El abogado de la granadina Juana Rivas pide a la justicia "sensibilidad" con las víctimas de violencia machista
Carlos Aránguez,: Las víctimas de delitos sexuales y de violencia de género a veces "tienen una postura absolutamente errática", o "histriónica"
Se jubila el juez que condenó a Juana Rivas con causas abiertas en Granada
Granada/El profesor de Derecho Penal de la Universidad de Granada, Carlos Aránguez, y también abogado defensor de Juana Rivas, la madre de Maracena (en el área metropolitana de Granada) condenada por la sustracción de sus dos hijos menores, ha planteado este martes propuestas para que la justicia mejore su "sensibilidad" hacia las víctimas de violencia machista. Según ha señalado, estas víctimas en ocasiones pueden mostrar actitudes erráticas o incluso histriónicas.
Aránguez realizó estas declaraciones durante su intervención en el grupo de trabajo sobre la lucha contra la violencia de género en Andalucía del Parlamento andaluz. Allí también destacó aspectos que, a su juicio, configuran un caso de "violencia institucional" en relación con Juana Rivas.
La granadina fue condenada a dos años y medio de prisión tras trasladarse en 2016 a España con sus hijos desde Italia, con la intención de no regresar, sin el consentimiento del padre. En el verano de 2017, permaneció un mes en paradero desconocido con los menores, desobedeciendo las resoluciones judiciales que le exigían entregarlos al progenitor, a quien había denunciado previamente por malos tratos.
Aránguez ha comparecido en este grupo de trabajo del Parlamento andaluz para indicar que España tiene una "excelente" normativa en materia de violencia de género y que la autonómica es "satisfactoria" pero que existe a su parecer "falta de sensibilidad" y "desconocimiento" en el aparato judicial y jurídico con las víctimas para lo que ha planteado tres posibles acciones, comenzando por la necesidad de que se implementen en cada una de las ocho provincias andaluzas clínicas legales en cooperación con las facultades de Derecho de las universidades andaluzas.
Se trata de una medida de relativo "bajo coste" para dar una "aproximación a la perspectiva de la víctima por parte de los estudiantes" para ir superando el "divorcio entre la teoría y la práctica" y con la que poder superar "en muy poco tiempo la percepción de los operadores jurídicos" sobre estas personas, ha detallado Aránguez, con base en sus más de 30 años de ejercicio profesional.
Las víctimas de delitos sexuales y de violencia de género a veces "tienen una postura absolutamente errática", o "histriónica" que puede ser a su vez "absurdamente pasiva" y otras "agresiva" por lo que "cualquier profesional que entre en contacto con ellas tiene que tener esta empatía para saber a lo que se está enfrentando".
Además ha propuesto una certificación de especialización en violencia de género para los profesionales que atienden en "ventanilla" o a partir de la primera línea a las víctimas, incluyendo a miembros de las fuerzas de seguridad o de la asistencia letrada de oficio, para quienes "en muchos casos simplemente escuchar les puede ser de enorme utilidad".
En tercer lugar ha propuesto revisar "cómo ha evolucionado el consenso" que ha habido sobre esta materia, señalando "con cierta desesperanza que hay ciertas quiebras recientes", y enfatizando que es necesario "transmitir a la sociedad" un "absoluto y monolítico rechazo contra la violencia de género" aunque desde él se difiera en otras cuestiones como pueden ser, según ha puesto como ejemplos, la prostitución o los derechos de las personas transexuales.
Caso Juana Rivas
Ha ejemplificado por último el de Juana Rivas como un caso de "violencia institucional", una cuestión que ha dicho es "absolutamente residual" --pues en general ha considerado el sistema de justicia español como "bastante aceptable con una gravísima lacra que es la lentitud"--, pero que en procesos como el de la madre de Maracena, según Aránguez, se ha dado.
En concreto se ha referido a los orígenes del caso en los que se procedió en su opinión "pisoteando los derechos de la víctima", y ha repasado los detalles de un "proceso complejísimo" en el que, cuando se hizo cargo de la defensa, empezó a dar pasos para revertir el proceso en Italia, también en el ámbito de la violencia familiar, y más allá de la condena por sustracción de menores a Rivas, que se convirtió, ha reconocido Aránguez, en "una delincuente" sintiéndose "victimizada por el sistema" y en la creencia de que estaba "protegiendo a sus hijos".
"Este es un caso en el que hay un error inicial y un corporativismo feroz" en la judicatura, ha resumido el abogado defensor de la madre de Maracena.
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