La Universiada necesitó un 'extra' de 4 millones de dinero público

Grandes eventos | liquidacion de la asociación granada 2015

La Asociación cesó su actividad después de liquidar las cuentas

Al no cubrirse las expectativas sobre patrocinios, las instituciones tuvieron que asumir una aportación adicional

Público en la grada. / Álex Cámara
A. Asensio

07 de enero 2018 - 02:38

Granada/El máximo órgano donde estuvieron representadas las instituciones que pusieron fondos para la celebración de la Universiada de Invierno de Granada de 2015 auditó y liquidó sus cuentas y cesó su actividad de forma definitiva el 1 de enero de 2017. Estos pasos finales dados por la Asociación permiten conocer ahora las cuentas del evento deportivo celebrado hace casi dos años. En total, según la información facilitada por el último gerente, Javier Luna, "las administraciones públicas han aportado en conjunto la cantidad de 7,5 millones". De este dinero, 3 millones se abonaron a la Federación Internacional de Deporte Universitario (FISU por sus siglas en inglés) en concepto de canon por la celebración de las pruebas, mientras que otros 4 millones fueron una "aportación extraordinaria" aprobada por el comité organización el 22 de octubre de 2014 -cuatro meses antes de la celebración de la competición, que se desarrolló en febrero de 2015- "dado que no se habían conseguido los objetivos de patrocinio previstos", indica Luna. En total, se obtuvo en concepto de esponsorización 1,4 millones de dos únicas empresas, Danone, que aportó 1,1 millones, y el Banco Santander, con un patrocinio que ascendió a los 300.000 euros, según la información facilitada por Luna.

Desde el principio de la andadura de este proyecto deportivo los impulsores de la Universiada 2015 eran conscientes de que la falta de patrocinadores privados obligaría a los entes públicos asociados -en un principio cuatro, Diputación, Junta, Ayuntamiento y Universidad- a asumir un mayor desembolso. Así lo afirmó el que fuera gerente de la Universiada hasta enero de 2014, Aurelio Ureña. "Si una vez finalizado el evento los patrocinadores no cubren todos los gastos, las instituciones tienen que repartirse la deuda", dijo Ureña una vez que materializó su marcha del proyecto. En aquel entonces, un año antes de la cita deportiva, Ureña señaló que el coste total del evento rondaría los 12 o 15 millones de euros y que además de patrocinios monetarios también se realizarían "aportaciones en especie".

Únicamente se recibió dinero de dos patrocinadores, Danone y Santander

Los 4 millones de "aportación extraordinaria" que cubrieron la falta de patrocinios privados han sido desembolsados por tres de las cuatro administraciones presentes en la Asociación Universiada de Invierno 2015, ya que finalmente la Diputación se descolgó. En un principio, la intervención de la entidad supramunicipal se centró en el acondicionamiento de La Ragua, escenario escogido para la celebración de las pruebas de esquí de fondo. La imposibilidad de intervenir en la zona -dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada y por lo tanto protegida- propició que la Diputación diera un paso atrás. Fueron las otras tres instituciones, Universidad, Junta y el Ayuntamiento, quienes desembolsaron el dinero necesario para la celebración de la cita deportiva.

Inicialmente se aprobó la aportación de seis millones de euros. "Con posterioridad se redujo la aportación" a 4 millones, indica Luna. "De esta cantidad sólo se ha requerido para atender a los gastos soportados por la Asociación de la cantidad de 3 millones". Así, en un principio, cada administración puso sobre la mesa 1,3 millones pero únicamente fue necesario emplear un millón por cada entidad. El resto no volvió a las arcas de las instituciones pagadoras, sino que sirvió para compensar a Cetursa por el gasto soportado por la estación.

Las administraciones que pusieron en pie la Universiada acometieron inversiones centradas en proveer de espacios deportivos a la ciudad. Así, la Universidad acometió la construcción del pabellón deportivo de Fuentenueva para las pruebas de curling, el Ayuntamiento, a través de una concesión administrativa, proyectó el pabellón Mulhacén y Cetursa introdujo mejoras en la estación de esquí, escenario de las pruebas de esquí alpino y freestyle. Lo invertido por la Junta en la estación de esquí se computó en un gasto de 9,6 millones, según la información facilitada por la Consejería de Turismo en julio de 2013 en el Parlamento andaluz. La principal partida se fue para la balsa Zahareña, -con 3,3 millones de euros de inversión y que permitió duplicar la capacidad de producción de nieve de los cañones de la estación-, mientras que la pista Universiada se llevó 2,3 millones y el telesilla Emilio Reyes otros 1,8. Otras actuaciones -el parking Sabinillas y el asfaltado (993.862 euros), la pista de half pipe (711.798 euros) y la máquina e instrumental de half pipe (400.000 euros)- completaron la inversión desarrollada en la estación, superior a la realizada por las otras dos instituciones implicadas. El comité organizador así lo reconoció. Según Luna, Cetursa soportó con cargo a sus presupuestos de 2014 y 2015 "gastos por importe de 1,8 millones" relacionados con la celebración de las pruebas de esquí de a Universiada. "A la vista de ello se acordó ceder el crédito pendiente de cobro de la Asociación tenía a su favor". 333.333 euros de la Universidad y otro tanto del Ayuntamiento, a lo que hay que sumar los 333.333 de Cetursa .

