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Granada/Tras dos años de pandemia a causa del Covid-19, la precariedad laboral se ha adueñado de los contratos de las granadinas, que siguen viendo casi como un imposible romper la brecha salarial que las divide en el trabajo con los hombres. Y es que los datos no engañan: las mujeres en Granada cobran un 15% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.
Según el Estudio Mercado de Trabajo y Pensiones de la Agencia Tributaria, las granadinas cobran de media 15.156 euros, mientras que en el caso de los hombres, esta cifra asciende a 17.850 euros, lo que supone una brecha salarial del 15,09%, o lo que es lo mismo, de 2.596€ menos al año. Para percibir el mismo salario las mujeres granadinas tienen que trabajar55 días naturales más.
Si lo comparamos con las mismas cifras del pasado año, las granadinas ganaron anualmente 14.943 euros de media al año, frente a los 17.991 euros de sueldo anual que percibió de media un hombre. Es decir, que el año pasado existía una diferencia anual de más de 3.000 euros entre mujeres y varones. Estos datos señalan que la brecha salarial se ha reducido en Granada, y también que han aumentado las rentas del trabajo de mujeres respecto al año anterior, pero se debe en gran parte a que las rentas de los varones han disminuido en mayor medida respecto al año anterior.
Los datos publicados establecen además que, de las 165.920 asalariadas en Granada, más de la mitad (58,80%) en concreto 97.566 mujeres, perciben un salario igual o inferior al SMI, de las cuales, 64.492 tuvieron un salario medio anual de sólo 2.634 euros, y 33.074, de 9.830 euros.
Sorprende que estos datos, comparados con los del año anterior, son mejores, por lo que parece que poco a poco las empresas se están dando cuenta que no pueden seguir con estas diferencias, y van mejorando las condiciones de las mujeres trabajadoras.
De hecho, si nos remontamos a los datos históricos, comprobamos como la lucha feminista da sus frutos. Cinco años antes, la brecha salarial era del 17,95 por ciento, y en 2012 las diferencias eran aún mayores, del 22,32 por ciento.
La secretaria de Acción Sindical y Mujer de Comisiones Obreras (CCOO) de Granada, Clara Castarnado, ha explicado que la parte principal de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres se explica por la diferente distribución laboral y composición del empleo: las mujeres soportan una inserción laboral en peores condiciones y en sectores y ocupaciones generalmente peor pagadas, lo que se traduce en un salario medio menor.
"Las mujeres sufren la desigualdad laboral, primero, en el acceso al trabajo, con peores contratos, más jornadas parciales, en ocupaciones y sectores claramente feminizados; segundo, en la promoción y la trayectoria laboral (techos de cristal, paredes de cristal, suelos pegajosos) influidas por carreras laborales más cortas al estar sometidas a mayores interrupciones y un menor 'presentismo'; y finalmente, soportando todavía en algunos casos discriminación salarial directa en el puesto de trabajo", ha asegurado la responsable sindical.
Así también se ha pronunciado la responsable de Igualdad del sindicato CSIF Granada, Ascensión Serrano, ha puesto el acento en que "la falta de conciliación familiar y profesional no sólo dificulta el acceso al empleo, sino que también obliga a muchas mujeres a acogerse a reducciones de jornada e incluso a excedencias, así como a ocupar mayoritariamente contratos a tiempo parcial".
Serrano ha recordado que "en la provincia de Granada el desempleo tiene rostro de mujer, donde seis de cada diez personas sin empleo son mujeres. Así, durante el pasado mes de febrero el 57 % de las personas desempleadas en nuestra provincia fueron mujeres".
Por su parte y a la luz que arrojan estos datos, la responsable de Igualdad de UGT Granada, Elisenda Sánchez, ha celebrado que la brecha salarial en nuestra provincia haya descendido, debido entre otros motivos par la subida del SMI en 2019, y espera que para los próximos años, el incremento del salario mínimo y de de la reforma laboral sirvan para reducir aún más esta brecha.
"La prevalencia del convenio del sector por encima del de empresa, la desaparición de las empresas multiservicios que desregulan las condiciones de trabajo y el impulso del empleo indefinido tendrán una gran repercusión en el aumento de los salarios de las mujeres, que pueden ver incrementados sus sueldos hasta el doble en algunos casos", ha destacado.
