El atlas celular humano
1956: El año en el que el alcalde apadrinó una niña nacida durante el gran terremoto
Granada año a año
Grace Kelly y Raniero de Mónaco eligen Granada para pasar su luna de miel y el sultán Mohamed V se inclina ante la Virgen de las Angustias
El 9 de febrero muere Fray Leopoldo de Alpandeire y los estudiantes universitarios corren por primera vez delante de los 'grises'
Granada/El año 1956 fue un año muy movido en Granada: hubo un terremoto en Albolote de mil pares de narices. Perdonen el chiste fácil con el que se simplifica una tragedia en la que hubo siete muertos, decenas de heridos y en la que cientos de personas quedaron sin hogar. Pero a veces, lo tengo comprobado, desde el humor se puede llegar a transmitir una desesperación de dimensiones cósmicas imposible de expresar desde la seriedad. Vean un ejemplo. En el libro Vivir con nuestros muertos, de Delphine Horvilleur, se cuenta un chiste en el que se banaliza la catástrofe con el pueblo judío durante la II Guerra Mundial. Dos ancianos supervivientes de los campos de exterminio están hablando y bromeando sobre el holocausto. Las habían pasado canutas y ahora que eran supervivientes creían que tenían el derecho de hablar sobre eso. Entonces se les apareció Dios y les reprendió con estas palabras:
–¿Cómo se atreven a reírse ustedes de esa tragedia?
A lo que uno de los ancianos les respondió:
–Tú que vas a saber, si no estabas allí.
Ahora vamos a hablar del terremoto. Eran casi las siete de la tarde del día 19 de abril cuando un temblor de tierra causaba el pavor entre los granadinos. El parte emitido por el Centro de Cartuja decía que había sido de grado seis y que a consecuencia de la violenta sacudida se habían averiado los cuatro sismógrafos del observatorio. Así que háganse ustedes una idea. Los pueblos más afectados fueron Albolote (donde se ubicó el epicentro), Atarfe, Maracena, Peligros, Pulianas y otros pueblos de la Vega granadina. Conforme iban avanzando las horas se sucedían las lamentables noticias sobre la consecuencia del seísmo. Al final fueron siete las personas fallecidas. El alcalde Manuel Sola pidió a los arquitectos municipales un informe sobre los daños, que cuantificaron en casi 16 millones de pesetas. Si en la capital los daños ocasionados no eran irreparables, no ocurría lo mismo con las barriadas periféricas, como el Cenete, Barrichuelo o Cartuja, donde se desalojaron más de 250 viviendas.
Las crónicas periodísticas de aquellos días hablaban del "pavoroso ruido" que provocó el temblor que desconcertó a una población asustada que, como suele pasar, pasó la noche en la calle, sin atreverse a entrar en las casas ante el temor de una nueva sacudida. Se improvisaron albergues provisionales para cobijar a aquellas familias que se habían quedado sin hogar. La anécdota entrañable de la jornada la puso una granadina a la que pilló el terremoto en pleno parto. Con el susto en el cuerpo la parturienta se apresuró a dar a luz una preciosa niña que luego sería apadrinada por el alcalde de Granada. En Albolote, desde entonces, el 19 de abril se saca en procesión al llamado Cristo de los Terremotos para pedirle que no vuelva a suceder una catástrofe como aquella. También en Granada cada año se renueva el voto con la Virgen de las Angustias por el mismo motivo. Por plegarias que no quede.
Días más tarde, el dos de mayo, Franco vino a Granada para inaugurar oficialmente el pantano de Cubillas y visitar los pueblos damnificados por el movimiento de tierra y por los destrozos que causaron las lluvias unos días después. Debido a la gran cantidad de agua que cayó el 21 de abril, se hundió una cueva en la zona del Beiro que causó la muerte de un matrimonio y sus tres hijos. Dicen que cuando le informaron a Franco de tal accidente, dijo: "Granada tendrá casas suficientes para que no tener que abrir más cuevas". Así quedó registrado en la prensa.
