El Estado arregla y pone en alquiler la fábrica de Cetarsa para uso comercial
La rehabilitación del viejo inmueble, que fue centro de la actividad tabaquera en la Vega, tiene un presupuesto de 775.000 euros
La vieja fábrica de tabaco de Cetarsa, cuyo cierre en 2002 supuso un duro mazazo para la economía granadina, podría convertirse en breve en un nuevo centro comercial si hay empresas interesadas en quedarse con el inmueble en alquiler e, incluso en propiedad.
La sociedad estatal SEPIDES, propietaria de estas viejas instalaciones que la empresa pública tabaquera dejó cerradas al principio de la Carretera de Córdoba hace 14 años, ha contratado una importante obra de rehabilitación de la parte noble del edificio, aquella en la que se incluía la vivienda del director de la fábrica o la capilla. De hecho, esta construcción tiene cierta protección exterior que se ha tenido en cuenta en la memoria del proyecto para protegerla y mantener su estructura y aspecto original. Destaca la imagen del torreón sobre la nave central.
Las obras, que tienen un presupuesto de casi 775.000 euros, comenzaron este verano y está previsto que finalicen entre octubre y noviembre.
Mientras se produce el arreglo de la construcción la sociedad estatal ha puesto ya el edificio en alquiler, con un anuncio en el que se pone de plazo hasta el próximo lunes para la presentación de ofertas de aquellos que estén interesados en quedarse con este inmueble que tiene uso terciario-comercial. El precio establecido en el anuncio es de entre 7 y 9 euros por metro cuadrado. Dado que cuenta con 4.218 metros cuadrados, la renta total requerida es de casi 30.000 euros mensuales como mínimo hasta los casi 38.000 euros. El contrato de alquiler es de 5 años prorrogable en periodos de 2 años. Aunque el anuncio es de arrendamiento del edificio, fuentes de SEPIDES aseguraron que la sociedad también está abierta a la venta del inmueble.
Las mismas fuentes explicaron a este periódico que la empresa pública ofrece "facilidades de pago" y que se están haciendo unas obras que permitirán dejar un edificio diáfano en su interior, de modo que no se limiten los usos que se quieran dar por dentro, siempre dentro de las opciones posibles al tener un destino comercial.
El cierre de la vieja fábrica de Cetarsa, donde trabajaba medio millar de personas y que además daba vida a la actividad agrícola de parte de la provincia, supuso un duro mazazo para la economía en la década anterior. De hecho hubo movilizaciones muy importantes durante mucho tiempo que finalmente no consiguieron frenar el fin de esta actividad, cuyo símbolo ha sido estos años el abandono de la fábrica y el progresivo deterioro del edificio.
La Sociedad Estatal de participaciones Industriales, que tenía entonces Cetarsa en sus manos, negoció con los sindicatos una serie de prejubilaciones y se comprometió a activar un plan de reactivación económica en la zona, basado en la creación de un polígono industrial y un centro comercial en esta parcela de uso terciario. Se bautizó como Puerta Granada.
Las obras de rehabilitación no se han adjudicado hasta 14 años después y es ahora también cuando se están poniendo en alquiler las parcelas de los antiguos terrenos de Cetarsa y las naves industriales que SEPIDES tiene en la zona del Cortijo del Conde.
Durante los años de bonanza económica no se llegó a llevar a cabo ese plan de reactivación industrial y el periodo de crisis terminó de cortar de raíz cualquier posibilidad de que la iniciativa despegara.
Cetarsa mantiene en Fuente Vaqueros un centro de compra de tabaco y almacenaje transitorio para el escaso producto que ya se cultiva en la Vega.
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