200 ancianos, con bufandas y temperaturas de infarto

1. Los ancianos se quejan continuamente del frío que pasan, especialmente estos días en que la ola de frío polar se instala en la ciudad. 2. Uno de los dos equipos electrógenos de que dispone el centro de día permanece en la biblioteca, aunque apenas surte efecto . Fotos: Miguel Rodríguez.

Los aparatos de calor supletorios -más propios de una caseta del Corpus que de un centro de ancianos- no han arreglado el problema, que 'colea' desde el año pasado. Como tampoco lo han solucionado la visita de dos técnicos hace ya un par de meses o las reiteradas promesas que llegan desde la delegación de Igualdad y Bienestar Social de la Junta.

Porque el sistema de calefacción del Centro de Día Buenos Aires sigue estropeado desde hace cuatro meses y los 200 ancianos que diariamente acuden al mismo se ven obligados a soportar temperaturas de infarto. Apenas se apartan de sus mantas, abrigos y bufandas porque el aire frío llena las estancias a través de los conductos, muchos de ellos taponados.

Para contrarrestarlo, varias estufas y dos equipos electrógenos ofrecen algo de calor. Pero el centro no está preparado para el alto voltaje y los plomos se funden continuamente. Además, el termo individual sólo puede ser una solución a corto plazo para calentar el agua. Prueba de ello es que la responsable de la peluquería ayer cerró sus puertas a las doce del medio día.

"Durante el invierno pasado, la calefacción se estropeaba una y otra vez, pero este año ya no ha aguantado. Vinieron técnicos de la Junta de Andalucía después de que amenazáramos con salir a la calle y cortar el tráfico y nos prometieron que después de Navidad estaría todo arreglado, pero está claro que no ha sido así", explica Gonzalo Vázquez, presidente de la junta de gobierno del centro.

El problema ha llegado hasta tal punto que "a los mayores que vienen por sus propios medios les aconsejamos que se marchen a sus casas", pero el asunto es "qué hacer con la veintena de personas que cada día son trasladados en ambulancia hasta el mismo.

Mientras las clases y talleres de pintura, encuadernación, marquetería, manualidades o informática se vacían -porque apenas es posible permanecer sentado-, los empleados relatan que la situación es "insostenible" y que ya no pueden más.

Según señala el presidente, la delegada de Igualdad y Bienestar Social, Magdalena Sánchez, se comprometió hace dos meses a solucionar con la mayor rapidez el problema. Además, asegura estar "harto de llamar por teléfono" sin lograr hasta el momento respuesta alguna.

Precisamente ayer, los funcionarios de Mantenimiento le comunicaron -según relataba- que era necesario mandar un fax con la petición, a pesar de que ya lo ha hecho en "cinco ocasiones en apenas dos días".

Por ello, Gonzalo Vázquez espera que el problema se arregle "urgentemente", ya que, además, "para este año se ha aprobado un presupuesto de alrededor de 130.000 euros destinados precisamente a poner el aire acondicionado".