El Gobierno adjudica las obras de la plataforma del tramo de Riofrío de la Variante de Loja por 49 millones de euros

Granada/El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha adjudicado este viernes, a través de Adif Alta Velocidad, la construcción de la plataforma del tramo de la Variante de Loja en Riofrío, de 3,2 kilómetros de extensión, por 49 millones de euros.

Este hito supone, según el Gobierno, un nuevo impulso para el desarrollo de la Variante de Loja, en el entorno de esta localidad granadina, que consta de 19 kilómetros, divididos en cuatro tramos, y está integrada en el nuevo trazado de la Línea de Alta Velocidad Antequera-Granada.

La actuación adjudicada contribuirá a la permeabilidad de la infraestructura, mediante la ejecución de 17 obras de drenaje y la construcción de dos pasos superiores sobre los que discurre un camino, una carretera y una vía pecuaria. Asimismo, se repondrán las carreteras A-341 y A-4153. Este tramo consta de 3,2 kilómetros, todos en superficie y sin puentes ni túneles como los dos siguientes. Contaba con un presupuesto de licitación de 57 millones de euros, IVA incluido, pero finalmente ha sido concedido por los 49 millones mencionados.

El desarrollo del tramo Variante de Loja-Ríofrío ha sido finalmente adjudicado a la compañía Sacyr Construcción, e incluye también el despliegue la plataforma en la que se ubicará la futura estación de alta velocidad de Loja y sus aparcamientos, cuyo proyecto se encuentra en fase de redacción. El pasado mes de diciembre, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias publicó las 25 ofertas de 40 empresas diferentes que se habían presentado al concurso para la construcción de este tramo, y es ahora cuando confirma cuál es la candidatura que mejor se adapta a los criterios técnicos.

La empresa ganadora tendrá ahora que hacer el acopio de materiales y estar lista para iniciar los trabajos. Al menos pueden pasar quince días. Más es alargar el comienzo de una obra que, según el cronograma de Adif, debería haberse iniciado a primero de enero.

Así es la Variante de Loja

Diseñada con parámetros de alta velocidad, la Variante de Loja, de 19 kilómetros y enmarcada en el Corredor Mediterráneo de la Red Transeuropea de Transporte, estará dotada de plataforma para vía doble en ancho estándar y contribuirá a reducir los tiempos de viaje en las relaciones ferroviarias con Granada.

La variante está integrada por cuatro tramos: Loja-Riofrío, cuyas obras acaban de ser adjudicadas; Loja-A-92, en trámites de licitación de las obras; Loja-Valle del Genil, cuyo proyecto se encuentra en supervisión debido a la cercanía de las posibles obras con la Villa Romana de Salar; y el tramo correspondiente al viaducto sobre la línea convencional Bobadilla-Granada, ya concluido.

"El paso de la Línea de Alta Velocidad Antequera-Granada por la comarca de Loja se desarrolla en un ámbito medioambientalmente sensible y de gran complejidad, en el que destaca la presencia de un acuífero", han asegurado desde el Gobierno.

El trazado de la Variante de Loja, que discurre en aproximadamente una tercera parte de su recorrido en túnel o viaducto, resuelve el reto técnico y la preservación del entorno con un nuevo itinerario al sur de la capital de la comarca del Poniente y de la autovía A-92, por la ladera de la sierra de Loja.

En su trazado, destacan los viaductos del Manzanil (1,7 km), en el tramo Variante de Loja-A-92; y el de Genil (794 m) y Salar (693 m) -este último salvaguardará un ámbito de especial valor arqueológico como es la villa romana- en el tramo que atraviesa el Valle del Genil. En este mismo tramo se ubica el túnel del Cerro de los Limones (1,3 km), el más largo de la Variante de Loja. También se han previsto dos túneles en el tramo que salva la A-92, en el macizo de Sierra Gorda: Las Monjas (693 m) y Los Abades (615 m).

Lo que todavía queda

El Ministerio de Transportes y Adif todavía tienen pendiente sacar a licitación el proyecto de obras del segundo tramo de la Variante de Loja, el paralelo a la autovía A-92, para el cual está pendiente su salida. Debía estar también con las obras adjudicadas para primeros de enero, pero este segundo tramo al menos no verá la luz hasta la primavera, ya que la relación de fincas afectadas por el proyecto no se conoció hasta diciembre del año pasado, hacer ahora tres meses. El retardo aproximado es de cinco meses.

El tercer tramo, el que transcurre más cerca de la Villa Romana de Salar, todavía se encuentra en supervisión, debido a las catas arqueológicas que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se encuentra realizando para "salvaguardar" el entorno.

A finales del pasado septiembre, Adif Alta Velocidad iniciaba estos trabajos de prospección, que en el mes de diciembre encontraban lo que podrían ser restos de muros y suelos de cerámica en una finca privada junto a la carretera A-4155, que da acceso a la A-92. Las tareas arqueológicas permitirán caracterizar arqueológicamente la zona, mediante diversos procedimientos y técnicas, como las micro-prospecciones y la geofísica, además de sondeos y excavaciones.

Estas actuaciones se desarrollarán en las zonas donde está prevista la ejecución del estribo norte del viaducto de Salar (693 metros) y la salida sur del túnel del Cerro de los Limones (1,3 km), así como las seis pilas del viaducto que discurren por el BIC y su entorno.

Los trabajos, con una duración prevista de unos cuatro meses (ampliable en función de los resultados), permitirán detectar posibles estructuras arqueológicas soterradas y determinar la viabilidad de las ubicaciones de las pilas del viaducto previstas en el proyecto, según detallaron desde Adif.

Uno de los problemas que puede encontrarse esta tercera fase de construcción de la Variante de Loja, y que no estaba presente cuando se aprobó la Declaración de Impacto Ambiental, es el descubrimiento de la Villa Romana de Salar, de la que está prácticamente en el camino de uno de los viaductos de la nueva infraestructura.

En función de los hallazgos que hagan en la zona y de las posibles edificaciones que se encuentren en las prospecciones, estos podrían cambiarlo todo. Habrá que esperar a los hallazgos para saber si el proyecto necesita volver a redactarse, o si se puede salvar la situación sin complicaciones.