Torres Hurtado, a por la etapa del diálogo

Asume la alcaldía por primera vez en minoría; es su cuarto y último mandato Pide agilidad a la oposición para que haya una gestión ágil que no bloquee la ciudad "No voy a defraudar ni a los ciudadanos de la calle ni a Ciudadanos, el partido"

El alcalde saluda a Sebastián Pérez, el número dos del Ayuntamiento, tras ser investido.
Ana González Vera

14 de junio 2015 - 01:00

SI hubiera que resumir el pleno de investidura de ayer en base a las dos palabras más utilizadas por los munícipes esta crónica repetiría continuamente dos términos: diálogo y ciudadanos. Dos palabras que deberían haber sido el eje central de cualquier investidura de forma natural durante todos estos años pero que no han irrumpido en el salón de plenos con fuerza hasta que las urnas rompieron el pasado 24 de mayo la mayoría absoluta, fragmentando como nunca antes había ocurrido, la composición del Ayuntamiento.

José Torres Hurtado se convirtió ayer en alcalde de Granada por cuarta vez consecutiva, aunque para volver a colgarse el collar de oro de la ciudad tuvo que empezar a ensayar sus dotes de diálogo. Y lo hizo con Luis Salvador (Ciudadanos) quien finalmente se abstuvo en la votación, tal como habían acordado el viernes, en un acercamiento de última hora permitiendo a Torres Hurtado volver a coger el bastón de mando al encabezar la lista más votada. Claro que, si cumple con la palabra que le dio a Luis Salvador, lo soltará pronto, concretamente después de las elecciones generales. Por si acaso, teniendo en cuenta que en política todo es posible, y en Granada más... Torres Hurtado evitó hacer ninguna referencia a este momento y solo dijo que éste será su último mandato, sin concretar si terminará en seis meses o en cuatro años. "Espero que tengan ustedes un largo futuro político porque yo ya no", dijo, y se ofreció a los partidos para pasar a ser el "aglutinador" de todos a la hora de alcanzar consensos. "Úsenme", les dijo textualmente.

Como hasta el último día José Torres Hurtado no sabía en calidad de qué hablaría en el acto de investidura (si sería alcalde u oposición) no se preparó discurso. Podría haberlo hecho por la noche pero antes de perder horas de sueño, decidió hablar sin papeles y hacerlo con "el corazón".

Aunque quiso hacer acto de humildad, tras escuchar en reiteradas ocasiones la palabra diálogo, Torres Hurtado recordó que fue él quien creó las visitas de barrio para entablar conversación con los vecinos. "Lo que no podíamos hacer era abandonar nuestro programa electoral, por el que nos votaron y gobernar con el de la oposición", dijo.

Claro que los 21.000 votos que su partido ha perdido en la ciudad los ha vuelto más dicharacheros. Ayer aseguró que los grupos tendrán que sentarse a hablar antes de tomar cualquier decisión, pero los pidió agilidad para ser resolutivos y no bloquear la ciudad.

A Luis Salvador le devolvió su apoyo diciendo que "ni a los ciudadanos de la calle ni al grupo político voy a defraudarles. Si hay algo en lo que no estamos de acuerdo, nos pondremos de acuerdo", insistió.

Y para hacer propósito de enmienda mostró su voluntad de sacar temas del debate político. No lo dijo, pero todo el mundo pensó en la Alhambra, pilar de confrontación durante toda esta campaña electoral. Hace unos años a Torres Hurtado le preguntaron por qué querían que se le recordara, "por dignificar el nombre de Federico García Lorca", respondió, si hoy le hicieran la pregunta contestaría que "por ser la persona que los ha aglutinado a todos para hacer más grande Granada". "Dicen que los mejores mandatos son los últimos porque no hay que pensar en el voto", declaró.

Será en esta nueva era, porque en la anterior, los votos han traído de cabeza al PP que finalmente consiguió a última hora el compromiso de Ciudadanos para abstenerse y permitir que entrara a gobernar la lista más votada. La jarra de los caballeros 24 no ha albergado nunca papeletas tan dispares en su haber como en esta ocasión. Al final, Torres Hurtado consiguió 11 votos y empató con Paco Cuenca que consiguió otros 11 (los 8 suyos y los 3 de Vamos Granada), hubo 4 votos en blanco (los de Ciudadanos) y 1 para IU y es que, puestos a romper el apoyo al PSOE, Francisco Puentedura optó por votarse a sí mismo en un acto de respeto a sus votantes.

"He tenido la suerte de volver a colgarme este pesado collar para representar a Granada", declaró el alcalde tras recibir los atuendos que lo convierten en primer edil de manos de la concejal más joven de la corporación, Lorena Rodríguez, de Ciudadanos.

Habrá que ver en los próximos meses si el peso del collar se vuelve insoportable para Torres Hurtado, si se lo quitan o si lo pierde. Parece que Granada está por seguir aquel viejo adagio chino que dice a modo de maldición: Ojalá te toque vivir tiempos interesantes.

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