La UGR defiende su capacidad de crecer como "signo de distinción"
Mapa de titulaciones
La rectora, Pilar Aranda, reivindica el papel de la institución en proyectos como el acelerador de partículas
Demandará al próximo Ejecutivo andaluz el desarrollo de un nuevo modelo de financiación
De lo hecho y de lo por hacer. La rectora de la Universidad de Granada (UGR), Pilar Aranda, ha repasado en claustro universitario la memoria de gestión de los últimos doce meses, la cuarta bajo su gestión y última del actual mandato.
Comenzó la presentación con las palabras “ilusión, fuerza, energía y ánimo”, defendió la necesidad de “rendir cuentas” y asumió las decisiones tomadas desde el Rectorado en este año. Recuperación de derechos del personal y liderazgo tanto en investigación como en proyectos señeros –como es el caso del acelerador de partículas– fueron dos de los puntos sobre los que basó su discurso, en el que también reivindicó la capacidad de crecimiento de la institución y objetivos claves, desde atraer a los mejores estudiantes a crear un plan de infraestructuras que dé respuesta a las necesidades –“emergencias”– de los campus universitarios.
Sobre las titulaciones que se imparten en la UGR, Aranda destacó que la propuesta realizada desde la UGR para los años que van desde 2019 a 2023 “está paralizada”. Ese proyecto se frenó en seco desde la Junta cuando la actual consejera, Lina Gálvez, requirió un informe sobre la situación de las titulaciones en la comunidad. La rectora reivindicó que la UGR “tiene capacidad de crecimiento” y que esa capacidad es un “signo de distinción” de la Universidad.
Defendió asimismo que ese crecimiento se enfoque al posgrado y no obvió la reflexión lanzada desde el Ministerio de Conocimiento, Ciencia y Universidades de Pedro Duque sobre la oferta de titulaciones. En Andalucía, recordó la rectora, hay ocho grados de Ciencias Ambientales pero sólo se cubren las plazas en dos. “Es un tema que tenemos que abordarlo” y “ver cómo nos adaptamos”. En este sentido, instó a analizar el “rendimiento” de los títulos en cada universidad. Del mismo modo, hiló a estas afirmaciones otra. “No tenemos que obsesionarnos con crecer”. En este sentido, instó a “trabajar en la línea” de reducir el número de estudiantes por clase en los títulos de grado. Y también puso sobre la mesa la necesidad de que la UGR capte a los “mejores”. Ahí incidió en que esta captación de estudiantes brillantes “nos lo permiten los dobles grados”. El de Física y Matemáticas es, de hecho, el que cuenta con una nota de corte más alta. Para acceder a estos estudios se exigió el pasado mes de junio, como mínimo, un 13,271.
El de las titulaciones es uno de los frentes abiertos por la Universidad por la Junta de Andalucía, pero no el único y que ahora, previsiblemente, pasará a asumir un nuevo Gobierno autonómico. El otro es el de la financiación. Las universidades públicas andaluzas no han conseguido cerrar con la Administración un nuevo modelo de financiación, una cuestión que la actual consejera, Lina Gálvez, heredó de su antecesor, Antonio Ramírez de Arellano, y en el que, en palabras de la propia rectora, la propuesta de la Consejería de Conocimiento “sólo” tenía el apoyo de la Universidad de Granada. “Lo demandaremos al próximo gobierno”, adelantó la rectora, que también reconoció que financieramente “tenemos estabilidad, no bonanza”. El hecho de no contar con un modelo de financiación aprobado supone, según indicó Aranda, que anualmente la Universidad debe negociar sus presupuestos con la Junta, principal fuente de financiación de la institución.
La rectora abundó en que se avanza en una “normalización progresiva de la situación económica”, aunque reconoció que “nos queda bastante por andar”. Afirmó que “estamos al día en el pago a proveedores, Hacienda y Seguridad Social” y recordó la disputa que mantiene con el Gobierno estatal a cuenta de los fondos que la UGR reclama por los campus de Ceuta y Melilla. reivindicó la recuperación de derechos y anunció que la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) estará terminada para el próximo verano.
El papel de la Universidad como eje del territorio también ocupó parte del discurso, Aranda defendió el “liderazgo” de la institución en el “entorno socioeconómico”. En este marco situó las acciones que se desarrollan para traer a Escúzar el proyecto del acelerador de partículas, el IFMIF Dones, “donde la UGR ejerce el liderazgo”. Sobre el futuro de la iniciativa de traer esta infraestructura científica a Granada, Aranda señaló que “debemos sacarlo adelante entre todos y también exigió “respeto institucional”. En esta iniciativa participan el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Junta de Andalucía, la Diputación provincial y el Ayuntamiento de Granada.
