La Universidad de Granada y Emasagra analizarán aguas residuales para detectar la presencia de coronavirus

Control de la pandemia

Un proyecto de investigación consigue financiación para desarrollar un test y un modelo de detección

La Consejería de Salud empleará el análisis de heces como indicador de alerta temprana

Se establecerán puntos de control.
Se establecerán puntos de control. / R. G.

La Universidad de Granada, las empresas VitaNtech Biotechnologies y Gis4Tech, Hidralia (que posee el 49% de Emasagra) y la Diputación provincial han obtenido 59.0000 euros de financiación gracias a la convocatoria de Proyectos de investigación sobre SARS-CoV-2 y la enfermedad Covid-19 puesta en marcha por la Junta durante en estado de alarma para desarrollar un proyecto para rastrear la presencia de coronavirus a nivel de barrios, calles o bloques de edificios mediante el análisis de las aguas residuales. Al mismo tiempo, la Administración ha dado luz verde a la creación de la Red Andaluza de Vigilancia de las Aguas Residuales como indicador de alerta temprana de la propagación de la pandemia.

Según explica el investigador Maximino Manzanera, “en esta guerra contra el Covid-19, una de las claves es encontrar al enemigo cuanto antes”. Los infectados liberan al virus SARS-CoV-2 en las aguas residuales aunque no sepan que lo contienen al ser asintomáticos, indica Manzanera, que participa en el proyecto a través de la spin off de la UGR VitaNtech. Esta empresa, junto al resto de miembros del proyecto, “aúnan sus esfuerzos para geolocalizar al virus mediante una combinación de técnicas moleculares y cartográficas de alta tecnología”.

Manzanera señala que los actuales sistemas de detección son muy sensibles, pero necesitan “que las muestras sean limpias”, característica que no cumplen las aguas residuales. El proyecto en el que trabaja permite hallar material genético del virus en estos restos. Un modelo desarrollado por investigadores de la Escuela de Ingenieros de Caminos permitirá ponderar esa presencia de material genético. “No es lo mismo el análisis de un domicilio que de una urbanización, también hay que hacer un modelo para establecer el aporte de agua por número de habitantes e incluso el aporte de agua varía en función de la hora”. Hay más por la mañana que durante la madrugada.

Este modelo deberá validarse sobre el terreno. Para ello, Manzanera avanza que sería de interés analizar las aguas relacionadas con poblaciones en las que se haya dado un brote. El proyecto tendrá un año de duración y, tras su conclusión, la idea es contar con un prototipo de sistema de detección que, a más largo plazo, pueda ser empleado por Salud en nuevos casos. “Queremos que nos sirva para detectar patógenos que se den en el futuro”, indica Manzanera.

Red de alerta de rebrotes

Además de este proyecto de investigación, la Junta, a través de la Consejería de Salud y Familias, ha cread una red de alerta de rebrotes a través de la medida y el análisis de las aguas residuales. Se realizarán tomas de muestras en puntos de control de la red de saneamiento asociados a las diferentes áreas de Salud de las ciudades, “para el análisis de unidades genómicas de SARS-CoV-2 así como otros parámetros adicionales”, detalla el anuncio de la creación de la red. Ese material genético “como indicador epidemiológico de alerta temprana” puede ser “de gran utilidad para futuras incidencias de la enfermedad”, reconoce la Consejería. Tal es así que incluso se trabaja en una red europea. Desde Granada, Manzanera destaca que se está en contacto con un grupo de Finlandia para desarrollar su proyecto.

En el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) donde se da forma a la constitución de la mencionada red de alerta se destaca además que “dentro de nuestra comunidad ayuntamientos como el de Sevilla, Córdoba, Málaga o Granada junto con sus empresas municipales de aguas se están sumando a esta iniciativa en diverso grado”.

El análisis de la presencia de material genético en las heces de las aguas residuales permite “focalizar las medidas en áreas más concretas, permitiendo incluso una focalización de las medidas de contención”, en relación con posibles confinamientos o restricción de movimientos.

Otra de las ventajas que plantea es la rapidez, ya que la red “permitirá la visualización de la distribución en tiempo real por áreas de la ciudad anticipándose a los resultados de las pruebas en pacientes”. No menos importante es que se podría localizar a los asintomáticos o incluso “pre-asintomáticos”. Todo ello permitiría “reducir las posibilidades de transmisiones comunitarias en un municipio” y amortiguar las medidas de confinamiento, ya que se aplicarían con precisión casi quirúrgica.

La Consejería prevé establecer un procedimiento de coordinación entre las administraciones, crear la red en sí misma en colectores y estaciones de depuración de aguas residuales (EDAR), establecer un modelo de predicción (como en el que trabaja la UGR) e integrar los datos en un repositorio común.

Cada municipio debe crear un comité técnico de seguimiento, que en el caso de Granada capital y su Cinturón contará con la presencia de un representante de Emasagra. También se deben seleccionar unos puntos a muestrear –puntos centinelas– en dos fases, una primera en primavera y verano y la segunda en otoño e invierno, cuando se prevé que sea necesario tomar muestras con mayor frecuencia. En estos puntos se tendrá en cuenta la presencia de personas mayores de 65 años, la presencia de residencias de ancianos, la incidencia del Covid en estos meses, si es zona turística o si se trata de una zona “desfavorecida”.

Granada, en la red estatal para el control de brotes

El Gobierno trabaja en una la red estatal de control de las aguas residuales como indicador epidemiológico que complementa a las iniciativas de las comunidades y entidades locales. Uno de los puntos de control de la red estatal es la EDAR Granada Sur.

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