1963: El año en el que las lluvias casi hacen desaparecer al Sacromonte
Granada año a año
Comienza el éxodo de los habitantes de las cuevas a pisos de la zona Norte, con luz eléctrica y agua corriente
Es al año en el que nace el grupo musical Los Ángeles, que luego perdería a dos de sus componentes en un accidente de tráfico
1962, el año en el que un paracaidista aterrizó en la plaza del Carmen
Granada/1963 fue un año pasado por agua, por mucha agua. Las cuantiosas lluvias que comenzaron a finales de 1962 siguieron en las primeras semanas del siguiente año. Es el peor invierno que se recuerda. El 16 de febrero fue declarado el día más lluvioso del siglo: cien litros por metro cuadrado a lo largo de la jornada. El derrumbe de cuevas y covachas donde vivían familias enteras continuaría con resultados nefastos. Fueron casi tres meses de intensos aguaceros que protagonizaron momentos muy dramáticos y casi la desaparición del Sacromonte como poblado troglodita. Una cueva de Barranco Bermejo, cerca de la carretera de la Sierra, se hundió y aplastó a tres personas. En el Sacromonte un padre y un hijo murieron sepultados por otra cueva que se hundió. Los cuerpos de ambos aparecieron abrazados. Desde entonces esa cancioncilla de "que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva…", iba a tener para los granadinos un lúgubre mensaje. Pero es que, suele pasar, las desgracias nunca vienen solas. En febrero un niño murió aplastado por una roca de seis toneladas en la placeta de Liñán y un par de días más tarde moriría un joven por la caída de un muro en el Zenete. Todo esto lo recuerda el periodista José Luis Kastillo en las crónicas de aquellas fatídicas y lluviosas jornadas que hicieron que el río Genil bajara con un caudal tal como para destrozar el puente de las Brujas, el que hay enfrente del Colegio del Sagrado Corazón. "Las lluvias trajeron la mala nueva de tanta agua demandada, de tanto dolor, de tanta muerte, de tanto daño y tanta ruina en una Granada que trabajosamente levantaba cabeza con algunos proyectos y muchas ilusiones", escribe el periodista.
El alcalde durmió en un camastro
Al contabilizarse tantas muertes, las autoridades ordenaron el desalojo de familias que se encontraban viviendo en esos cobijos inseguros. Miles de personas fueron trasladadas a viviendas sociales del Zaidín y, como se dice en el capítulo anterior, al Barrio de la Virgencica. También se requisaron garajes y naves en el Chinarral para alojar a damnificados por las lluvias. El propio Ayuntamiento sirvió de refugio para familias que se habían quedado sin hogar. El alcalde, Manuel Sola, en solidaridad con las víctimas, estuvo durmiendo varios meses en un camastro habilitado cerca de su despacho. "Yo instalo mi despacho, si es preciso, en el cabo de guardia, pero estas criaturas no duermen al aire libre", dijo muy digno en unas declaraciones a la prensa.
El balance de las intensas lluvias fue desastroso: al menos ocho muertos, casi 7.000 familias desahuciadas y otras tantas con sus viviendas destrozadas. Granada se queda sin uralitas, sin yeso y sin cañizo, fue el titular del diario Patria en 23 de enero.
Franco se vio obligado a volver a Granada para comprobar el alcance de desastre. Al Caudillo lo metieron en la Cueva del Mariano, que regentaba una pequeña tasca en la que vendía maní, caramelos y 'caldo de gallina', el tabaco de liar de la época. Cuando llegó el jefe de Estado al Sacromonte aún había familias que se negaban a abandonar sus cuevas, pero el aspecto era desolador. Franco no dijo ni mu. Como era habitual en él, se limitaba a escuchar y a decir sí con inclinaciones leves de cabeza. Luego permitió que el ministerio de Vivienda invirtiera nueve millones de pesetas para paliar los daños, que consistieron sobre todo en la construcción de barracones. Fue a raíz de ese desastre cuando algunos historiadores locales certifican la desaparición de gran parte de la vida del Sacromonte. Muchas familias fueron ubicadas también en lo que sería luego llamada la zona Norte de Granada, el germen de Almanjáyar. Cuando los damnificados vivieron en pisos con luz y agua corriente, ya no quisieron volver a las cuevas.
Ante la grave situación que atravesaba la ciudad, los granadinos demostraron que sabían ser solidarios. Fueron muchos los que acudieron a la alcaldía para poner a disposición de los afectados vehículos y alimentos. E incluso hubo muchos granadinos que cedieron sus viviendas. Aunque fue la emisión del programa Ustedes son formidables, de la SER, dirigido por Alberto Oliveras, la que proyectó al país entero el drama que se vivía en Granada. Gracias a la Operación Genil, como se llamó el programa especial de Radio Granada, se recibieron peticiones de adopción y apadrinamiento de niños desde todos los rincones del país. Se emitió los días 23 y 24 de enero.