Primeras huelgas estudiantiles
1956 será también recordado porque fue al año en el que murió Fray Leopoldo de Alpandeire, el capuchino que había conseguido entrar en el corazón de los granadinos. Llegó a vivir más de cincuenta años en Granada, donde tenía fama de 'milagroso'. Cuenta Juan Bustos que lo más característico de su cara era "el aspecto sencillo y bondadoso de su mirada". El cronista cuenta que tenía fama de milagroso, "pues no eran pocas las familias que lo llamaban desde las casas para que entrara a visitar a los enfermos, con la confianza con que solo rezara a su lado, ya mejorarían". Hasta el convento donde vivía se fletaban desde los pueblos cercanos autobuses cargados de personas que, apostados en las tapias, no se iban hasta que el viejo fraile rezaba con ellos para aliviarles sus problemas. El capuchino pedigüeño sufrió una rotura de cadera al subir una escalera el 9 de febrero de 1953. El mismo día, pero tres años más tarde, moría en su humilde celda del convento de los Capuchinos, en la que permanecía recluido desde que sufriera la caída. Miles de granadinos de todas las condiciones sociales acudieron a su entierro. Desde entonces, todos los días nueve de febrero se forman larguísimas colas para visitar la cripta en donde está enterrado. La devoción que los granadinos profesan a Fray Leopoldo es una fe mundana e indescriptible, una fe que va más allá de los imperativos teologales y de la misteriosa atracción de las supersticiones.
Ese año también abandona este mundo Miguel Pizarro Zambrano, poeta, profesor y diplomático, además de gran amigo de García Lorca y fundador de la revista Granada. Durante la guerra civil se exilió a Estados Unidos, donde fue secretario de la embajada de la República española y se encargó de garantizar el cuidado y la conservación del Guernica de Picasso. Estuvo como corresponsal del periódico El Sol en Japón y fue profesor en Rumanía. Fue un hombre con una trayectoria intelectual importante, pero de su muerte nada dijeron los periódicos granadinos.
Tampoco hablaron los diarios ese año del primer movimiento estudiantil serio que hubo en toda España y que tuvo también su incidencia en Granada. Los estudiantes estaban dispuestos a acabar con las viejas estructuras del Sindicato Español Universitario –organización sindical estudiantil de marcado carácter fascista– y apoyar la creación de una asociación libre de estudiantes. Aunque casi todo el conflicto se desarrolló en Madrid, tuvo sus flecos en el resto de las universidades. También en Granada, donde los estudiantes organizaron tímidas concentraciones. La dureza de los enfrentamientos y la muerte de un joven, "por agitadores comunistas", resaltaba la prensa del Movimiento, llevaría al Gobierno a adoptar por primera vez una grave medida: la suspensión de varios artículos del Fuero de los Españoles y la declaración del estado de excepción. La crisis se solventó momentáneamente con los ceses del ministro de Educación y del jefe nacional del S.E.U., Ruiz Jiménez y Raimundo Fernández Cuesta, respectivamente. Por primera vez en España los estudiantes supieron lo emocionante que era correr delante de los 'grises', pues de ese color era el uniforme de los policías nacionales.
En 1956 nace en Granada el Colegio Oficial de Graduados Sociales. Aquí existía la Escuela Social, única en Andalucía desde 1929. Inicialmente nació como Colegio Oficial de Graduados Sociales de Andalucía con sede en la capital granadina y aglutinaba las demarcaciones de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
Ese año nace también Televisión Española, aunque los granadinos no la veríamos hasta pasados dos o tres años. Si hubiera existido, seguro que le hubiera dedicado un buen espacio en el telediario a la visita que hizo a Granada la actriz Grace Kelly, que se había casado con el príncipe Rainiero de Mónaco. El matrimonio decidió pasar parte de su luna de miel en Granada, donde el mismo alcalde le organizó una fiesta con zambra incluida en su domicilio de la Cuesta Gomérez. La actriz ya había abandonado su carrera para cuando vino a Granada, pero destilaba el glamour suficiente como para ser seguida por cientos de admiradores, que miraban curiosos esa extraordinaria pareja formada por una famosa actriz y un aristócrata europeo. De esa visita las crónicas periodísticas guardan unas bonitas declaraciones de Grace Kelly que sirvieron de titular en la prensa: "Todo lo de la Alhambra y Granada nos admira".
