Volverán los coloridos abejarucos…

El abejaruco es un ave inconfundible por la multitud de colores que presenta en su plumaje: pecho azul, vientre verdoso, cabeza canela, garganta amarilla y la lista negra, a manera de antifaz, que adorna su ojo. Tiene un pico típico de insectívoro, largo, fino y algo curvo. La cola también es larga, especialmente las dos plumas centrales, que le proporciona un aspecto estilizado. Apenas existen diferencias entre ambos sexos. Los machos lucen un color castaño más oscuro y brillante en las zonas dorsales. Las hembras poseen tonalidades más verdosas en las alas y en el obispillo. Los jóvenes son de colorido más apagado y tonos más verdosos, con el iris marrón y con la línea negra de la garganta poco definida o ausente.

Tiene el tamaño de un zorzal común. Mide entre 25 y 29 cm de largo y una envergadura alar de unos 36 cm. Su peso oscila entre los 50 y los 70 gramos. Viven entre 5 y 10 años.

Aparte de por su colorido -uno de los más llamativos de las aves europeas-, que incluye todos los colores del arco iris, resulta muy fácil de reconocer al abejaruco por su característico reclamo, un 'pi-pi-pi-prruut', muy característico e inconfundible, que repite de forma incesante. Habitualmente lo emite en vuelo y puede escucharse a largas distancias.

Taxonomía. El abejaruco europeo o común, (Merops apiaster), es el único representante de la Familia Meropidae presente en Sierra Nevada. Está incluido en el Orden de los Coraciiformes, junto al martín pescador, la carraca y la abubilla, que se caracterizan por colores vivos y voces distintivas y ser grandes consumidores de insectos.

Etimología. El nombre común de esta especie hace referencia a que se trata de un especialista en el consumo de abejas, ( a las que arranca el aguijón antes de engullir), aunque también se alimenta de otros insectos voladores. El nombre del género Merops viene del griego y significa "que parte la voz", aludiendo al característico sonido que realiza. Apiaster viene de Apis=abeja (que a su vez parece derivar de apium que sería la planta de las abejas).

Distribución y hábitat. El abejaruco común se distribuye por la mitad meridional del Paleártico. Inverna en el África tropical, en dos regiones separadas: una franja en África occidental, y un amplio sector, más al sur, entre el Congo y Zimbawue. Tiende a posarse en cables y ramas secas, donde se distingue sin dificultad su pico lago y ligeramente curvado, su esbelta silueta y su cola larga de la que sobresalen las rectrices centrales. Consume con fruición abejas, avispas y libélulas, sin desdeñar saltamontes y otros insectos de tamaño medio. Vive en terrenos abiertos con arbustos y árboles diseminados, siempre que sean planos o suavemente ondulados, a condición de que existan cortados terrosos donde excavar sus nidos, lo que lleva a veces a encontrarlo en riberas arcillosas despejadas o incluso en cunetas amplias de caminos y pequeñas carreteras. Es marcadamente termófilo siendo difícil encontrarlo criando por encima de los 1.500 m, aunque en la migración supera las altas cumbres del macizo, alcanzando altitudes superiores a los 3.500 m.

Reproductora común en Sierra Nevada donde llega en abril y empieza a marcharse a finales de julio o primeros de agosto, cuando se agrupan para su viaje migratorio al continente africano. Se detectan aves en migración activa hasta finales del mes de septiembre, correspondiendo estos registros tardíos probablemente a ejemplares en paso desde el norte de la Península que atraviesan Sierra Nevada camino del continente africano.

A finales de noviembre de 2014, el grupo SEO-Sierra Nevada detectó grupos de individuos en varios lugares de la provincia incluyendo la zona de La Zubia y el parque periurbano de la Dehesa del Generalife.

En la Estación Ornitológica de Padul se realiza un seguimiento específico de la fenología de esta especie lo que nos permite conocer el impacto del cambio climático en la migración de estas aves que, como ocurre con otras especies, está adelantando su llegada y retrasando su regreso.

Conservación. La escasez de abejas y colmenas parece afectar a la ocupación de los diferentes territorios de cría, cuando las aves llegan en primavera. El uso excesivo de insecticidas limita el recurso trófico sobre el que el abejaruco preda. En el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas aparece en la categoría "De interés especial".