El Vaticano amenazó con intervenir la orden ultra instalada en el Zaidín
Su fundador, vinculado con la dictadura argentina, renunció el pasado mes de mayo tras una investigación que detectó graves irregularidades en la captación de adeptos
Carlos Miguel Buela, el sacerdote argentino fundador del Instituto del Verbo Encarnado, instalado en una parroquia del Zaidín, renunció a su cargo el pasado mes de mayo después de que una investigación del Vaticano detectara los métodos sectarios utilizados en la captación de los adeptos. Las familias de los seminaristas habían denunciado a la jerarquía eclesiástica argentina que muchos de los seminaristas, tras su ingreso en el instituto, habían roto los lazos familiares y se "habían entregado" a las órdenes de Buela. Tras la sustitución este verano de Buela, la Iglesia argentina recomendó a través de varios decretos que los sacerdotes fueran repartidos por diferentes países. Los miembros del instituto están en 16 países diferentes y en 31 diócesis.
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, acogió hace dos semanas a tres sacerdotes de la orden integrista y les concedió la administración de una de las parroquias más populares del Zaidín, la del Ángel Custodio. Los sacerdotes granadinos que atendían el templo del Zaidín fueron jubilados y a dos de ellos el Arzobispado les adjudicó un nuevo destino como capellanes. Manuel Reyes, vicario general, aseguró a este periódico que la presencia del Verbo Encarnado supone un enriquecimiento para la diócesis. Tras ser preguntado si conocía el controvertido pasado del instituto argentino y de su fundador respondió: "Lo importante es el trabajo que puedan desarrollar estas personas".
La dimisión de Buela el pasado mes de mayo, a través de una carta en la que alegaba problemas de salud, frenó la intervención del Vaticano. La investigación eclesiástica, de la que estaba al tanto el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, concluyó que el reclutamiento se hacía "sin la necesaria prudencia para acompañar los procesos y sin el debido respeto por la libertad de los candidatos". Los familiares denunciaron que una vez dentro del instituto los seminaristas no recuperaban la libertad. Benedicto XVI, según la prensa argentina, decidió enviar un comisario pontificio para intervenir el Verbo Encarnado, del mismo modo que había hecho antes ante el escándalo de pederastia con los Legionarios de Cristo.
Sin embargo, el Papa dio marcha atrás después de que Buela enviara una carta de renuncia en la que agradecía al Papa su determinación final de "impedir el envío de un comisario pontificio". En la misiva de renuncia Buela hacía referencia a los problemas habidos en el pasado por sus reticencias a aceptar el Vaticano II. Se despedía así: "Como expresé a Vuestra Santidad en mi súplica, estimo oportuno retirarme nuevamente del oficio de Superior General, como ya lo hice una vez en 1994. Por tanto, por medio de la presente y de buen grado, presento a Vuestra Santidad mi renuncia al oficio de Superior General del Instituto del Verbo Encarnado. Profundamente agradecido por la benignidad mostrada hacia mí y los miembros del instituto, lo saludo cordialmente implorando su paternal bendición".
La web personal del fundador (www.padrebuela.com.ar) contiene la transcripción de las homilías y los libros del fundador del controvertido instituto, en la que atiza a lo que él considera el "pensamiento progresista" y censura una serie de conductas que considera viciadas por el Diablo, entre ellas el rock y el baile moderno.
El pasado mes de julio, el sacerdote Carlos Walker, hasta entonces vicario general de la congregación, fue elegido por unanimidad nuevo superior general en sustitución del fundador. Walker llevaba más de quince años vinculado al instituto.
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