La Universidad de Granada regula en qué casos los estudiantes podrán solicitar finalizar el curso de forma virtual

UGR

La institución publica un protocolo que fija el procedimiento para solicitar no regresar a las clases teóricas presenciales, que se retoman el próximo lunes después de seis meses

Facultad de Farmacia dela UGR.
Banco precintado en una facultad de la Universidad de Granada. / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

a Universidad de Granada ha publicado un protocolo en el que establece cómo se gestionarán los casos en los que los estudiantes no puedan incorporarse a la docencia teórica presencial a partir del próximo lunes día 12 de abril, día en el que está previsto que se retomen las clases en la modalidad híbrida. Entre los casos previstos está el no tener residencia en Granada, cuestión que los estudiantes deberán acreditar ante el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad desde mañana viernes hasta el próximo 16 de abril.

Según el protocolo, podrán solicitar terminar las clases de forma telemática los estudiantes en situación de vulnerabilidad o que sean persona cuidadora principal. También se prevé esta posibilidad para el estudiantado internacional de la UGR que se encuentre residiendo en el extranjero. Del mismo modo, podrán acogerse al protocolo los nacionales que estén en el extranjero y tengan restringida la movilidad desde el país de residencia, los estudiantes de movilidad nacional (Sicue) o internacional que estén actualmente en su país o provincia de origen y los estudiantes de otras provincias que hayan dejado de residir en Granada. Éstos deberán justificar una situación social o económica que le impida trasladarse a Granada. Además, no deben cumplir con los requisitos para solicitar la Ayuda Social. Según la memoria del pasado curso, en la UGR estudian unos 45.500 estudiantes de grado, de los que casi 26.000 son de otras provincias.

Aparte de estos casos, el protocolo elaborado por la UGR prevé dispensar de asistir a clases teóricas presenciales a los estudiantes que acrediten “otras posibles circunstancias excepcionales alegadas y acreditadas que serán valoradas y resueltas por el vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad”, José Antonio Naranjo, y, en el caso de ser estimadas, comunicadas a los Centros. “No serán valoradas aquellas solicitudes que no acrediten fehacientemente alguno de los supuestos reconocidos en el apartado anterior”, indica el protocolo.

Salud especifica que las clases teóricas serán online si se llega a la tasa 1.000

El mantenimiento de las clases teóricas presenciales en la Universidad de Granada está ligado a la situación epidemiológica. Ayer, la Consejería de Salud y Familias, en un comunicado, especificó que la normativa prevé que se establecerán las clases online en las universidades públicas o privadas cuando los términos municipales donde estén situadas se encuentren en nivel 4 de alerta grado 2, esto es, cuando la incidencia esté por encima de más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Esta cuestión no se aplica al resto de niveles educativos, con los que la UGR ha reclamado su equiparación. Hoy, según el Instituto de Estadística y Cartografía, la tasa de incidencia en Granada capital es de 283,3.

Los centros preparan la vuelta a la modalidad híbrida con la que comenzaron las clases en los estudios de grado el pasado 21 de septiembre con algunas modificaciones. Así, en la Facultad de Derecho, el vicedecano de Docencia, Leonardo Sánchez-Mesa, explicó que no se han establecido cambios con respecto a lo aprobado para el inicio del curso. Sí señaló que “quizá no es necesario partir grupos” como se planteó al inicio del año académico debido a que se prevé que haya alumnos que soliciten la exención de la asistencia a clase por alguno de los motivos especificados desde el Rectorado. Esta estimación en Derecho se ha realizado gracias a un “sondeo propio” entre el estudiantado. De los resultados de ese sondeo, Sánchez-Mesa apuntó a que se prevé que “la asistencia será moderada”.

Por parte de la Delegación General de Estudiantes, su coordinador general, Javier Torres, valoró de forma positiva que se contemplen excepciones en el regreso a las aulas, aunque reconoció que no se ha alcanzado la “máxima flexibilización” por la que aboga la Delegación. “Nuestra intención es que quienes no hayan podido volver, puedan seguir con la docencia online”. Asimismo, Torres recordó que la DGE ya se posicionó a favor de que cada centro determinara cómo retomar las clases teóricas presenciales en este tramo final del curso, ya que se dan grandes diferencias entre escuelas y facultades. Mientras que en centros como los relacionados con el área sanitaria sí se ha mantenido en parte la rutina presencial por la importante carga práctica de la enseñanza, en otros centros la docencia es principalmente teórica y se ha desarrollado en estos seis meses de forma virtual. Por otro lado, de cara al próximo curso Torres expresó la necesidad de que se tome una decisión que permita mantener el mismo escenario a lo largo de todo el año académico.

En los últimos días colectivos estudiantiles se han manifestado en favor de solicitar la “máxima flexibilidad” a la hora de determinar en qué casos se puede autorizar finalizar el curso de manera online. Así, mañana está prevsita una concentración a las puertas del Rectorado a las once de la mañana por parte de estudiantes de Filosofía y Letras con el apoyo del FdE (Frente de Estudiantes de Granada), la USE (Unión Sindical Estudiantil) y la Delegación de Estudiantes de Filosofía y Letras. Alegan que hay estudiantes que “no disponen de la facilidad económica necesaria para volver a residir en Granada, por lo que exigimos que la Universidad les proporcione los medios para que realmente no se queden atrás, tanto con la ampliación de la oferta de becas, como con la devolución de las matrículas”. Asimismo, piden “la inversión que necesitamos para que las aulas sean realmente seguras a través de desdobles reales con contratación de personal, así como de la cesión de espacios inutilizados o vacíos de la Universidad para la docencia (el Espacio V Centenario, por ejemplo). Otras medidas a implementar serían la instalación de máquinas purificadoras del aire en cada aula, la garantía de que se pueda guardar la distancia interpersonal”, más becas y medios electrónicos.

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