La Abadía del Sacromonte y la central eléctrica de El Fargue, los puntos a defender en el incendio de San Miguel de Granada
Fuego
Las llamas se quedaron a pocos metros del monumento pero no le afectaron
Los cables eléctricos dificultaron la labor de los medios aéreos
El incendio arrasa 100 hectáreas y ya se piensa en la reforestación
El incendio en el cerro de San Miguel que comenzó en la tarde de este domingo tuvo un punto clave y muy preocupante: la Abadía del Sacromonte. El espacio monumental y religioso estuvo amenazado seriamente por las llamas, que se acercaron hasta pocos metros de sus muros. De hecho, la labor principal de los Bomberos de Granada, en coordinación con el Infoca, fue la de "defender" la Abadía evitando que el perímetro del fuego se extendiera hasta el recinto sacromontano, algo que se llegó a ver cercano por la evolución del viento, que empujó las llamas hasta el monumento.
El alcalde de Granada, Paco Cuenca, ha dicho que fue un momento de gran preocupación y el jefe de los Bomberos de la capital, Gustavo Molino, ha explicado cuál fue su labor para defender la Abadía y que no le afectaran las llamas, una experiencia que ya ha vivido la Abadía en su historia.
Así, los bomberos actuaron primero sobre la zona de las cuevas de San Miguel, afectadas por la cercanía al inicio del foco del incendio, junto al mirador. "Cuando quedó controlado todos los medios se dirigieron a la Abadía y el Camino del Monte porque recibimos llamadas alertantes que indicaban que podría haber viviendas afectadas. Finalmente no fue así y se cortó el avance del fuego en la Abadía y el Camino del Monte. Esa fue nuestra labor hasta las 01:30 horas, que se dio por controlada la zona y se pasó a trabajar en zonas forestales, como es el barranco que estamos a la espera de su evolución", ha explicado Molino.
Y hubo peligro real para la Abadía. "Sabíamos cuál era la evolución por los vientos dominantes y nos hizo pensar que avanzaba dirección a la Abadía. Sin medios se podría haber visto afectada pero eso son ya suposiciones. Nosotros siempre intentamos trabajar en los medios y en las viviendas y cuando vimos la evolución fue el primer punto en el que trabajamos", explica.
Otro punto preocupante era la estación eléctrica de El Fargue. Las llamas no se acercaron tanto pero su posición en la zona del incendio también mantuvo alerta a los técnicos del Infoca y a los Bomberos. De hecho, la existencia de los cables de alta tensión en la zona fue un elemento que condicionó la labor de los medios aéreos del Infoca, que tuvieron que extremar las precauciones. Además, hicieron que el agua tuviera que tirarse desde más alto ante la imposibilidad de descender en algunos puntos, por lo que la efectividad inmediata del medio contras las llamas era menor.
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