Tal y como se expone en el informe por sectores, la brecha salarial es mayor en los sectores de la Industria y de la Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, con un 36,46% de diferencia de salario entre las 5.956 y 11.737 trabajadoras de ambos sectores respectivamente frente a sus compañeros hombres. Como tercer sector con más diferencia encontramos el de 'Otros servicios personales y de ocio', con 21.203 empleadas granadinas que sufren una brecha salarial del 31,09%.
Le siguen 'Servicios a las empresas', también con subsectores muy feminizados como la limpieza, con 18.316 mujeres cobrando un 30,43% menos que sus compañeros varones, y 'Comercio, reparaciones y transporte', con 31.393 trabajadoras (la gran mayoría en el comercio) y una brecha salarial del 28,52%.
Respecto a 'Información y Comunicaciones' y 'Entidades financieras y Aseguradoras', la brecha salarial viene por el tipo de contrato, y porque que los directivos de este tipo de empresas, con sueldos muy por encima de la media, siguen siendo en su gran mayoría hombres. Por otro lado, el sector de la 'Construcción y actividades inmobiliarias', con una menor presencia femenina (sólo 3.632 empleadas frente a 21.016 varones), sigue siendo el que menor brecha salarial presenta, con "sólo" un 14,37%.
Hay que recordar que desde este lunes 7 de marzo todas las empresas de más de 50 trabajadores están obligadas a tener registrado un plan de igualdad, y en este sentido, la responsable de Igualdad de UGT Granada ha reclamado a las empresas que cumplan con la ley, con medidas que se tienen que cumplir.
"Es imprescindible dotar de los recursos necesarios para el desarrollo de las medidas de igualdad. Si el trabajo de las mujeres se valora igual que el de los hombres será bueno para el impulso de la economía y el empleo", ha concluido la responsable de UGT Elisenda Sánchez.
La directora de Igualdad de CSIF, por su parte, ha destacado que la mayoría de las empresas de más de 50 trabajadores aún no cuentan con planes de igualdad. Asimismo, desde el sindicato han constatado que las administraciones públicas tampoco cumplen ya que sólo 5 de las 17 comunidades autónomas cuentan con planes de igualdad. Andalucía se encuentra entre las que están pendientes de aprobarlo.
En el ámbito de las administraciones públicas, la diferencia en la contratación temporal entre hombres y mujeres ha subido a nivel nacional un 33, 8%. Del mismo modo, el número de mujeres que se acoge a excedencias por cuidado de familiares triplica al de hombres y lo quintuplica en el caso de las reducciones de jornada.
Por su parte, Castarnado ha denunciado los sesgos de género que aún afectan a las mujeres, empezando por la parcialidad como "fórmula de contratación" para las mujeres o la incidencia de la maternidad en el desarrollo de sus carreras profesionales, ambos factores muy presentes en la brecha salarial. No obstante, ha señalado que la aplicación de la reforma laboral contribuirá a cerrar las brechas, al atacar la precariedad en los sectores con peores condiciones, que son los más feminizados.
En cuanto a prestaciones por desempleo en Granada, en el año 2020, la diferencia entre lo que cobran los desempleados granadinos respecto a las desempleadas granadinas fue del 6,68%. Una cifra que se ha visto incrementada exponencialmente en 2019, cuando el dato era del 3,78%. Un hombre desempleado cobra de media 3.577 euros, frente a los 3.338 que cobra una mujer. Así, la diferencia es de 239€.
En el caso de las pensiones de jubilación, la pensión media anual de una mujer en la provincia de Granada en el año 2020 fue un 22,04% menor que la pensión de un hombre (en 2019 era de 29,26%). Y es que la brecha salarial a lo largo de toda la vida laboral de mujeres y hombres se traduce en pensiones de jubilación o incapacidad de menor cuantía para las mujeres en líneas generales.
Aún así el trabajo por la igualdad debe continuar, y la sociedad no debe dar la espalda a un problema palpable y que, aunque ahora mitigado en comparación con otras épocas, no deja de estar presente. Hay que poner en valor el trabajo de la mujer e igualarlo al de sus compañeros varones, porque el hecho de ser mujer no significa ser diferente.
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