Tráfico remodela la ciudad para reducir los accidentes de tráfico en un 24%
El plan de seguridad vial, promovido por el Ayuntamiento y la DGT, tendrá como objetivo maximizar la seguridad de los ciudadanos y reducir en 200 la cifra total de siniestros durante los próximos tres años
En 2011 la cifra de accidentes de tráfico de Granada se redujo considerablemente pasando de los 1.755 de 2010, a los 1.430. Lo que suponen 325 siniestros menos en un año. Ahora el Ayuntamiento de Granada junto con la Dirección General de Tráfico se ha propuesto una meta aún mayor: reducir la siniestralidad en un 24%, o lo que es lo mismo, en 200 accidentes menos, en un plazo máximo de tres años. Para ello se valdrán de un estudio llevado a cabo por ambas instituciones que ha dado como resultado el Plan de Seguridad Vial que engloba información municipal junto con un análisis de los accidentes, un diagnóstico de la seguridad vial de la ciudad y un estudio de los entornos escolares.
La concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, declaró ayer que entre las nuevas medidas de actuación para conseguir este objetivo se encuentra la mejora de las infraestructuras con diversas actuaciones, en especial los puntos negros de la capital, que según el último estudio alcanzan los 50. Entre estos puntos se encuentran diversos tramos de Gran Vía, Avenida de la Constitución, Reyes Católicos, Neptuno, Recogidas, Acera del Darro, Doctor Olóriz, Camino de Ronda y Severo Ochoa.
También existen algunas zonas consideradas "de alta concentración de accidentes", como la intersección entre Camino de Ronda y Méndez Núñez, la rotonda entre Joaquina Eguaras y calle de Casería de Aguirre o la intersección entre Pavaneras, Gran Vía de Colón y Reyes Católicos.
Asimismo se va a proceder a reformar muchas de las rotondas en las que también se dan numerosos siniestros, para reducirlos, aunque Telesfora Ruiz también insiste en que la infraestructura por sí sola no siempre es el verdadero problema, sino que también es importante la velocidad de los vehículos o la propia conducción de los ciudadanos.
Los hábitos de los peatones han sido también analizados minuciosamente. Así, se sabe por ejemplo, que una de las causas de accidente es "que los semáforos de los peatones duran mucho", y los transeúntes acaban cruzando de cualquier manera. Algo que también se han propuesto modificar. El dato positivo es que si bien en 2010, tres peatones fallecieron como consecuencia de un accidente de tráfico, en 2011 no murió ninguno. Aun así se vigilará de cerca al peatón, y más en especial a los grupos de riesgo, conformados por niños y ancianos.
En concreto, los niños recibirán nociones básicas de educación vial en las aulas y tendrán un mayor control "en las salidas y las entradas de los colegios". También se fomentará el uso de transporte público para ir a la escuela o desplazarse caminando por itineriarios seguros. Algo que también será promocionado en colectivos integrados en empresas, polígonos industriales, centros de trabajo de las administraciones públicas y movilidad profesional.
Por contra, los usuarios de motocicletas y ciclomotores, que representan el 40% de los vehículos implicados en accidentes y concentran la mitad de los fallecidos y dos tercios de los heridos graves no siguen la tendencia general de mejora. Por este motivo recibirán campañas de sensibilización, así como nociones de educación vial con el objeto de reducir el mayor número de siniestros posible ya que en 2011, los únicos fallecidos en accidente de tráfico viajaban en motocicleta o ciclomotor.
Por último, se llevarán a cabo indicadores de seguimiento "para hacer efectivo el plan de movilidad" que se encargarán de caracterizar la situación de la seguridad vial y la accidentalidad y ofrecerán la posibilidad de evaluar el grado de éxito de todas estas actuaciones.
Este Plan de Seguridad Vial ha sido llevado a cabo por el Ayuntamiento de Granada, junto con la Dirección General de Tráfico y la empresa Exeleria Intra, que se ha encargado de ampliar el estudio. Telesfora Ruiz hizo hincapié en que su puesta en marcha no supondrá un coste económico muy grande, pues "la mayoría de las modificaciones se pueden hacer con un bajo presupuesto y otras ya disponen de la infraestructura necesaria, como ocurre con la educación vial", recalcó.
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