El temporal de lluvias también afectó a la Costa de Granada y, sobre todo, a Fuentes de Cesna, una aldea de Algarinejo en donde el aguacero destruyó varias viviendas. 500 personas fueron desalojadas y trasladadas a las casas que se mantenían en pie en el extremo del pueblo. En Fuentes de Cesna llovía sobre mojado ya que en febrero de 1940 la aldea quedó sepultada a causa de un desprendimiento de rocas propiciado por otro gran temporal de lluvia. El núcleo quedó prácticamente destruido y hubo 19 víctimas mortales, de las cuales tres de ellas jamás se encontraron.
Nacen Los Ángeles
Después de las lluvias Granada fue recuperando la normalidad. Hacía falta en Granada una 'ley seca' –perdonen el chiste– como la que aprobó el Senado de Estados Unidos en 1920. Por aquel año se vio por primera vez por las calles de la ciudad el mítico coche Seat 1.500. Ese año se inaugura la joyería La Suiza en la calle Mesones y los autobuses urbanos cambian de color de azul a rojos. Los chistes por el cambio de color relacionados con la política no se hacen esperar: "Los únicos 'rojos' que quedan ya en Granada son los autobuses", decían los apegados al otro color. Según cuenta Entrala en su anecdotario secular, en 1963 las bodegas Espinosa lanzan una agresiva campaña publicitaria en la que incita a los granadinos a engordar porque el peso corporal de los que entraban en un sorteo sería cajeado por los mismos kilos en vino y jamón. "Los mismos kilos que usted pesa se los daremos en jamón y botellas de vino blanco", decía la publicidad al uso. Hay que tener en cuenta que por entonces la gordura era signo de salud. La campaña duró solo un año porque en 1964 en otra curiosa campaña de marketing premiaba con diez mil pesetas a los que encontraran los billetes escondidos en las cápsulas de las botellas. Se tiene constancia que al menos un granadino, un tal José Amigo Vico, encontró las diez mil pesetas en una botella. Sería lógica una buena curda con tal dinero teniendo en cuenta que los periódicos costaban dos pesetas y un café 1,50.
Ese año la procesión de la Tarasca tuvo que retrasar su salida debido también al luto oficial por la muerte de Juan XXIII. En verano de 1963, tras las lluvias invernales, el actor Richard Erdman rodó en Granada The small world que tiene como protagonista a un niño gitano llamado Juanito, que acompaña al actor a descubrir la vida en el Sacromonte. Es un precioso documental de 25 minutos que ha estado inédito hasta hace poco que se difundió por internet. Ustedes podrán verlo si ponen en google 'Los niños gitanos de Granada'. Ese año Federico Mayor Zaragoza gana el puesto de catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, en donde luego sería rector entre 1968 y 1972. En 1963 un incendio destruye en Pinos Puente ochenta vagones de un tren cargado de trigo y ese año Granada celebrará por todo lo alto el cincuentenario de la Virgen de las Angustias. En mayo sería nombrado delegado de Turismo Antonio Gallego Morell, que despertó el sector promoviendo iniciativas tan interesantes como el remozamiento de la ruinosa Casa de los Tiros, la incorporación al recinto de la Alhambra del bosque que la circunda y la revitalización del Día de la Cruz. Gallego Morell estuvo cinco años al frente de la Delegación de Turismo y durante su mandato no cesará de pedir un aeropuerto para Granada y unas instalaciones dignas para la estación de esquí. Si se quería incorporar Granada a la ebullición del turismo hacía falta construir hoteles, reparar carreteras e inventar lemas como Granada, sol y nieve. Había en definitiva que activar Granada, ciudad que para Ruiz Molinero era "un cementerio de ideas rubricadas de hermosos epitafios".
También 1963 será importante para Granada porque ese año se forma uno de los grupos más importantes del panorama musical español: Los Ángeles. Comenzaron a llamarse Los Ángeles Azules, pero tres años más tarde de su formación, le acortarían el nombre. Los granadinos que en su adolescencia iban a los guateques a bailar 'agarraos’ siempre se acordarán de canciones como Mañana, mañana; Créeme o Mónica. En aquellos tiempos en los que bailar muy cerca en pareja era casi el único mecanismo para interactuar en público con el cuerpo del contrario. Iniciaron el grupo Alfonso González Poncho, Carlos Álvarez, Agustín Rodríguez y Paco Quero. El guitarrista José Luis Avellaneda sustituyó a Agustín en 1972, después de la marcha de este último. Pero en 1976 la tragedia los golpeó de lleno: Poncho y José Luis fallecieron en un accidente de circulación cuando regresaban a Granada tras un bolo. Se acabó la formación. Pero a mediados de los años noventa Agustín y Carlos decidieron unirse a Popi González, hijo del desaparecido Poncho, para recuperar al antiguo grupo, en homenaje permanente a un repertorio musical que perdura en la memoria de varias generaciones.
