El impulso a la Variante de Loja asegurará el tráfico convencional

Granada/El compromiso del Gobierno en acometer los estudios y las obras para construir la Variante Ferroviaria Sur de Loja no son azarosas. Al hecho de que se impulse un tramo de 2,6 kilómetros para evitar la caducidad del estudio de impacto ambiental se suman las cada vez mayores dudas acerca de si los trenes de media distancia convencionales podrán utilizar la vía.

Ingenieros relacionados consultados por esta redacción mantienen que por el actual trazado no podrán circular este tipo de composiciones de ancho ibérico convencional, por lo que retomar la idea de que los trenes pasen por el sur de Loja adquiere mayor relevancia. La derivación del tráfico ferroviario por esta zona permitirá asegurar que la conexión tanto de alta velocidad como convencional sea posible.

El origen de las dudas se centra en los problemas de los sistemas de seguridad que se registraron en su momento en el enclavamiento de Íllora, que controla la vía en varios puntos, entre ellos el tramo que va de la Venta del Rayo-Quejigares hasta Huétor Tájar, en donde la vía vuelve a desdoblarse.

Precisamente este tramo es el que se ha construido sobre el viejo trazado del siglo XIX, y que se ha adaptado para acoger la alta velocidad a costa de reducirla.

Estos sistemas funcionan para las composiciones de alta velocidad pero hay incógnitas de que lo hagan igualmente para el ferrocarril convencional, que sólo podrían hacerlo con trenes adaptados al ancho internacional.

Este es el caso del tren herbicida que el pasado jueves cubrió el trayecto entre Antequera y Granada. Se trata de una formación convencional tirada por una locomotora de mercancías de la Serie 319 y que se dedica a fumigar la vía con el fin de evitar el crecimiento de hierba entre las traviesas, el balasto y los carriles.

Esta máquina regresó ‘de espaldas’ hasta Antequera al no poder realizar la maniobra de poner en cabeza la locomotora, según testigos presenciales.

La importancia del desarrollo de la Variante Sur de Loja para asegurar la circulación convencional reside en que, de entrada, no se puede plantear una red de Cercanías como piden las plataformas ferroviarias de la provincia, al menos en una conexión con Loja.

La inexistencia también de trenes de media distancia tradicionales conllevaría que Granada sólo estaría conectada con Andalucía a través de alta velocidad cuando entren en funcionamiento los servicios Avant a Málaga, Sevilla y Córdoba.

La conexión con Algeciras, existente ahora con transbordos por carretera, obligarían a hacer un cambio de tren en Antequera-Santa Ana, y cuando esté terminada, en Antequera-Ciudad.

La decisión última de implantar servicios ferroviarios de media distancia con el resto de Andalucía dependerá en última instancia de los informes de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, y a partir de ella, será Renfe quien decida si dobla servicios convencionales y AVE, o sólo opta por el tren rápido.

Esta opción sí se da, por ejemplo, en los enlaces Málaga-Sevilla. Sólo en un sentido, los usuarios tienen cinco posibilidades de coger el tren rápido y seis el lento en un día laborable.