Trabajadores de Lactalis Puleva en Granada aplazan la huelga al reactivarse la negociación

Granada/El Comité de Empresa de Lactalis Puleva ha decidido aplazar temporalmente las cuatro jornadas de huelga que había convocado a partir de este martes por el bloqueo del convenio colectivo, al haberse reactivado la negociación con la dirección.

Para favorecer el acuerdo y, "como gesto de buena voluntad", el comité ha aplazado de forma temporal las cuatro jornadas de paro previstas para este martes y los días 29 de diciembre y 3 y 5 de enero.

Fuentes del Comité de Empresa han valorado la intención de la dirección de resolver este conflicto laboral y llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo que permita actualizar las condiciones sociolaborales de los 180 trabajadores que integran la plantilla.

En caso de llegar a un acuerdo, este se someterá a la aprobación de la asamblea general de trabajadores de la empresa antes de su firma, según el comité, que informa de que la continuidad de la huelga está aún en el aire y dependerá de cómo resulte el proceso negociador abierto ahora

Según fuentes de los trabajadores consultadas por este periódico, el ambiente en la mesa negociadora ha cambiado y es "de respeto, de diálogo y de análisis de los datos", y se ha ampliado la cláusula de revisión salarial para que se dé más cobertura al colectivo.

El comité de empresa mantenía hace justo siete días que llevan dos años de bloqueo, "de posturas cerradas y propuestas muy por debajo de lo que se firma para otras empresas del mismo grupo", mientras la empresa obtiene "beneficios millonarios en tiempos de crisis, aplicando incrementos constantes de tarifa para garantizarlos" y sin proteger, dicen, a los trabajadores de la inflación.

Según el comité, desde la incorporación de Puleva a la multinacional Lactalis, la plantilla que se integró en Lactalis Puleva ha sufrido una pérdida del poder adquisitivo año tras año, y la diferencia económica con los sueldos de la empresa original Industrias Lácteas de Granada ronda el 30%.

Denuncian la negativa de la empresa a abrirse al diálogo, le recriminan que proteja sus beneficios a costa del poder adquisitivo de la plantilla y le instan a que se siente con el comité de empresa a estudiar sus demandas y abrir una puerta real al diálogo, algo que ya se ha producido.