Una unidad mixta entre UGR y el Ciemat asumirá la captación de fondos para el acelerador

La Universidad de Granada (UGR) y el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnologías (Ciemat) han dado un nuevo paso para traer a los terrenos de Escúzar la mayor instalación científica en España, un ambicioso proyecto internacional que tiene como objetivo lograr una nueva fuente de energía a través de la fusión: El IFMIF Dones, cuya construcción supone una inversión de entre 400 y 600 millones de euros, un periodo de construcción de 10 años y un periodo de operación de 20 años.

Las dos instituciones han acordado crear una unidad mixta desde la que se abordará la preparación de proyectos para captar fondos, además de propiciar que los grupos de investigación de la Universidad interesados en participar –como los de Física, Química, Ciencias de la Tierra, entre otros ámbitos del conocimiento– modelen sus líneas de trabajo. Ya se han atado dos millones, gracias a la inclusión del acelerador dentro de la hoja de ruta del ESFRI 2018 (siglas en inglés de Foro Estratégico Europeo de Infraestructuras Científicas–, que la catalogó como infraestructura estratégica para la consecución de los objetivos marcados desde el Consejo Europeo.

La unidad mixta que se constituyó tras la firma entre el director general del Ciemat, Carlos Alejaldre, y la rectora de la UGR, Pilar Aranda, del convenio de colaboración para impulsar la labor científica tanto en España como a nivel internacional, en materia de Fusión Nuclear y otras disciplinas relacionadas –y que actualiza y amplía el original de 1993– supone “dar estructura” a la labor que ya se está desarrollando y que, además, se haga de forma “coordinada”, indicó Ángel Ibarra, jefe de la División de Tecnologías para la Fusión del Laboratorio Nacional de Fusión del Ciemat. “Conforme se lance nuevas fuentes” de financiación “acumularemos más gente”, indicó Ibarra, una de las personas clave en la candidatura de Granada.

Aranda indicó que la unidad recién constituida es una herramienta temporal, ya que la idea es constituir un “consorcio” participado por la Junta y el Gobierno de España. La “complejidad” en este trámite ha propiciado que se cree ahora este elemento con el fin de tramitar “solicitudes” en las convocatorias de investigación, “abrir nuevas líneas de investigación”, profundizar en la “formación de personal” o el desarrollo de los “estudios económicos” sobre el proyecto. “Y eso necesita una estructura”, indicó la rectora. La unidad contará con personal del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la UGR –de hecho, tendrá su sede física para “aspectos más prácticos”, dijo la rectora, en el edificio de Gran Vía– y del Ciemat, y se espera que en el próximo año se incorporen más efectivos a la plantilla. Hasta una decena, según indicó el vicerrector de Investigación, Enrique Herrera.

Para Alejaldre –que desde 2016 es director ejecutivo de la Comisión para la Implementación de IFMIF Dones en España–“es importante” dar un paso “como éste en esta carrera de obstáculos”. El director general del Ciemat reconoció que “tenemos muchísimas cosas que hacer”. Por lo pronto, en este año el proyecto se juega una jugosa financiación a cuenta de los presupuestos europeos. En un avance del Programa Marco que cubrirá la etapa entre 2021 y 2028 –y que sustituirá al H2020 y cuenta con 100.000 millones de euros– se prevé, según Alejaldre, que el IFMIF Dones cuente con una partida de cien millones de euros. Ese documento –aún por aprobar– recoge la dotación específica que se destinará al inicio de la construcción del acelerador en los terrenos de Escúzar.

Antes de que ese presupuesto adquiera firmeza el proyecto preliminar ha conseguido 2 millones de euros de financiación tras una exhaustiva evaluación de un año.

Sobre el trabajo realizado hasta la fecha, Alejaldre –que comparó la candidatura de Escúzar con una maratón, en la que en los “últimos cinco kilómetros” el corredor se puede encontrar con una “barrera”– destacó la “colaboración excelente” entre las instituciones, incluso con cambios políticos como el acaecido en la Moncloa o el más reciente en la Junta. “No he escuchado nunca una voz disidente”, zanjó el responsable del Ciemat.