Mueren Herrera y Utrilla
Ese año muere Carmen Amaya. Aunque todas las biografías señalan que esta bailaora era catalana, su madre, la granadina Micaela Amaya, afirmaba que su hija, si bien la bautizaron en Barcelona, había nacido en una cueva del Sacromonte. Ella misma también lo insinuó en una ocasión en unas declaraciones que hizo a la prensa, lo que permitió a los granadinos sentirse orgullosos de ser paisanos de la gran bailaora. Pero esa teoría sobre los orígenes sacromontanos de Carmen Amaya nunca se ha demostrado. Como tampoco se sabe la fecha exacta de su nacimiento. Sí se sabe que empezó a bailar muy niña mientras su padre, José Amaya El Chino, tocaba la guitarra en tabernas y cuchitriles y ella recogía las monedas que los parroquianos les echaban. Después Carmen llegó a deslumbrar al mundo con su baile y en su biografía se cuenta que bailó ante personajes como Roosevelt, la reina de Inglaterra, Leopoldo Stokovsky o Arturo Toscanini. Cuando murió acababa de rodar la película Los Tarantos, que nunca vio.
También muere en 1963 el granadino Emilio Herrera Linares, un ingeniero militar español que colaboró con Juan de la Cierva en el invento del autogiro. El ingeniero granadino creó en 1935 un modelo de escafandra autónoma para tripulantes de globos a gran altitud, precursora del traje espacial. Fue director de la Escuela de Aerotecnia de Cuatro Vientos y aunque era de profundas convicciones monárquicas, permaneció fiel a la República nada más estallar la guerra civil. En 1960 sería nombrado jefe de Gobierno de la República española en el exilio. Debido a la situación de extrema pobreza en la que se encontraba, la Academia de Ciencias Francesa, a la que pertenecía, la otorgó una pensión vitalicia que le permitió vivir con cierto decoro hasta su muerte. Murió en París, pero sus restos mortales fueron trasladados hasta Granada en 1993. Está enterrado en el cementerio de San José.
En febrero también moriría en Granada el general Alejandro Utrilla Belbel, que había fundado las milicias de requetés en Pamplona y que ayudaría a Franco en su llamado Alzamiento Nacional. Después de la guerra sería nombrado capitán general de las Baleares. Había nacido en Alcalá la Real pero cuando se retiró de la vida militar se vino a vivir a Granada.
En este capítulo de defunciones, en marzo muere el propietario y fundador del hotel Victoria, Juan Fernández y Fernández, que de pinche de cocina en el hotel Alhambra Palace llegó a ser destacado empresario de la hostelería.
En cuanto al mundo del fútbol, ese año el Granada permanece en Segunda División y son muchos los granadinos que piensan que ya no vamos a volver a Primera. De todas maneras, se intenta. Para este año se cuenta con la vuelta de Pepe Millán, esta vez en el banquillo como entrenador tras triunfar en Ceuta. Se realizan varios fichajes, pero el más destacado por su futura proyección fue la de José Martínez Pirri, que llegó con 18 años al club rojiblanco de la mano de Millán, que lo conocía de su paso por el Atlético Ceuta. El jugador realizó una brillante temporada que no pasó desapercibida para el Real Madrid que lo fichó para la siguiente campaña, y en donde se convertiría en una leyenda del conjunto merengue. Pirri, que formaría en el Real Madrid con Zoco la media más famosa de aquella época, había venido a Granada a estudiar Arquitectura, pero la única figura geométrica que veía era la de un balón de fútbol.
La temporada resultó muy irregular y aunque el equipo empezó bien, a media temporada, cuando el equipo iba cuarto, Millán fue cesado, tras la eliminación en Copa. Después se hicieron cargo del equipo Trompi, Eizaguirre y Francisco Antúñez, pero el conjunto rojiblanco no consiguió mejorar en la tabla, y acabó en sexto lugar, quedándose un año más en Segunda.
En los natalicios, dos nombres a resaltar: el del guionista Salvador Perpiñá y el del músico y periodista Jesús Arias, que perdería la vida en 2015. También comenzarían las obras de la Facultad de Ciencias y en Motril Francisco Montero se puso como objetivo en 1963 crear el mejor ron del mundo. A fe mía que lo consiguió.
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