Vox Granada en las elecciones generales: entre vasos y escaños, ¿otras elecciones?
Crónica del 10-N
La formación triunfadora de la noche augura una España ingobernable y quiere otros comicios para consolidar su crecimiento "exponencial"
Repetirá Macarena Olona como diputada por Granada y se queda a casi 5.000 sufragios de que Onofre Miralles obtuviera el segundo escaño
Granada/"Fa un fred de collons". Tenía guasa que a apenas 50 metros de la sede donde Vox iba a seguir el recuento de votos de las elecciones generales dos catalanes buscasen cobijo en el Burger King de Puerta Real. La formación de extrema derecha escogió la Sala Aliatar como meeting point, como espacio de reencuentro de su militancia en Granada para festejar unos resultados históricos.
Una discoteca, la misma en la que celebraron los tres concejales obtenidos en el Ayuntamiento de Granada, como talismán para contemplar otro nuevo crecimiento, en su caso casi exponencial, de diputados en el Congreso de los Diputados.
Así, entre copas de cerveza, alguna bebida espirituosa, unos cuantos Nesteas, y bandejas con jamón, queso, frutos secos y patatas fritas, los líderes del partido en Granada observaron cómo, sin prisa pero sin pausa, el botín de escaños iba creciendo hasta darles 52 asientos en el Congreso.
En los comentarios, la incredulidad por haber conseguido penetrar en barrios obreros (Vox ha obtenido un segundo puesto en la estación de Bomberos de la zona Norte), y el lamento por no haber conseguido superar sus registros en el centro de la capital, teóricamente afín.
También se empezaban a hacer cábalas de Gobierno y hasta se vaticinaban nuevas elecciones. "Un año puede durar esto", se oía. Hasta con una posible grosse koalition a la alemana con PSOE y PP, con la que Vox arrebatarían a los populares su espacio "de la misma forma que lo ha perdido Ciudadanos".
La cosa estaba emocionante. El escaño de Macarena Olona estaba prácticamente asegurado y Onofre Miralles, concejal en la capital y número 2 de Vox en la lista a la Carrera de San Jerónimo, se disputaba a cara de perro con el Partido Popular. Llegó a estar a algo más de 3.000, pero una vez superado el 70% del escrutinio empezaban a asumir que se iba a quedar a las puertas del segundo puesto.
Con la ausencia de Macarena Olona en Granada, que repetirá en esta legislatura como diputada electa por Vox en Granada, debido a su avanzado estado de gestación, fue un Onofre Miralles de mirada brillante y sonrisa de amplio rango quien puso voz a la ilusión de Vox.
"España crece; España siempre". Esas fueron las primeras palabras de valoración del 2 de Vox por Granada a preguntas de los periodistas, ya que esta vez no hubo discurso post-electoral, y el encargado de prensa de la campaña se afanaba en que Macarena Olona le enviase algún vídeo o audio de reacción.
Pese a ello, para Miralles "es una brutalidad la subida que ha tenido nuestra formación. Hemos querido ser prudentes desde el principio de este proceso electoral, y el resultado de 28 diputados más no deja de ser súper ilusionante".
El segundo de la lista de Vox en la provincia ha revelado una conversación con Macarena Olona, que le "ha transmitido toda su fuerza. Sabemos que viene con medio diputado más, su pequeño. Ha estado en contacto en todo momento y en toda la campaña", ha afirmado Miralles.
"Hay sorpresa, para nosotros y para el resto de formaciones, que nos miraban como el patito feo, pero Vox es la España que madruga, que ilusiona, y que sonríe hoy", ha declarado Onofre Miralles, quien ha restado importancia a no haber conseguido el segundo diputado que le concedían los primeros sondeos a pie de urna.
"En Granada estamos por encima del porcentaje de Andalucía, por lo que no es la espinita, son los caprichos de la ley", ha dicho Miralles en referencia al sistema d'Hondt. "El reparto va como va pero estamos muy contentos".
Pero en Vox quieren más, o eso expresan. De hecho, quieren hasta que haya nuevas elecciones. Se hablaba en los corrillos y lo ha confirmado el propio Miralles: "Eso será el señor Sánchez y los que han provocado esta situación. Ojalá haya un nuevo proceso electoral dentro de poco tiempo porque el crecimiento exponencial de nuestra formación nos llevará pronto a estar donde España merece, que es en el Gobierno".
Así, tal cual, Vox no ayudará, por si quedaba alguna duda, a formar un Gobierno en el país, y quiere terminar de surfear la ola hasta alcanzar la cresta.
"Si sigue la lucha de egos y sillones a la que nos tienen acostumbrados los políticos al uso, quizás nos veamos abocados a un nuevo proceso electoral. Veo que no han sido capaces de entenderse. Cuando las sumas daban para un Gobierno estable, ahora sigue habiendo posibilidades, véase un apoyo del PP al señor Sánchez, pero eso no debemos valorarlo. Nosotros nunca apoyaremos a este PSOE", ha sentenciado Miralles.
"Nosotros vamos a seguir haciendo una oposición férrea y honesta como merecen los granadinos", ha contestado Miralles hacia una posible influencia de estos resultados electorales en la gobernabilidad del Ayuntamiento de Granada, con un alcalde de Ciudadanos, y ante el próximo escenario de acuerdos de Gobierno de la nación.
Y entre aplausos y una foto de familia, los militantes de Vox en Granada se metieron de nuevo en la sala para seguir tomando sus cervecitas y sus vinitos en animadas charlas políticas.
Había menos gente que en las elecciones de abril, algo más de un centenar. Eso sí, ruidosos. A Gabriel Rufián, líder de ERC, y a Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, les dedicaron unos cuantos algunos insultos, desde "golfo", "fuera" o "fracasado" a menciones a las madres de los candidatos de la izquierda. No fueron secundados, al igual que una persona gritó "viva Franco" sin respuesta.
La televisión presidía todo. No había ni cánticos ni pusieron pasodobles como hace medio año. ¿Es la madurez política de Vox? Se viene una legislatura para comprobarlo.
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