Álvaro Romero
Socimis
Francia teme que sus ciudadanos "se contaminen" a las estaciones de esquí españolas durante esta Navidad y presiona al presidente español para que impida su apertura. Alemania e Italia también han echado el cierre y son partidarios de una restricción generalizada en Europa. Así las cosas, el inicio de la actividad en Sierra Nevada (Granada) que la Junta de Andalucía ve con buenos ojos, se ha convertido en una cuestión de Estado y un asunto de discusión y diplomacia entre gobiernos del continente.
La estación granadina, que es la más meridional de toda Europa, podría convertirse en un foco de atracción de esquiadores de todos los países, en caso de que las autoridades permitan su apertura en los próximos días y se llegue a permitir la movilidad de alguna manera, asunto este último que parece más complejo que el primero. Sólo Suiza y posiblemente Austria son partidarias de abrir sus estaciones por el momento, motivo por el que los países vecinos que sí han decidido clausurar el esquí están ejerciendo presiones sin disimulo.
El problema es que en la mayoría de esos países, como Francia, Italia o Alemania, la práctica de estos deportes de invierno está tan arraigada en la población que sus gobiernos temen una dispersión de sus ciudadanos hacia países que sí abran sus estaciones.
El primer ministro francés, Jean Castex, en una entrevista al canal de televisión BFMTV el miércoles explicó que "los españoles y los suizos por ahora no se orientan a esas decisiones, pero la acción diplomática continúa". Si pese a todo, países como España deciden abrir, "la idea es impedir a los franceses ir a contaminarse". Y anunció la intensificación de controles en las fronteras.
El ministro galo contó que ha hablado de esta cuestión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que le hizo notar que la apertura de las estaciones depende de las comunidades autónomas y que iba a haber una reunión de concertación en la que se debe examinar la apertura de las estaciones.
Efectivamente, en España el debate también está abierto entre comunidades, porque en esa reunión celebrada esta semana algunos gobiernos como el andaluz o el catalán han mostrado su intención de abrir las estaciones, en sentido muy diferente a la postura que hasta ahora parece adoptar Aragón, que acumula buena parte de las instalaciones de esquí del país y es más partidario del cierre.
Pero la apertura no dependerá únicamente de si se prohíbe o se permite, sino de la posibilidad de la movilidad entre comunidades autónomas y entre países europeos.
En Andalucía, cuyo interés en este asunto se centra en Sierra Nevada, la epidemióloga y portavoz del comité de expertos de Andalucía sobre el Covid-19, Inmaculada Salcedo, dijo ayer que la fecha de apertura de la estación de esquí de Sierra Nevada dependerá "de la evolución de los datos", por lo que no pudo ser más específica al "ser un asunto que escapa a sus competencias". Sin embargo, la experta fue muy clara: "no veo inconveniente en que Sierra Nevada abra".
Estas afirmaciones, que no son vinculantes, sí son indicativas del interés actual del Gobierno andaluz por favorecer la apertura de su estación de esquí, que ya acumula nieve suficiente y está preparada como en los mejores años para acoger a visitantes. Además, Cetursa ha establecido una serie de protocolos e iniciativas variadas para prevenir los contagios.
El presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, May Peus, también ha intervenido en el debate mediante una carta dirigida este miércoles al presidente del Gobierno, a varios ministros y a los presidentes de las comunidades autónomas con estaciones de esquí en la que defiende la práctica segura de este deporte como "una forma de contener la pandemia".
"La Comisión Europea ha dejado claro que cada país miembro es soberano para tomar decisiones. Teniendo en cuenta esto, déjenme que les diga que ahora es el momento del invierno, es el momento del deporte, que permite dar vida y sentido de manera saludable a las zonas de montaña y a una parte de la España vacía", señala Peus en su escrito.
"La salud es y debe ser una prioridad, pero es lógico pensar que los deportes de nieve, organizados de manera ordenada y con todas las garantías sanitarias, pueden ser también una forma de contener la pandemia. Hacer ejercicio al aire libre tiene una influencia positiva, especialmente en momentos de estrés físico y psicológico como el que todos estamos, por desgracia, padeciendo", añade el dirigente federativo.
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