Un acuerdo permitirá a Granada tener ocho nuevos pulmones verdes en cuatro años

Granada/La creación del gran anillo verde de Granada continúa y tendrá un impulso durante los próximos cuatro años con la creación de ocho nuevos pulmones para la ciudad en el mismo número de distritos. Serán 800 hectáreas que serán restauradas y renaturalizadas gracias al acuerdo entre el Ayuntamiento de la capital, la UGR, y las organizaciones La Huella Verde y Plant-for-the-Planet, suscrito este lunes por todas las partes estableciendo, así, un protocolo de actuación. Este fija el desarrollo de un conjunto de parques tanto en la ciudad como en su entorno de alto valor ecológico y paisajístico conectados por corredores ecológicos en el plazo de cuatro años, explica el Consistorio. La vigencia de este entendimiento se extenderá durante medio siglo, en el que se irá progresivamente aumentando la masa forestal y vegetal de la ciudad para mejorar su convivencia, y que se estrenará durante este mandato municipal con actuaciones en El Fargue, las avenidas García Lorca, Pampaneira y Andalucía, los barrancos del Abogado y la Zorra, Casería de Aguirre y la zona sur del PTS.

Concretamente, el documento firmado proyecta la restauración de bosques y otros espacios paisajísticos en una extensión aproximada de 800 hectáreas, en un periodo de 50 años, si bien el equipo de gobierno, junto con la Universidad de Granada, La Huella Verde y Plant-for-the-Planet, trabajan ya en una primera actuación de plantación en “entornos urbanos,” que permitirá mejorar la “calidad de vida y la sostenibilidad en todos los distritos de Granada, a la vez que fomenta el sentimiento de pertenencia de la ciudadanía a través de su participación en todas las actividades”, en palabras de la alcaldesa, Marifrán Carazo.

Así, las actuaciones iniciales tendrán lugar en los distritos del Albaicín, exactamente en el Parque del Fargue, Beiro, en la avenida Federico García Lorca, una de las zonas en expansión de la ciudad; al igual que la cercana Casería de Aguirre, ya en el distrito Norte. El mirador del barranco del Abogado, perteneciente a la zona Centro, también será objeto de naturalización al igual que el cercano barranco de la Zorra, del área Genil. La avenida de Andalucía, en La Chana, también entra dentro del plan inicial. Otra avenida, la de Pampaneira, en la cercana zona de expasión de los oestes y perteneciente al distrito Ronda, será naturalizada. De hecho, las obras para un gran parque en esta zona, iniciadas por el anterior Gobierno socialista en 2023, están actualmente paralizadas después de que se hicieran los primeros movimientos de tierras. Por último, el Vértice Sur del PTS, en el Zaidín, será otra zona a renaturalizar.

La aspiración de la Huella Verde pasa por recuperar las especies autóctonas mediante la restauración de bosques y otros espacios paisajísticos en una extensión aproximada de 800 hectáreas, aspiración que con un plazo de ejecución de 50 años permitirá, entre otros objetivos, promover un estilo de vida saludable, reducir la contaminación y preservar el agua y la biodiversidad. 

Liderazgo municipal

El Ayuntamiento de Granada, institución que asume el liderazgo del proyecto, ha acogido esta mañana el acto de la firma del nuevo documento rubricado, en nombre de las cuatro organizaciones firmantes, por la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo; el rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, el presidente de la asociación La Huella Verde Granada, José María García Córdoba, y por Jordi Juanós, responsable de Plant-for-the-Planet España.

El Protocolo General de Actuación muestra, en palabras de la alcaldesa de Granada “la apuesta decidida y firme” de instituciones y organizaciones de Granada interesadas por favorecer “un nuevo ecosistema” a través del Anillo Verde en la medida en que “nos comprometemos a través de un calendario de trabajo serio y riguroso a llevar en el plazo de cuatro años a buen término la renaturalización de la ciudad de Granada”.

