La XVII edición del Premio Ciencias de la Salud-Fundación Caja Rural Granada recae en un novedoso trabajo sobre las enfermedades cardiovasculares
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Almudena Ramiro y su equipo han identificado una proteína diana para el diagnóstico y tratamiento de estas patologías
La doctora Almudena Ramiro, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares de Madrid, ha obtenido el XVII Premio Ciencias de la Salud Fundación Caja Rural Granada, por un trabajo sobre el tratamiento de la aterosclerosis. En 2007 Ramiro recibió del Consejo Europeo de Investigación una ayuda ERC Starting Grant como apoyo para sus investigaciones y recientemente ha publicado un estudio en la prestigiosa revista Nature, en el que han identificado una proteína que puede convertirse en una futura diana tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de la enfermedad cardiovascular
Este premio dotado con 25.000 euros es una decidida apuesta de Fundación Caja Rural Granada por apoyar la investigación científica. El certamen cuenta con un reconocido prestigio entre la comunidad científica como lo atestigua el hecho de que importantes figuras de la investigación biosanitaria de este país, como María Blasco, Valentín Fuster, Manel Estller, Eduard Batlle, Daniel López o José Javier Lucas, hayan sido galardonados en anteriores ediciones. La investigación granadina también se ha visto reconocida, por ejemplo, en los trabajos de Javier Martín sobre esclerodermia o en los estudios de Mario Delgado y Elena González-Rey acerca del efecto de la cortistatina en los sistemas inmunológicos, cardiovascular y nervioso. Los tres forman parte del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra sito en Granada.
El pasado año el galardón recayó en el doctor Ignacio Melero, del Centro de Investigación Médica Aplicada y la Clínica Universidad de Navarra, cuyos estudios buscan la manera de disminuir los efectos negativos de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer.
Trabajo premiado
Las enfermedades vasculares representan la principal causa de muerte en el mundo occidental. Los infartos de miocardio o cerebrales son consecuencia de la formación de trombos que obstruyen las arterias y provocan la destrucción del tejido afectado por falta de riego sanguíneo. La creación de estos trombos, a su vez, es consecuencia de un proceso inflamatorio de los vasos sanguíneos, que permanece asintomático durante mucho tiempo, conocido como aterosclerosis. Desde hace años se sabe que existe una fuerte relación entre autoinmunidad y aterosclerosis, pero los motivos por los que el sistema inmunitario reacciona frente a estructuras propias y causa el daño vascular no son bien entendidos.
La doctora Ramiro y su equipo han abordado este problema utilizando una tecnología muy innovadora que implica el estudio de los genes de las células B, productoras de anticuerpos. Los linfocitos B son actores clave de la respuesta inmune, principalmente a través de la generación de un repertorio enormemente diverso de anticuerpos protectores que reconoce patógenos y moléculas extrañas con una especificidad exquisita. Sin embargo, la mala regulación de la función de los linfocitos B también puede asociarse con múltiples condiciones de salud, incluidas las deficiencias inmunitarias, la autoinmunidad y el cáncer.
A través de esta investigación, han podido identificar 56 anticuerpos relacionados con el proceso de aterosclerosis, de los que un tercio reaccionaba directamente con la placa aterosclerótica. El análisis más detallado reveló que uno de ellos (llamado A12) era particularmente importante, y se dirigía contra la molécula ALDH4A1. Esto permitió distinguir una de las principales dianas frente a la que el sistema inmunitario dispara una autorespuesta.
La importancia de este hallazgo quedó confirmada cuando se descubrió que los valores de esta molécula están alterados durante la aterosclerosis, aumentando conforme lo hace la enfermedad. Además del valor como biomarcador de la evolución de la enfermedad que tiene este hallazgo, fue especialmente importante el hecho de que la utilización como bloqueante del anticuerpo A12 era capaz de reducir notablemente los niveles de colesterol libre y la formación de la placa aterosclerótica.
Reconocimiento internacional
El jurado del premio ha valorado la calidad de los resultados, la originalidad y la importancia clínica de los mismos, puesto que además de identificar una estructura diana de la respuesta inmunitaria alterada, el anticuerpo A12 puede suponer una estrategia completamente novedosa y de gran relevancia para el tratamiento futuro de los pacientes con patologías vasculares.
El comité de expertos estuvo integrado por representantes de las instituciones organizadoras y colaboradoras: Ignacio Molina (Centro de Investigación Biomédica de Granada), Lourdes Núñez (Fundación Pública Andaluza Parque Tecnológico de la Salud, entidad coorganizadora del Premio junto a Fundación Caja Rural Granada), Javier Martín y Elena González (Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra), Jorge Fernández (Colegio de Médicos de Granada), Fernando Martínez (Colegio de Farmacéuticos de Granada), Francisco Cepero (Responsable del Servicio Médico de Caja Rural Granada) y Mª Eugenia Penela (Consejería de Salud de la Junta de Andalucía).
Almudena Ramiro (Madrid, 1971) se licenció en Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994 y obtuvo su título de Doctora en Ciencias y Premio Extraordinario de Tesis Doctoral en la misma universidad en 2000. En 2001 Ramiro se incorporó al laboratorio del doctor Michel Nussenzweig en la Universidad Rockefeller (Nueva York, EEUU), donde realizó su trabajo postdoctoral. Desde 2011 lidera el laboratorio de Biología de Linfocitos B en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares.
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