La Universidad de Granada paraliza el cobro de tasas y matrículas mientras dure el estado de alarma
Crisis del Covid-19
La UGR no limitará el acceso a sus recursos a los estudiantes que no abonen en plazo los pagos pendientes
Reparte más de 30 ordenadores portátiles a estudiantes que no cuentan con este recurso y gestiona que quien lo necesite tenga acceso a internet
La Universidad de Granada (UGR) no exigirá el pago de tasas o plazos de matrícula pendientes durante el tiempo que dure el estado de alarma por la crisis del coronavirus. Los estudiantes universitarios que tienen cantidades pendientes de pago han recibido un mensaje por correo electrónico en el que se les indica que no pagar no supone que se inicie el trámite de suspensión de prestación de servicios o que se queden sin docencia, que hasta fin de curso se hará de forma virtual.
En la Universidad de Granada hay más de 56.000 estudiantes en los diferentes títulos de grado y posgrado. Se les da la opción de pagar la matrícula de una vez, en dos o fraccionar el pago hasta el diez plazos, gracias a un programa de financiación que puso en marcha el equipo del anterior rector, Francisco González Lodeiro, en el curso 2013/2014.
Aquella medida de fraccionar el pago –entonces en ocho plazos– fue muy bien acogida por el estudiantado tras años de crisis económica y tuvo como primera consecuencia una reducción drástica en el número de desistimientos de matrícula. En un año académico se pasó de 840 a apenas ocho.
Ahora, en una situación de estado de alarma por la crisis del Covid-19, la UGR ha optado por no exigir el pago de tasas o precios públicos a los estudiantes hasta que la situación vuelva a la normalidad. Según destacó el vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad, José Antonio Naranjo, “ningún estudiante” se verá perjudicado en esta situación excepcional.
El trámite habitual especifica que si no se hace el pago en el plazo, se requiere al estudiante a realizar el abono en diez días. “Dicho requerimiento tendrá por efecto el bloqueo informático del expediente, no pudiendo desde ese momento acceder a los servicios universitarios que se determinen”, indica la normativa. “De no efectuar o acreditar el pago, el impago parcial o total supondrá el desistimiento de la solicitud de matrícula, que será archivada con pérdida de las cantidades que se hubieran satisfecho hasta ese momento”, apostilla la normativa sobre pago de precios públicos.
Por otro lado, una vez decidido que se continuará con el curso de forma virtual y que no se regresará a las aulas en lo que queda de año académico, la UGR y la Delegación de Estudiantes han desarrollado un programa para dotar de equipos informáticos a los alumnos que necesiten de los mismos para continuar con las clases on line. La idea partió desde la Delegación de Estudiantes de Ciencias. Según explica Jesús Maldonado, la propuesta se llevó a consejo de gobierno y desde ahí se comenzó a trabajar en recabar información sobre el número de alumnos que necesitaban recursos para continuar con las clases y los medios de los que dispone la Universidad.
No todos los estudiantes plantearon las mismas carencias en los cuestionarios facilitados en estos días.Hasta el pasado jueves y según los datos recogidos por la Delegación General de Estudiantes, 152 estudiantes manifestaron que requerían acceso a internet, otros 105 un equipo informático y 28 más ambas cosas. A lo largo de la mañana de ayer, Maldonado seguía recibiendo correos con nuevas peticiones.
Del otro lado, la UGR puso en marcha un inventario con los equipos portátiles disponibles para cederlos a los alumnos en apuros. Algunas facultades cuentan con 40 de estos ordenadores, otros con muchos menos, ya que fundamentalmente tienen de sobremesa. Hasta el pasado jueves, se habían contabilizado unos 300 portátiles, indicó el vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad.
Ayer viernes comenzó el reparto de ordenadores, con las facultades de Ciencias Políticas y Sociología y Traducción e INterpretación como puntos para gestionar las cesiones. Hasta allí se desplazaron los estudiantes que habían solicitado formalmente este recurso. El Vicerrectorado recibió 62 peticiones de estudiantes y en esta primera tanda se hizo entrega de una treintena de equipos.
A los alumnos que se han acercado a por los equipos se les ha facilitado incluso documentación para poder justificar ante la Policía que estuvieran en la calle, añade Naranjo. Para quienes estén fuera de Granada, se trabaja en habilitar algún sistema de envío para hacer llegar los portátiles. Un porcentaje importante de matriculados en la UGR no son granadinos. Según la última memoria académica el 44% son de Granada el 48,4% de otras provincias y el 7,5% del extranjero.
La otra demanda es la de conexión a internet, clave para poder seguir con la docencia y que ha evidenciado que existe una brecha. Los datos de los móviles son insuficientes. Hay estudiantes que recurrían a la red wi fi de los centros universitarios y ahora, confinados en casa, se han quedado sin este recurso. El vicerrector de Estudiantes alega que en estos días se trabaja con varias operadoras para poder suministrar este servicio a los alumnos que lo necesiten.Se trataría de habilitar los teléfonos móviles con un paquete de datos que permita la conexión de equipos y seguir así con la docencia virtual. Naranjo también subraya que la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad es también consciente de esta necesidad y está sobre la mesa la posibilidad de que sea la Junta la que dé este servicio a través de las operadoras.
Según los datos del Vicerrectorado, serían un centenar los alumnos de la UGR que requerirían de esta conexión a internet “hoy por hoy” gracias a los datos recabados por los coordinadores de las titulaciones y las delegaciones de estudiantes, aunque es posible que haya más y que nuevos casos afloren en las próximas semanas.
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