El acusado de estrangular mortalmente a un hombre en Alhama de Granada llega a un acuerdo y acepta 23 años de cárcel

Inicialmente, la Fiscalía solicitaba 30 años de prisión para el acusado, de 23 años

Los hechos ocurrieron en 2021 cuando el acusado, con una orden de expulsión del país, se citó con la víctima

Imagen de la fachada de la Real Chancillería, sede de la Audiencia.
Imagen de la fachada de la Real Chancillería, sede de la Audiencia. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

La Audiencia de Granada ha condenado a 23 años y medio de prisión al acusado de estrangular hasta la muerte a un conocido en Alhama de Granada y robarle antes de huir, procesado al que iba a juzgar un jurado popular pero que ha alcanzado un acuerdo que reduce la petición inicial de cárcel de la Fiscalía, según consta en la sentencia, contra la que cabe recurso, y a la que ha tenido acceso este periódico. El entendimiento entre las partes ha motivado que no sea necesario el juicio, que iba a desarrollarse con jurado popular.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular y la defensa, con el visto bueno del procesado, han acordado una condena a veinte años de prisión por un delito de asesinato, y otros tres años y medio por el robo en vivienda habitada, pena que reduce la petición inicial de 30 años de prisión del ministerio público.

Los hechos ocurrieron entre las 23:00 horas y la medianoche del 14 de mayo de 2021 cuando el condenado, en situación irregular en el país y con una orden de expulsión, quedó con la víctima.

Los dos se encontraron junto a la vivienda del fallecido, a la que entraron juntos antes de empezar una discusión, durante la cual el procesado agarró una botella de cerveza de cristal, el tamaño de un litro, y con ánimo de acabar con la vida de la víctima la usó para golpearle en la cara, una agresión que lo dejó aturdido.

El condenado lo aprovechó para agarrarlo fuerte del cuello hasta asfixiarlo por estrangulación mecánica, según el ministerio público. Después de matar al hombre, le registró los bolsillos de la ropa y rebuscó en los cajones de su casa para irse con su teléfono móvil y las llaves de su vehículo, que usó para huir.

La Guardia Civil encontró el coche aparcado junto a un bar y localizó y detuvo después al condenado en la estación de autobuses de Málaga.

La sentencia lo condena también a indemnizar al padre de la víctima con 100.000 euros y a cada uno de sus dos hermanos con otros 60.000 y al pago de las costas procesales.

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