La Universidad de Granada contempla atrasar el inicio del curso 2020-2021
Así es como la Universidad de Granada va a adaptar la docencia y la evaluación ante el coronavirus
Se confirma la suspensión de clases presenciales este año y se estipulan las pautas para realizar la docencia online y la evaluación
Granada/El conjunto de universidades andaluzas, entre las que se encuentra la Universidad de Granada (UGR), ha creado un marco común para adaptar de forma más concreta la docencia y la evaluación de este curso académico, tras el "enorme impacto" que ha provocado el coronavirus en el desarrollo de la actividad académica. Así lo han comunicado este sábado las universidades de Andalucía, tras casi un mes desde que se decretase el estado de alarma en todo el país por parte del Gobierno.
Durante las últimas semanas ya se habían ido comunicando varios de los puntos que se engloban en este marco común, el cual finalmente delimita con más exactitud, a expensas de que -en el caso de Granada, la UGR- realice las matizaciones correspondientes en casos específicos dentro de cada institución, cómo se culminará el curso universitario correspondiente al 2019-2020.
Así, el acuerdo recoge finalmente la decisión de mantener la docencia no presencial hasta fin de curso y "trabajar en la elaboración de planes de contingencia para el probable supuesto de que tampoco sea posible la celebración de pruebas presenciales en las fechas previstas en los calendarios académicos".
De igual modo, las universidades han acordado contemplar un posible retraso en el inicio del próximo curso. Tal es así que el acuerdo incluye que "los calendarios académicos tendrán en cuenta la posible necesidad de utilizar el mes de septiembre para la impartición de docencia que no haya podido adaptarse a la modalidad no presencial y contemplar un posible atraso en el comienzo de las clases del próximo curso respecto a las fechas habituales de comienzo".
Docencia
Entre los distintos puntos que recoge este marco común, se encuentra el objetivo de mantener el calendario "sin sufrir retrasos en la terminación del curso" o que se tengan que trasladar asignaturas al siguiente año. Para ello, se ha acordado que las clases online se adaptarán a los horarios en los que estaban previstos cuando se impartían de forma presencial.
En el supuesto de que tenga que producirse la alteración de alguna de las clases, deberá consensuarse con los alumnos, sin que el cambio interfiera en actividades programadas del resto de asignaturas contempladas para ese mismo curso. Asimismo, en la medida de lo posible se facilitará la grabación de las sesiones, mientras que se hará un seguimiento de la impartición de la docencia virtual.
La docencia práctica o experimental también será adaptada a la modalidad no presencial. Sin embargo, en el caso de que haya competencias específicas que "no pudieran adquirirse de forma completa en este curso y tuvieran continuidad en asignaturas de cursos posteriores", se realizará un plan específico de refuerzo para el curso siguiente.
Si bien, en los casos en los que no sea posible adaptar la docencia práctica a no presencial, de forma excepcional tendrán una reprogramación para que se imparta cuando las autoridades sanitarias lo permitan. Para ello se contemplan los meses de julio y septiembre y que se realicen de forma intensiva.
Evaluación
El acuerdo entre las universidades andaluzas mantiene que se prioriza la evaluación continua, "incorporando alternativas de evaluación no presencial, tales como proyectos, participación en foros de debate, preguntas durante las sesiones o resolución de casos prácticos -tendrá que comunicarse con antelación al alumnado-, teniendo en cuenta "que no se produzca solapamiento o excesiva carga de trabajo en las distintas asignaturas de un mismo curso". Además, se mantiene el derecho a la revisión de las calificaciones por parte de los alumnos.
Prácticas externas curriculares
En la medida de lo posible se adaptarán al modelo no presencial. Sin embargo, aquellas que ya estaban empezadas y que quedaron suspendidas, se podrían completar con otro tipo de actividad que pudiera ser evaluada, como proyectos, memorias o programas formativos, por ejemplo, en aquellos casos en los que se entienda que el alumno "pudo alcanzar un volumen razonable de resultados de aprendizaje".
Si bien, para aquellas que no sea posible la adaptación a modelo no presencial, "se podrá prorrogar el periodo de realización de la parte que se ha visto suspendida", así como reprogramar para julio o septiembre, o en el caso de que sean prácticas externas de larga duración, incluso que se realicen de octubre a diciembre. Eso sí, los alumnos no tendrán que realizar nueva matrícula ya que seguirán correspondiendo al curso 2019-2020.
Defensas de TFG y TFM
Las defensas de los Trabajos Fin de Grado (TFG) y Fin de Máster (TFM) también se adaptarán a una modalidad online y se procurará que sea en las fechas ya previstas. Pese a ello, se abre la posibilidad a que, como ya se realiza en algunas titulaciones, las comisiones académicas de cada titulación podrá "sustituir la defensa pública por la presentación de memorias escritas cuando existan dificultades técnicas para la composición a distancia de las comisiones de evaluación, salvo que exista normativa estatal reguladora del título que lo impida".
Asimismo, los alumnos podrán presentar el TFG o TFM pese a no haber completado sus prácticas curriculares, en caso de que estas se hayan visto afectadas por la crisis del Covid-19.
Tesis Doctorales
Para la exposición de tesis doctorales se aprobarán protocolos de defensa no presencial, además de garantizar el plazo de exposición pública previsto en la normativa de doctorado, con el fin de que cualquier doctor pueda examinarla y en su caso formular por escrito cuantas alegaciones estime oportunas. En cuanto a la suspensión de los plazos administrativos en vigor, se interpreta que "el interesado en el procedimiento es el doctorando y puede mostrar su conformidad con que no se suspenda el plazo".
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