Un niño de dos años muere en el incendio de su casa en Almanjáyar
El suceso, originado al prenderse un sillón con la llama de un mechero, se salda también con una herida grave, una mujer de 42 años que está ingresada en la UCI
Tragedia en Almanjáyar. Un niño de sólo dos años perdió la vida como consecuencia de un incendio declarado en una vivienda de la calle Rodrigo de Triana. Ese mismo suceso se ha saldado, además, con una herida grave, una mujer de 42 años que permanece ingresada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Traumatología de Granada y cuya vida corre peligro.
Según indicaron fuentes policiales, el incendio se declaró poco antes de las once de la mañana en una vivienda del primer piso del edificio, que tiene tres plantas más el bajo y un sótano. La primera llamada a los bomberos la realizó una profesora de un colegio cercano alertada por las llamas. En el interior de la vivienda afectada había en ese momento una mujer de 27 años con sus cinco hijos, todos ellos de corta edad.
La brigada científica del Cuerpo Nacional de Policía llega a la conclusión provisional de que el incendio se originó cuando uno de los niños, obviamente jugando, prendió fuego a un sillón que se encontraba en uno de los dos dormitorios.
Las llamas se propagaron con rapidez, y también el humo, que pronto invadió no sólo la vivienda, sino también el resto del edificio. La mujer, ayudada por algunos vecinos, logró salir ilesa con cuatro de sus cinco hijos, pero no pudo salvar al quinto, a quien los bomberos rescataron aún con vida. Por desgracia, las quemaduras eran de gran envergadura y falleció camino del hospital.
La mujer herida grave, de iniciales R.M.S.G., no vivía en esa casa, sino en el tercer piso del inmueble. Según fuentes policiales, se trata de una persona que lleva tiempo enferma y a la que el incendio sorprendió en la cama. Sin tiempo material para reaccionar, el humo, cada vez más denso e irrespirable, estuvo a punto de asfixiarla.
Fue trasladada al mencionado hospital y desde entonces se lucha por salvar su vida, aunque al tratarse de una persona enferma, las circunstancias se complican bastante.
No hubo más heridos de consideración. Uno de los menores fue atendido por los servicios sanitarios porque se hizo daño al saltar desde la primera planta, pero a primera hora de la tarde ya había sido dado de alta. En cuanto al resto de los ocupantes del edificio, fueron desalojados sin mayores complicaciones. Casi todos se quedaron en el lugar del siniestro, que tuvo que ser acordonado porque llegó a reunirse un buen número de personas allí.
La calle Rodrigo de Triana está ubicada en una de las zonas más conflictivas del barrio de Almanjáyar, en la zona Norte de la capital. Eso, y el hecho de que los servicios de emergencias no fueran recibidos de forma precisamente cordial, sino todo lo contrario -a pedradas- hizo pensar, en un primer momento, que detrás del incendio podría haber alguna circunstancia especial, como un ajuste de cuentas, que trascendía del mero suceso.
No obstante, fuentes de la Policía Nacional y de la Policía Local coincidieron en que no hubo nada de eso. Casi desde el principio circularon en el barrio dos hipótesis: una sostenía que el incendio se produjo en la cocina, donde la mujer estaría cocinando. Según esa teoría, se le habría derramado aceite hirviendo que habría prendido al contacto con el fuego.
La otra fue la que confirmó posteriormente la Policía Nacional después de que abandonaran el lugar de los hechos los agentes de la brigada científica y es la ya mencionada: uno de los menores -no el que falleció- prendió accidentalmente un sillón con un mechero. Una fatalidad.
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