El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Granada/La falta de vocaciones ha llevado a algunos conventos al cierre. Aunque el Arzobispado de Granada confía en reabrir las puertas de algunos de ellos, como el de Las Vistillas de los Ángeles en el barrio del Realejo, lo cierto es que la escasez de religiosas complica sus intenciones. Ante esta situación se ha iniciado en Granada un cambio en la normativa para convertir estos lugares de culto en espacios turísticos y culturales como ya sucedió en el Monasterio de Santa Paula o Santa Isabel la Real transformados en alojamientos hoteleros.
El pasado mes de julio el Ayuntamiento de Granada ya dio un paso para modificar la normativa. En concreto, informó de su intención de modificar el PEPRI para efectuar el cambio de uso de uso religioso a uso "residencial singular", una figura descrita en la normativa del PGOU de Granada como "alojamiento de personas, en general no vinculadas familiarmente, con carácter permanente y en régimen de comunidad (residencias universitarias, residencias de matrimonios, internados...), cuya admisión no quede restringida por razones de pertenencia a una determinada institución, o al relacionado con el alojamiento, eventual o temporal, de transeúntes con carácter de servicio público (establecimientos de hostelería y turismo)". Lo que en la práctica supone tener la posibilidad de convertir estos monasterios y conventos en hoteles o hospederías. En un principio el impulso de esta medida estaba motivada para la modificación de cinco edificaciones históricas: los conventos de Santa Isabel la Real, Santa Catalina de Zafra, y de Santo Tomás de Villanueva (Las Tomasas), y de los monasterios de San Bernardo y la Concepción. No obstante, la normativa, de carácter genérico, servirá para cualquier espacio que, reuniendo las condiciones descritas desee cambiar este cambio de uso.
Ayer el Ayuntamiento de Granada aprobó inicialmente la innovación puntual del PEPRI Albaicín para "su adaptación a las condiciones de los cambios de uso pormenorizados del suelo contenidas en las normas urbanísticas del PGOU" para que en los casos de "equipamientos de carácter religioso, destinados en la actualidad a alojamientos de tipo residencial donde quede justificado el cese de dicha actividad se permita el cambio de uso a residencial singular". En estos momentos el documento se encuentra en fase de información pública a través de un edicto con el consiguiente plazo de un mes para posibles alegaciones.
Tanto el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, como el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, mostraron su interés en que esta modificación salga adelante para que estos edificios históricos no caigan en el deterioro y el olvido. "Si esos edificios los dejamos cerrados, se vendrán abajo", detalló el regidor, que justificó la acción en que el Ayuntamiento "tiene potestad" para actuar sobre estos edificios a pesar de su propiedad religiosa ya que "están en un entorno catalogado" y eso "conlleva seguir una normativa de patrimonio".
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