Igualmente ese año nos visitó el rey Faisal II de Irak. Esta visita fue considerada muy importante porque se decía que la familia hachemita del rey Faisal era descendiente directa de Mahoma. El joven monarca, de solo 23 años, quiso visitar la catedral, el monasterio de Cartuja y bajó a la cripta donde están enterrados los Reyes Católicos. Dos años más tarde, en julio de 1958, el rey fue asesinado junto a su hijo, el príncipe heredero, y gran parte de su familia tras una revuelta que acabó con la monarquía en Irak.
Otra visita cargada de simbología política fue la de Mohamed V, el sultán de Marruecos, a varias ciudades españolas, entre ellas Granada. En abril de 1956 el gobierno de España reconoció la independencia y la plena soberanía de Marruecos, con todos los atributos de la misma, incluidos la diplomacia y el ejército propio. El monarca alauita visitó semanas después Madrid, Toledo y Granada. Franco había organizado el acontecimiento para que todo saliera bien. Los dos periódicos granadinos le dedicaron elogiosos editoriales en donde resaltaban que España y Marruecos eran "dos pueblos hermanados por el destino". Ese día cerró el comercio y se suspendieron las clases, de manera que el recorrido oficial en coche descubierto, con la Policía Municipal montada en traje de gala, estaba ocupado por un público entusiasta que agradeció el gesto de Mohamed V al pasar por la basílica de la Virgen de las Angustia, la patrona de Granada: el monarca se puso en pie ante la fachada y en posición de saludo inclinó respetuosamente la cabeza. La gente aplaudió a rabiar la deferencia.
La Circunvalación
En los primeros meses de ese año los periódicos granadinos comenzaron a hablar de un proyecto tan necesario como urgente: la circunvalación de Granada. Según el primer proyecto, tendría unos veinte kilómetros de longitud y el presupuesto que se destinaba para ello era de 50 millones de pesetas. Hubo una reunión para decidir el trazado de la misma y en ella se escuchó la voz de Antonio Marín Ocete, quien pidió "que se tuviera en cuenta el carácter monumental y su gran finalidad en el orden turístico, a fin de que los puentes y viaductos se hagan con materiales nobles y con carácter, de acuerdo con nuestra capital". Aquel primer proyecto de circunvalación iba por Haza Grande, San Miguel Alto, Sacromonte, Silla del Moro y Barranco del Abogado. Tuvieron que pasar más de treinta años para que Granada tuviera una circunvalación medio en condiciones, aunque en otro sitio.
En 1956 se desechó definitivamente el proyecto el llamado 'ferrocarril aéreo' en Sierra Nevada. Fue tras una visita que hizo a la estación el director general de Ferrocarriles. Le pilló tal ventisca en la Sierra que canceló el soñado proyecto porque comprobó in situ que un teleférico no soportaría una tormenta de aquellas características. A tomar por saco el teleférico.
Los barrios de Granada poco a poco principiaban a tener forma. Ese año el núcleo principal de Granada comenzaba justo a donde empieza hoy la calle Carretera de la Sierra. Tras subir por Carrera de la Virgen y Reyes Católicos, se llegaba a las puertas de Gran Vía, al final de la cual se situaban los cimientos de lo que son los modernos Jardines del Triunfo. A partir de esa zona, la ciudad se iba a abriendo poco a poco hasta llegar a la Plaza de Toros, que casi marcaba el final del núcleo urbano. Fue a partir de ese año cuando la ciudad se expande tanto para el norte como para el sur. La Zona Norte y Santa Ana se asentaron como las grandes áreas de crecimiento en la carretera que partía hacia Madrid, al que luego se le uniría La Chana. Mientras, Santa Adela sentó las bases de lo que a la postre terminaría siendo el Barrio del Zaidín. Al este estaban el Albaicín y el Sacromonte como barrios seculares. Y el oeste estaba marcado por lo que sería el Camino de Ronda. Lo que se dice una ciudad pequeña y transitable.
En 1956 nacen los novelistas Antonio Muñoz Molina y Fernando Villena. También viene al mundo el periodista Francisco Romacho. Y ese año el poeta Rafael Guillen termina la mili, conoce a Nina y publica su libro Antes de la esperanza. Un buen año para el vate.
En cuanto al Granada CF, estaba haciendo una gran temporada que le haría subir al final de la misma a Primera División, pero eso ya lo contaremos la semana que viene.
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