Ese millón de euros no fue "suficiente" para "cubrir" los gastos realizados por Cetursa, por lo que se acordó "solicitar a la Junta una aportación extraordinaria adicional de 200.000" que irían para la empresa que gestiona la estación invernal. En total, 333.333 por cada una de las tres instituciones más esos 200.000 euros suman 1,2 millones, una cantidad muy próxima a lo que Cetursa reclamaba por los gastos de la organización de las pruebas de nieve. Además, "se acordó que el Ayuntamiento de Granada colaborase con Cetursa" en los Campeonatos del Mundo de snowboard y freestyle del pasado invierno. La colaboración fue con "aportaciones en especie", como la "cesión gratuita de espacios públicos y elementos públicos en los que se ha promocionado el citado evento".

Cetursa no fue la única que tuvo que hacer un esfuerzo mayor. La Universidad, según el que fuera gerente de la Universiada, alquiló la pista de hielo para la disputa de los encuentros de curling. Por su parte, el Ayuntamiento soportó los gastos de luz de las instalaciones y de personal.

Sobre el canon pagado a la FISU, éste, como ya se ha mencionado, fue de un importe de 3 millones. "Este canon se ha recuperado en especie, en tanto que FISU ha soportado gastos relacionados con la producción del evento por dicho importe, según acuerdo" alcanzado entre el comité organizador y la Federación Internacional de Deportes Universitarios en 2013, indica el que fuera gerente de la Asociación. En ese año, las dudas sobre la celebración de la Universiada eran ya notables, y se centraron especialmente en la necesidad de reducir el evento a una magnitud asumible por las instituciones y la imposibilidad de traer a Granada el programa completo de pruebas.

"Todos los grandes eventos son deficitarios", zanja Luna sobre las cuentas de la Universiada. Las instituciones asumieron el coste para evitar un daño incluso mayor y la "mala imagen" de la suspensión de la cita a meses de su realización. Luna, que es jefe del Servicio de Administración, Apoyo Jurídico y Planificación Estratégica de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Granada, determina que "es bueno" compartir la "experiencia" de la gestión realizada y analizar lo que "ha sido positivo y lo que ha sido negativo". Uno de los puntos sobre los que Luna cree que es necesario reflexionar es la creación de la figura de Asociación, que finalmente fue la encargada de gestionar el evento.

La Universiada de Invierno de Granada 2015 cierra así definitivamente su corta y tensa historia. Granada fue en 2009 la única candidata a acoger la cita. Pujó por ella con entusiasmo y a certeza de que era la ganadora. Los números eran mareantes. Se habló de un presupuesto que llegaba a los 250 millones de euros. Con la crisis económica el evento se vio obligado a 'redimensionarse' -el término eufemístico para anunciar recortes- y se sucedieron los sinsabores. Primero la dimisión del primer gerente, Francisco Sánchez Montes. Su sucesor, Ureña, se marchó un año antes de la cita. El papel de gestor recayó en Ignacio Pipó, que también lo dejó a apenas unas semanas del evento que, además, no pudo contar con el programa completo de deportes al no poder disponer finalmente de pista de esquí de fondo. Aquella fue la Universiada de la "imaginación" como la bautizó el entonces alcalde, el popular José Torres Hurtado.

La Universiada, 4.000 visitas que gastaron 4,4 millones

La celebración de la Universiada de Invierno de Granada en febrero de 2015 permitió realizar un análisis de impacto, publicado en julio de 2016 y elaborado por los profesores de la Universidad de Granada (UGR) Pedro Barrilao González, Juan Delgado Alaminos y Soraya Ruiz Peñalver, que permite conocer otras cifras relacionadas con el evento. En las conclusiones del análisis se determina que la inversión total fue de 5 millones de euros. El "efecto estimado total en la ciudad de Granada" de esa inversión fue de 21,5 millones de euros. Esta cantidad resulta de la suma del "impacto asociado al gasto" llevado a cabo por la organización (11,6 millones) más el "asociado" por los participantes y visitantes del evento (9,9 millones). El informe también analiza el efecto que la Universiada tuvo sobre el empleo. Se contabilizaron 481 puestos de trabajo, de los que 102 estuvieron relacionados con la organización del evento, otros 283 puestos se generaron en los sectores de servicios y construcción mientras que otras 96 personas encontraron trabajo en actividades relacionadas con la hostelería, restauración, comercio y transporte. El citado documento cifra en 4.309 las visitas que recibió Granada durante la cita, la mayoría (1.141) deportistas. Estas visitas sumaron un gasto total de 4,4 millones de euros. La mayor parte de este gasto fue en restauración (1,3 millones), seguida de hostelería (1,2 millones). El "objetivo principal" del análisis es "estimar" el "impacto socioeconómico" que tuvo la cita deportiva. El texto indica en sus conclusiones que "además de estos efectos económicos cuantificados" han tenido impacto "otras inversiones" realizadas por las instituciones implicadas en la Universiada, pero que no se han incluido en el análisis.

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