1, 2, 3, ¡ábaco!
Más de 800 niños de la provincia siguen el programa Aloha de desarrollo mental para mejorar sus habilidades

¿Sería usted capaz de realizar mentalmente, sin calculadora, lápiz y papel, la operación 25+365+670-847? Seguro que le llevaría un tiempo en caso de ser capaz de hacerlo. No es imposible, pero para conseguir esa destreza hay que entrenar la mente. ¿Y que pensaría si le dijeran que los niños con el entrenamiento adecuado pueden hacerlo de forma sencilla y en cuestión de segundos? Pues es cierto. Pues es cierto y la solución no está ni en una calculadora ni en una aplicación de móvil de último modelo, sino en un instrumento que tiene siglos de historia: el ábaco.
Este es el programa que desarrolla desde 2012 en el centro Aloha Mental Arithmetic de Granada, que llega a unos 40 colegios de la provincia y cuenta con una academia propia en la capital. Y el éxito es tal que han pasado de tener 70 alumnos en 2012 a superar los 800 este año.
Pedro Barbe, director del programa Aloha en la provincia de Granada, descubre el secreto: aprender con juegos y desde la infancia a entrenar la mente desarrollando las funciones del hemisferio derecho. "El niño tiene la capacidad de poder reproducir en su mente un ábaco y a partir de ahí hacer cualquier operación de cálculo. Los adultos no tenemos esa capacidad pero si desde pequeño se adquiere, ya queda para toda la vida". Y no sólo sumar o restar, sino dividir, multiplicar y hacer hasta raíces cuadradas y potencias.
El método es muy sencillo y con dos horas semanales a base de juegos se aprende todo. Y funciona. Y no sólo lo dicen los profesores sino que los padres lo corroboran. Elena González, por ejemplo, lleva a sus dos hijos de 6 y 4 años y es una de sus principales defensoras. "Los resultados son increíbles. La niña está feliz. Es muy inquieta y nerviosa y con este método adquiere capacidad de concentración. Es capaz de sentarse, pensar, concentrarse y hacer las cosas. Además tiene una agilidad mental de vértigo", señala Elena, quien además asegura que los niños están encantados con ir a las clases y no se hace tedioso. Esta opinión la comparte Montse Sánchez, que lleva al centro a sus tres hijos de 7, 6 y 4 años. "Están muy contentos y motivados y se lo pasan muy bien", apostilla.
"Durante la clase se comienza con un juego para captar su atención, después hacemos un test de velocidad con escritura y dictado, trabajamos la orientación espacial, pasamos al cálculo aritmético sólo con el ábaco o con el ábaco y las manos y terminamos con un juego", explica la coordinadora Raquel Lara.
El programa está destinado a niños de 5 a 13 años. Después de los nueve primeros meses de clase la mejoría se empieza a notar en el colegio. No en vano, está demostrado que las personas sólo aprovechan entre un 2 y un 3% su potencial cerebral. Es motivo suficiente para poner remedio e intentar sacar más partido a las posibilidades del ser humano.
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