parte de una red diseñada en los años 30, cuando la primera tentativa de promoción deportiva y turística de Sierra Nevada. Recibe su nombre en memoria de Octavio Elorrieta, que fue director general de Montes.

Una imagen del refugio Elorrieta / Andrés Ureña

En noviembre la Vega de Granada también veía cumplido una de sus peticiones: un gran pacto para su protección. Plataformas, asociaciones y formaciones políticas sellaban un acuerdo estatal para proteger, planificar, desarrollar y gestionar los territorios agrarios del Estado. Entre ellos, el pulmón de Granada.

En pleno verano y con el calor azotando la provincia, se originó un gran incendio en la Sierra de Lújar que provocó la calcinación de más de 2.000 hectáreas. Quedó devastada, como si un artefacto nuclear hubiese desintegrado su superficie. También fueron desalojadas unas 600 personas. El incendio afectó a los términos municipales de Lújar, Rubite, Órgiva, Motril y Vélez de Benaudalla. En 2020 ocho personas, trabajadores de Endesa y de dos empresas subcontratadas, fueron procesadas por un delito de incendio. El Ayuntamiento de Lújar pidió que se depuraran responsabilidades ya que la empresa suministradora de energía no limpiaba el entorno de las torres eléctricas, lo que habría favorecido el incendio, el cual se había originado al chocar un cable de alta tensión en un árbol.

Más sucesos. El 16 de agosto, un hombre de 72 años fue detenido en Armilla tras confesar a la Guardia Civil que había matado a su esposa, de 68, cuyo cadáver fue encontrado totalmente ensangrentado. Se llamaba Otilia Márquez, era madre de dos hijas y tenía 68 años. El cuerpo de Otilia presentaba dos hachazos, uno en el pecho y otro en la cabeza. El brutal asesinato promovió una ola de indignación en toda la provincia y en varios pueblos limítrofes se organizaron concentraciones de protesta por la violencia de género. Y en diciembre de ese año, en Baza, un hombre que se encontraba en tratamiento por depresión acabó con la vida de su esposa, Ramona Muñoz, tras asestarle varias puñaladas con un cuchillo de cocina. Después, cogió una escopeta de caza y se descerrajó un tiro en el pecho. Los cuerpos de los fallecidos, que regentaban una joyería en el caso histórico de Baza, estuvieron varios tres días en el interior de su negocio. Hasta que un vecino alertó a la Policía al sospechar que algo extraño había pasado.

El mes que más llovió ese año fue septiembre. En la rambla de Albuñol se produjo una riada de tales proporciones que acabó con la vida de cuatro lituanos que vivían en condiciones infrahumanas en una especie de colector que se anegó con la lluvia. Ese día muchas personas recordaron la famosa riada de 1973 en que murieron decenas de personas.

Llega Sandoval

En 2015 se celebró la Universiada y los granadinos nos pudimos familiarizar con deportes de invierno de los que ni siquiera habíamos oído hablar. Lo más destacado de la Universiada es que dejó seis millones de euros en la capital.

José Ramón Sandoval (izquierda) celebra uno de los goles que llevaron a la salvación al Granada / Pepe Villoslada

Y acabamos el relato anual con el Granada CF. En mayo de 2015 el equipo se hundía en los puestos de descenso. Recién disputada la jornada 34, el equipo andaluz era penúltimo con 25 puntos, a seis de la salvación cuando restaban cuatro partidos para el final de la Liga. El Granada de Abel Resino solo había ganado uno de los últimos 13 partidos. Quique Pina decidió fichar a Sandoval, pero para un mes y por cuatro partidos. Una decisión de escasos precedentes en el fútbol español. Sandoval estaba en el paro y aceptó la propuesta. No existió cláusula de renovación automática en caso de permanencia ni se habló de futuro ni de proyecto. "Peor es estar en el paro", decía Sandoval a todos los que le preguntaban por qué aceptó firmar solo por un mes. El caso es que el Granada ganó en Getafe (1-2), al Córdoba (2-0) y en casa de la Real Sociedad (0-3). Tres victorias que le colocaron fuera del descenso. Los más escépticos vieron circulación de maletines, pero Sandoval dijo que iba a salvar al Granada del descenso y lo salvó. En 2024 todos esperamos que se repita el milagro.

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