La alta contaminación por partículas en el aire de Granada ya amenaza la salud respiratoria
Medio ambiente
Los niveles mejoran de forma sustancial a causa de la pandemia pero se mantienen en valores muy altos
Un informe de Ecologistas en Acción califica como "insuficientes" los planes del Ayuntamiento de Granada para reducir la contaminación
Granada/La calidad del aire mejoró sustancialmente en Granada en el último año según el informe sobre La calidad del aire en el estado español 2021 de Ecologistas en Acción, aunque la ciudad y el entorno del Puerto de Motril siguen presentando valores de polución muy altos y que superan los límites marcados por las respectivas legislaciones, además de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Así, los registros de ozono y, sobre todo, dióxido de nitrógeno, que son los provocados por el tráfico rodado, han disminuido con fuerza, aunque aún presentan valores muy altos, y solo suben los de partículas en suspensión. Aun así, advierten que esta situación es coyuntural debido a que el periodo medido cuenta con la reducción de la actividad industrial y de los desplazamientos en vehículo privado a causa de las restricciones de la pandemia, por lo que los datos no son una tendencia real de disminución de la emisión de gases y partículas contaminantes al medio ambiente. Además, critica los planes del Ayuntamiento de Granada para la mejora de la calidad del aire al calificarlos como "insuficientes".
El informe avisa que, a nivel andaluz, "pese a la reducción general de la movilidad y la actividad económica derivada de la lucha contra la Covid-19, el ozono, las partículas PM10 y PM2,5 y el dióxido de nitrógeno (NO2) continuaron afectando durante 2021 a buena parte del territorio andaluz, superando los valores
recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ozono en Granada
En el caso del ozono, que se trata de un contaminante secundario que se forma, a grandes rasgos, en la interacción de otros contaminantes, afecta a la salud por tener un "potente carácter oxidante" que a corto plazo "causa irritación en los ojos, superficies mucosas y vías respiratorias superiores, y reduce la función pulmonar". "En concentraciones más bajas pero sostenidas en el tiempo, afecta al desarrollo pulmonar, aumenta la incidencia y gravedad del asma, provoca alteraciones cognitivas similares al alzhéimer e incrementa la mortalidad de personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas, por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes e infarto.
Para este tipo de contaminante, Granada vio reducida un 70% los días por encima del objetivo legal en su aglomeración urbana, una media bastante superior a la andaluza, que estuvo en el 62%. Esto en dato real supone que solo en una media de diez días del año pasado se superaron los niveles de la normativa española, pero que sí lo hicieron en 93 días según los estándares de la Organización Mundial de la Salud.
Partículas en suspensión
De esta cifra, el informe advierte que no se toman datos de las que se producen cuando llegan capítulos de calima sahariana como el radical que se vivió el pasado mes de marzo porque rompen con la estadística al tratarse de fenómenos atmosféricos naturales, aunque el hombre tenga que ver también en la cantidad de arrastre de estas partículas. En Granada la situación empeoró para las PM10 y PM2,5. Las primeras implican para la salud penetrar hasta las vías respiratorias bajas y las segundas pueden alcanzar hasta las zonas de intercambio de gases del pulmón.
Estos parámetros arrojan un empeoramiento de la situación en Granada y su área Metropolitana, ya que los niveles de partículas en suspensión PM10 subieron en el valor límite diario establecido por la normativa en las dos estaciones de medición de referencia, una en la zona Norte de la capital y otra en la Ciudad Deportiva de la Diputación en Armilla, aunque ninguna lo rebasó para las PM2,5 y se advierte de las deficiencias que presentan todas las estaciones andaluzas para esta partícula. Aun así, el Cinturón presenta uno de los niveles más altos de Andalucía. En este apartado también destacan los problemas derivados del movimiento de graneles en el Puerto de Motril, que ha repercutido en sus áreas residenciales cercanas, con la presencia de partículas pesadas.
Dióxido de nitrógeno
El informe también revela que Granada y su conurbación volvieron a registrar los peores registros de Andalucía en cuanto a dióxido de nitrógeno (NO2) "como consecuencia del intenso motorizado rodado que soporta". No obstante, por segunda vez desde la entrada del valor límite anual vigente, en 2010, la estación de Granada Norte se mantuvo por debajo del mismo, alcanzando al igual que en 2020 una media de 33 microgramos por metro cúbico, frente a 43 μg/m3 en 2019, 46 μg/m3 en 2018, 51 μg/m3 en 2017, 44 μg/m3 en 2016 y 48 μg/ m3 en 2015, según explican los datos de Ecologistas en Acción.
Esta misma estación de Granada registró un descenso de estos niveles durante el año 2021, pero durante 238 días del año se rebasó la guía diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud, situada en 25 microgramos por metro cúbico.
Toque de atención
El informe recuerda que en 2020 la Junta de Andalucía aprobó la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire, que actualiza el diagnóstico de la situación y pretende constituir el marco de los futuros planes de mejora de la calidad del aire, "cuya revisión ha sido recientemente contratada por la Junta de Andalucía, junto a la elaboración de seis planes de acción a corto plazo en las aglomeraciones de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla y en las zonas industriales de la Bahía de Algeciras y Huelva. Esta última legislación aún no tiene resultados pero viene a actualizar la anterior, que no dio frutos sobre todo en la reducción del ozono.
También critica la "insuficiencia" de los planes del Ayuntamiento de Granada por mejorar la calidad del aire. Ecologistas en Acción recuerda que el Consistorio cuenta con estos planes desde 2017 y 2018, pero que "contienen medidas generales de escaso detalle, insuficientes en el primer caso para atajar la situación de incumplimiento reiterado hasta la pandemia del valor límite anual de NO2, así como del valor objetivo octohorario de ozono. El Plan de Granada incluye un Protocolo de actuación ante episodios de contaminación atmosférica, por NO2 y PM10" concluye.
El informe de Ecologistas en Acción, y presentado este pasado lunes, recopila los datos referentes a 800 estaciones oficiales de medición, 108 de ellas en Andalucía, y advierte que la reducción que ha supuesto el freno a la actividad y desplazamientos de la pandemia no es suficiente y que, además, es coyuntural.
El control de la contaminación atmosférica cuenta con unos límites y valores objetivo legales marcados por la Directiva 2008/50/CE y el Real Decreto 102/2011 para "evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente". Ese es el marco legal que rige en España y sobre esos valores se ha constatado una importante reducción. Pero la Organización Mundial de la Salud revisó en 2021 sus directrices sobre la calidad del aire, marcando los niveles a partir de los cuales se considera que la contaminación es perjudicial para la salud, unos valores que son mucho más estrictos. Y al comparar los datos recopilados se constata, una vez más, que la presencia de contaminantes sobrepasa con mucho las recomendaciones de la OMS.
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