Los accidentes más aparatosos del Metro de Granada en sus 7 años de vida: desde colisiones con ambulancias hasta la caída de los cables
Es la primera vez que se produce un atropello mortal, pero las colisiones son más que habituales con una plataforma que tiene su recorrido casi al completo por superficie
La víctima mortal del Metro de Granada se habría tropezado al intentar cruzar
Granada/El atropello mortal ocurrido en la tarde de este jueves en la parada de Argentinita es el primer accidente con víctimas mortales que se ha registrado en el Metro de Granada desde su puesta en funcionamiento oficial el pasado 21 de septiembre de 2017. Sin embargo, en los siete años de historia de esta infraestructura, que discurre mayormente por superficie salvo en tres paradas, los accidentes son una constante.
Los más habituales son colisiones entre vehículos y el tranvía. Eran casi diarios en los primeros meses de funcionamiento de este transporte público, ya que los conductores de turismos tenían que acostumbrarse a circular a la vez que lo hacía el metro. En algunos casos han dejado heridos de gravedad, pero nunca han resultado con fallecimiento.
Fueron pasando los años y las incidencias de este tipo bajaron, habiendo aún despistes principalmente de conductores que fuerzan frenazos de la infraestructura. Por contra, subieron los incidentes con peatones, por imprudencias, accidentes o despistes debido a estar la gente ya acostumbrada a convivir con los convoys. Pero nunca habían llegado a ser de tan gravedad como el ocurrido este jueves, que ha acabado con la vida de un hombre de 80 años.
No hay datos públicos que indiquen cada cuanto tiempo se produce un accidente entre un vehículo o un peatón y un metro en Granada, por lo que obtener una media de cuantos sucesos a la semana o al mes se registran en Granada es casi imposible. La mayoría no saltan a la prensa ni son notificados porque apenas se saldan con un pequeño choque que daña levemente tanto a turismo como a tranvía. Cuando son más graves, si obligan a establecer servicios parciales para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actúen.
Para tratar que estos sucesos sean lo menos grave posible para las personas, es habitual que el Metro de Granada realice simulacros de accidentes, en los que intervienen operarios, fuerzas de seguridad, operativos de emergencias y figurantes voluntarios. Estas actividades permiten "poner a prueba el Plan de Autoprotección del Metro de Granada y ayuda llevar a cabo la explotación comercial del metro en óptimas condiciones de seguridad", resaltaba la consejera de Fomento, Rocío Díaz, en el último de estos ejercicios, que se realizó el pasado diciembre de 2023.
Los atropellos, lo más peligroso
Son los menos habituales, pero se producen y están a la orden del día. Principalmente por despistes de peatones cruzando las vías cuando no deben, mirando su teléfono móvil, o con auriculares puestos que impidieron oír la campana de aviso del tranvía. Los atropellos del Metro de Granada a personas que cruzan las vías se dan con asiduidad, aunque en los siete años de servicio de la infraestructura nunca habían terminado en resultado de muerte.
Uno de los más graves se produjo hace apenas unos meses, el 20 de mayo, cuando un hombre fue atropellado por el tranvía a la altura de la Iglesia de San Miguel, en Armilla. El fuerte traumatismo craneoencefálico que le produjo obligó a ingresarlo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico San Cecilio, pero no se temió por su vida.
Un año antes, el 31 de mayo de 2023, un menor de 14 años resultaba herido tras ser atropellado entre las paradas de Andrés Segovia y Palacio de Deportes, a la altura del espacio deportivo de Núñez Blanca. Pese a lo aparatoso, no fue grave y recibió el alta un día después. Al parecer, según las investigaciones, el joven habría saltado la valla de seguridad haciendo uso de un móvil, sin percatarse de que se aproximaba el convoy que le dio un golpe.
Estos son solo algunos ejemplos, pero nadie está exento de sufrir un accidente si camina junto al Metro. Para tratar de evitarlos, se recomienda siempre estar alerta de las señales luminosas y acústicas del tranvía, cruzar por los pasos de peatones habilitados y siempre cuando los semáforos lo permitan. E incluso, antes de cruzar, siempre mirar a ambos lados para comprobar que no hay riesgo al invadir las vías. En las paradas, se recomienda no cruzar la línea amarilla a la llegada de un metro, y si es necesario cruzar al otro andén hacerlo por los extremos y nunca por el centro.
