La Universidad de Granada pide a sus profesores "no limitarse a facilitar diapositivas" en su plan de contingencia ante el coronavirus
estudiar en la UGR
Desde la Delegación de Estudiantes se critica la ambigüedad del documento aprobado, que apunta a que es "recomendable" realizar videoconferencias e insta a "no sobrecargar" a los alumnos
La Universidad de Granada (UGR) ha aprobado hoy en consejo de gobierno su plan de contingencia para determinar cómo debe impartirse la docencia y realizarse la evaluación en estos meses de clases virtuales a consecuencia de la crisis del coronavirus. El documento, que puede consultarse en la web de la UGR, ha sido criticado por su ambigüedad por la Delegación General de Estudiantes y provocado la reacción de numerosos estudiantes en las redes sociales, que también destacan que la finalización de la docencia presencial se produjo el 16 de marzo, el 2 de abril se determinó que no habría más clases en las facultades este curso.
El texto apunta que el plan estará en vigor mientras dure el estado de alarma. Señala a los docentes, más de 3.500 en la UGR, que la docencia virtual "no puede limitarse únicamente a facilitar las diapositivas de la asignatura o unos apuntes para su estudio". La rectora de la Universidad, Pilar Aranda, reconoció en una reciente entrevista a este medio que ha recibido dos quejas de estudiantes. En la Inspección de Servicios se han recibido al menos 14.
El documento señala que "sería recomendable, y en la medida de lo posible, que las clases se impartieran por videoconferencia y que, al menos, se realizase una clase semanal síncrona que permita la interacción con los estudiantes". El uso del condicional y el hecho de que sea "recomendable" es uno de los puntos que más críticas ha levantado entre los estudiantes, unos 56.000 entre estudios de grado y posgrado.
En cuanto a la evaluación, se pide "centrarse en aspectos esenciales de la materia" a la hora de valorar los conocimientos adquiridos. También se recoge que se "consultará con los estudiantes" los cambios en el sistema de evaluación, aunque no menciona cómo se hará esa consulta. Uno de los apartados más llamativos en cuanto a la evaluación es el que indica la sugerencia de "valorar la posibilidad de prescindir" del examen o prueba tradicional. Así, el plan de contingencia deja la puerta abierta a que no se haga examen final. Se indica que se debe apostar por la evaluación continua y en este punto, "secuenciar la ejecución y entrega" de los trabajos. En cualquier caso, los alumnos mantienen el derecho de revisión de sus pruebas y se pide a los profesores que se tenga en cuenta a los que tengan suspensas del primer semestre.
Los trabajos que realicen los estudiantes pueden pasar por herramientas antiplagio, pero esto se queda en el ámbito de las recomendaciones. No se entra a determinar cómo se van a controlar los exámenes para aquellos que opten por mantener pruebas por escrito.
En cuanto al calendario, cuando no sea posible la evaluación continua, se establece que debe comunicarse el modelo de evaluación antes del 30 de abril. En la convocatoria ordinaria, para los títulos de grado con semestres abiertos, los exámenes serán del 1 al 24 de junio y la extraordinaria del 6 al 24 de julio; para los que tengan calendario de semestres cerrados, la ordinaria va del 8 de junio al 1 de julio y la extraordinaria del 13 al 24 de julio. La fecha tope es la misma para los másteres, que tendrán del 1 al 25 de septiembre para la extraordinaria los trabajos de fin de máster (TFM).
Para quienes tengan que acreditar el B1 o B2, se apunta en el plan de contingencia que se trabaja en la preparación de una convocatoria. Esta acreditación es requisito para obtener el título de graduado.
Otra de las cuestiones que aborda el plan de contingencia es el desarrollo de las prácticas. Para aquellas que deban ser presenciales y no puedan hacerse por el estado de alarma se da la opción de junio, julio, agosto y septiembre. También se oferta la posibilidad de hacer prácticas de ocho horas al día o incluso prorrogarse hasta fin de año. Se insta a recurrir a medios telemáticos, se recuerda que no se pueden hacer en empresas inmersas en un ERTE y en el caso de las curriculares se da la opción de aportar la experiencia en otras acciones (como voluntariado), para lo que se debe adjuntar una memoria. Estudiantes de Medicina, Ciencias de la Salud y Farmacia pueden ser llamados para trabajar en centros hospitalarios en Granada si así lo requiere la Consejería de Salud y Familias.
Los trabajos de fin de grado (TFG) y fin de máster (TFM) que no puedan hacerse en el estado de alarma, "podrán reorientarse hacia otras modalidades basadas en el estudio de casos, trabajos bibliográficos o de investigación, etc., que puedan ser desarrollados en las circunstancias actuales". También se posibilita que se realicen de septiembre a diciembre de 2020.
Los cambios en las guías docentes las harán los docentes y serán enviadas al departamento para su supervisión, que a su vez comunicará los cambios a los coordinadores de las titulaciones.
CCOO, CSIF y UGT piden que se tenga en cuenta a los sindicatos e indican que el cambio "ha llevado al profesorado al borde de la extenuación"
Los sindicatos CCOO, UGT y CSIF han hecho un comunicado conjunto en el que piden al equipo de gobierno de la Universidad "que acepte nuestra colaboración" en la toma de decisiones. "Somos conscientes de la necesidad de aprobar medidas para adaptar la actividad de la UGR en esta terrible situación generada por la pandemia, pero esas medidas, aunque urgentes, deben hacerse con prudencia", indica el texto. El comunicado abunda en que la adaptación a la docencia virtual "ya ha ocurrido en la mayoría de los casos sin la mediación de ningún plan de contingencia, gracias sobre todo al esfuerzo del profesorado". "Con medios técnicos muy dispares y aprendiendo en tiempo récord", apostilla el texto, que incide en la "alteración completa" de las condiciones laborales de los docentes. "La casuística es muy diversa y, en algunos casos, ha llevado al profesorado al borde de la extenuación.
"Los docentes pueden no estar preparados para la gestión de los medios técnicos y la custodia de las pruebas que se propone; se desconoce la normativa por la que se van a regir; y tampoco se conoce cómo se va a garantizar la originalidad y la autoría de los ejercicios que se entreguen para su evaluación, por citar solo algunos ejemplos. Pero el citado plan sí fija el plazo para que se lleve a cabo la adaptación de las guías docentes", critica el documento conjunto.
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