Otro ámbito en el que Aranda destacó el “liderazgo” fue en el Parque Tecnológico de la Salud (PTS), que, según indicó, ha conseguido reducir su deuda en un 47% y que “sea sostenible”. También reivindicó el papel que tiene la Universidad en la candidatura de Granada como capital cultural en 2031 -año precisamente en el que la institución académica celebrará sus primeros 500 años de vida-, un objetivo en el que el Ayuntamiento granadino ha asumido un papel principal y en el que Aranda reconoció que hasta ahora se han llevado a cabo “acciones tibias”. El proyecto ARQUS, de avance en la internacionalización, es otro en los que Aranda destacó el papel “líder” de la UGR.
El modelo de calendario sirvió para que Aranda señalara que otras instituciones, como la Universidad Complutense de Madrid, han seguido los pasos de la UGR, mientras que en Málaga ha comenzado el debate. Reiteró la necesidad de que Educación también adelante la convocatoria de septiembre de Selectividad y respondió a los claustrales que plantearon sus dudas sobre el modelo que volver a septiembre “está trasnochado”, “debemos seguir avanzando”, aunque “podemos discutir” sobre la necesidad de un único calendario entre los dos modelos que se han dado a elegir a los centros, abierto y cerrado. “Son muy poquitas” las que mantienen el calendario con exámenes en septiembre, incidió ante las cuestiones planteadas por los representantes estudiantiles y el decano de Filosofía y Letras, José Antonio Pérez Tapias, y el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y Telecomunicación, Joaquín Fernández Valdivia.
Otra de las áreas en las que los claustrales plantearon sus dudas y que Aranda afrontó fue la cuestión de las infraestructuras. La rectora fijó como “emergencias” las actuaciones en el módulo de Escultura de Bellas Artes –”Vayan a verlo”, invitó al tiempo que reconoció que "da vergüenza"– la Biblioteca de Filosofía y Letras y el campus de Melilla, aunque sin concretar detalles. Sí indicó que en enero tiene la intención de plantear una reunión con los directores de los centros para elaborar un plan de infraestructuras. En éste figurarán actuaciones como la remodelación de la comisaría de la calle Duquesa, los problemas de espacio en Trabajo Social o la posibilidad de actuar en la piscina de Fuentenueva, que suma cinco años cerrada.
También reconoció las goteras en el Hospital Real y las necesidades planteadas tras el incendio en el departamento de Química de la Facultad de Ciencias o el boquete abierto en el techo de un aula en Ciencias Políticas. Sobre la reclamación de Informática, que piden la construcción del tercer edificio, indicó que el alquiler del edificio con el que se han paliado los problemas de espacio "no es suficiente". "Seguiremos trabajando en ello".
Con la Junta se abordarán esas necesidades en infraestructuras mientras que con el Gobierno se trabajará en un plan de eficiencia energética.
La memoria de gestión fue aprobada con 114 votos a favor, 4 en contra y 15 abstenciones.
Por áreas
En el ámbito estudiantil, la rectora de la UGR indicó que el próximo año se abordará un plan de apoyo a la representación estudiantil. Destacó el papel de las bonicaciones de la Junta, del plan propio de becas y actuaciones como el programa Tránsito (para alumnos con necesidades que están en Bachillerato) o el cambio de normas de permanencia. Avanzó en que se trabajará en captar talento desde Secundaria, “tratando de tener a los mejores”.
Sobre el personal docente e investigador, la rectora puso sobre la mesa los datos de las últimas convocatorias de plazas (170 a catedrático, 352 a titular, entre otras), lo que, indicó permite que la UGR esté “logrando reducir el envejecimiento”. La edad media de los docentes está en los 51 años. Reconoció la pérdida de profesorado en los años de aplicación de la tasa de reposición (“que prácticamente está eliminada”), y anunció que “vamos a crecer en el sentido positivo”. Se avanzará en la promoción de los asociados acreditados y el número de créditos será de 24 el próximo curso.
En cuanto al personal de administración y servicios (PAS) Aranda avanzó que en junio entrará en vigor la nueva relación de puestos de trabajo (RPT). “Todo el mundo va a mejorar”, señaló. También indicó que “supondrá un ahorro sustancial”.
Una de las cuestiones sobre las que fue requerida fue el calendario. La rectora indicó que será el próximo año cuando se den a conocer los datos de rendimiento del pasado curso académico, con el nuevo modelo de calendario ya en marcha. Además, incidió en que “todas las universidades estamos de acuerdo” en el adelanto de la convocatoria extraordinaria de Selectividad de septiembre.
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