Las colisiones con vehículos, lo más habitual
En los siete años de funcionamiento, ha habido accidentes de tráfico de todo tipo con el Metro de Granada. Y en todos sus tramos, no se libran ni Armilla, ni Granada capital, ni Maracena ni Albolote. Por poner un ejemplo, hace casi un año el conductor de una furgoneta de reparto de paquetería chocaba violentamente contra un metro que viajaba en sentido Albolote a la altura de la rotonda de Avenida Dílar, en el PTS. El conductor resultó herido.
Las colisiones más habituales se dan precisamente en la zona entre Villarejo y Cerrillo de Maracena. Las amplias y largas avenidas por las que se cruza la infraestructura hacen que los conductores de turismos se confíen y se produzcan los despistes, la principal causa de estas colisiones. La última, el pasado 10 de septiembre, cuando un todoterreno impactó contra el tranvía tras cruzar la rotonda desde la avenida de la Argentinita en dirección Federico García Lorca cuando el semáforo estaba en rojo para el paso del Metro. Resultaron heridos tanto conductor como pasajero, que fue quien recibió el impacto más fuerte.
De estos despistes y colisiones no se libra ni siquiera la Guardia Civil. El pasado mes de abril, una furgoneta del Instituto Armado colisionaba contra el Metro a la altura de Caleta cuando ya caía la noche. Después de salir de las dependencias de los juzgados, el conductor perdió el control e invadió las vías del Metropolitano coincidiendo con el paso de los vagones en dirección Armilla. La locomotora frenó, pero no pudo hacer nada por evitar el golpe. No se produjeron heridos, aunque la imagen fue grabada y fotografiada por muchos curiosos en esos momentos se encontraban en la zona.
Incluso en pleno estado de alarma, con el confinamiento a consecuencia del Covid-19 aún vigente, una ambulancia chocó e incluso llegó a volcar tras el golpe con el Metro. El tranvía se dirigía a las cocheras cuando colisionó con el vehículo de seguridad en la Avenida Blas de Otero de Maracena. No hubo heridos entre los pasajeros, y el transporte viajaba sin atender ninguna emergencia. Semanas antes, el 23 de abril, fue un turismo el que se empotró si causa aparente contra una parada del Metro en la zona del PTS.
Sucesos curiosos sin heridos
Pero no todos los incidentes que se producen con el Metro de Granada son colisiones o atropellos. En los siete años de servicio de este transporte público se han vivido sucesos de lo más variopintos que afortunadamente se han saldado sin heridos.
El más sonado en los últimos meses fue la caída de una catenaria que alimentan de electricidad al Metro en la glorieta de la calle Sebastián de la Gomera con la avenida Federico García Lorca, debido a que un camión-grúa enganchó los cables de la misma y los acabó volcando. Esto ocurrió en julio de este mismo año y produjo un corte de casi un día en esa zona, con servicios parciales. Afortunadamente, no hubo heridos ni más afección que a la propia estructura.
Otro suceso curioso que afortunadamente terminó sin consecuencias fue la aparición de un coche por el subterráneo del Metro de Granada. Un conductor ebrio circuló por la zona de las vías de las tres paradas del subterráneo del Metro, desde el Zaidín hasta el Campus de Fuentenueva, en enero de 2022. Los hechos ocurrieron cuando sobre, la 1:00 horas se recibió una llamada del servicio de vigilancia privada del Campus de Fuente Nueva de la UGR, informando que un conductor había accedido circulando con un turismo al interior del recinto universitario.
Al estar todos los accesos a vehículos cerrados, dicho conductor solo podía haber entrado al interior del Campus a través del subterráneo del metro, hechos que se constatan posteriormente con el servicio de seguridad del Metropolitano de Granada. En concreto, el turismo había iniciado la circulación en superficie por las vías en calle Andrés Segovia, entrando al tramo subterráneo por Avenida de América y recorriendo todo el tramo subterráneo en dirección a Albolote hasta la Universidad. Afortunadamente, no pasaba ningún convoy en ese momento, por lo que sólo quedó en un susto.
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