Carazo Villalonga, tras agradecer la implicación de las instituciones y organizaciones firmantes, con especial atención a la Universidad de Granada, institución que se suma al proyecto para aportar “la investigación, la docencia, el estudio y la transferencia del conocimiento”, ha subrayado que este nuevo marco de colaboración en torno al proyecto del Anillo Verde “fortalece las aspiraciones de Granada para avanzar la creación de un nuevo ecosistema integrado por especies autóctonas”.

Mejora de masa arbórea

El rector de la Universidad de Granada, por su parte, ha añadido que “la UGR está firmemente comprometida con el crecimiento sostenible y la colaboración entre instituciones. La Huella Verde es un ejemplo de ambas cosas y por eso la universidad granadina debe ser uno de los socios fijos de este proyecto. Allá donde haya un esfuerzo y un compromiso con una ciudad más verde y habitable estará siempre la UGR”.

En “colaboración con las asociaciones de vecinos, proyectamos una primera actuación para la mejora de la masa arbórea de los parques y espacios urbanos de los ocho distritos de la ciudad”, ha dicho, para a continuación añadir de que “el nuevo protocolo además permitirá establecer proyectos de mejora de la sostenibilidad susceptibles de acogerse a nuevas ayudas europeas, alineado todo ello con los proyectos faro previstos en nuestra Agenda Urbana, como marco estratégico de planificación”.

El nuevo documento, con un periodo de vigencia de cuatro años, recoge el compromiso de las instituciones firmantes de “en el plazo de un año” establecer el “alcance y contenidos del proyecto para lo que se prevé la constitución de un “grupo multidisciplinar, integrado por ambientalistas, biólogos, ingenieros y urbanistas, que será germen de una estructura permanente de ejecución y gestión de las actuaciones previstas en el Anillo Verde”.

Tres etapas

Así, se establecen tres primeras etapas de actuación, que arrancarán con la realización de un inventario, geolocalización y elaboración de fichas técnicas de los espacios verdes existentes y previstos, los Bienes de Interés Cultural y natural, los carriles bici y ciclo carriles, las rutas saludables y parques urbanos y periurbanos, así como los espacios de oportunidad a los que extender la intervención en un futuro.

Se proyecta asimismo la elaboración de un estudio de alternativas, que incluya un diseño de posibles itinerarios e identificación de las infraestructuras en los mismos, la valoración técnica, económica y ambiental de cada alternativa, así como la aplicación de análisis multicriterio para seleccionar de la propuesta más viable.

En el marco de las infraestructuras necesarias para cada itinerario del anillo verde, se recoge la posibilidad de abordar nuevos carriles bici, rutas de senderismo y aparcamientos disuasorios en el entorno de la ciudad, que mediante estrategias cruzadas de renaturalización y movilidad activa mejoren la calidad del aire y los desplazamientos cotidianos de residentes y visitantes.

El Anillo Verde, será igualmente foco especial de atención en la elaboración de las propuestas a presentar a próximas convocatorias de fondos, junto a otros proyectos encaminados a la adaptación climática en nuestra ciudad y a la mejora de equipamientos para hacer de Granada una ciudad para vivir, para invertir y para disfrutar su cultura.

Neuronas verdes

La alcaldesa ha referido la relevancia dentro de la Huella Verde de la figura de las “neuronas verdes” de Granada, principales espacios verdes de Granda, “como la azucarera de la Vega, el antiguo vertedero de Víznar, los bosques y jardines de la Alhambra, los territorios lorquianos y las laderas de la Sierra de la Alfaguara.

Se prevé así la conexión de estas “grandes reservas verdes” de la ciudad mediante nuevos caminos y senderos, a la vez que se integrarán “nuestros elementos patrimoniales, como cortijos, molinos y almazaras, con el objetivo de preservarlos y favorecer la difusión entre las futuras generaciones”.

Por tanto, el protocolo suscrito por el Ayuntamiento de Granada, la Universidad de Granada, Plant-for-the-Planet y La Huella Verde es la alianza definitiva y necesaria para conseguir una ciudad para vivir, más sostenible y resiliente ante el cambio climático, con una clara vocación de implicación ciudadana y soporte académico.