El asesinato de un hombre en Alhendín, la mafia italiana de los Raduano y el final de una fuga de película

Marco Raduano, el peligroso mafioso italiano, y Gialuigi Troiano, 'mano derecha' del propio capo de la mafia que ya fue arrestado en Otura el pasado mes de febrero, fueron los responsables del asesinato de un vecino de Alhendín ocurrido el pasado día 22 de noviembre de 2023.

Esta es la conclusión a la que ha llegado la Guardia Civil de Granada tras finalizar la Operación Camine, a través de la cual Troiano ha quedado detenido en la Cárcel de Albolote, donde ha estado retenido durante los últimos cuatro meses a la espera de ser extraditado a su país. Por tanto, el proceso de devolución a Italia ha quedado parado, al acusarlo de los presuntos delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas, robo con violencia, robo de uso de vehículos, robo con fuerza, daños, falsedad documental y organización criminal.

Los investigadores han descubierto, no obstante, que el autor de los disparos fue el jefe del clan Raduano, la cuarta mafia italiana por importancia según destacan desde el Instituto Armado. Actualmente se encuentra recluido en una prisión italiana, tras haber sido detenido el pasado mes de febrero en Bastia (Córcega) en una operación coordinada por los Carabineros del Grupo Operativo Especial en colaboración con la Interpol. Gracias a dicha operación coordinada también fue localizado Troiano en la provincia granadina.

Según ha detallado la Guardia Civil este jueves en una nota de prensa, el asesinato se produjo en la puerta del domicilio de la víctima, en la localidad de Alhendín. El jefe del clan y su hombre de confianza dispararon tres veces a la víctima con una escopeta de caza y huyeron en un en un vehículo robado.

Hace dos días se conocía que la Guardia Civil había detenido a una persona vinculada con la muerte a tiros de este hombre en la localidad metropolitana, pero sólo se detellaba que era de nacionalidad italiana. Tras atar los cabos, se ha concretado que Troiano participó activamente en el crimen.

Así se gestó el asesinato

El fallecido en Alhendín, de 42 años de edad y de nacionalidad española aunque nacido en Marruecos, era un conocido narcotraficante que traficaba internacionalmente con hachís, según ha destacado la Guardia Civil. El clan de los Raduano se puso en contacto con él para hacer negocios y le entregó una importante cantidad de dinero a cambio de droga, pero los dos cargamentos de hachís financiados con este dinero fueron interceptados, uno por la Guardia Civil en Alicante y otro en Francia. Fruto de estas intervenciones, la mafia le exigió a la víctima la droga y esta tuvo que esconderse en una urbanización de Alhendín para pasar desapercibido.

Como consecuencia de esto, el jefe del clan, que había conseguido fugarse de una cárcel de alta seguridad de la isla de Cerdeña descolgándose con sábanas atadas a modo de cuerda, se refugió en la vivienda que su lugarteniente tenía en Otura, usada también para escapar de la justicia italiana. Una vez en España, que averiguaron exactamente dónde vivía el narcotraficante que les debía dinero, casualmente a apenas unos pocos kilómetros de distancia y en municipios vecinos, y elaboraron un plan para acabar con su vida.

Según la investigación del Instituto Armado, para cometer el asesinato robaron tres coches en Granada, les cambiaron las placas de matrícula y comenzaron a vigilar con ellos el domicilio de su víctima para averiguar sus rutinas. Una vez que definieron sus horarios, lo esperaron y le dispararon varias veces. Cuando las autoridades hallaron el cuerpo pasadas las 19:30 horas del 21 de noviembre en el Camino de La Malahá de Alhendín, este presentaba al menos dos impactos de bala.

Las únicas pistas con la que los investigadores contaban al inicio de la investigación eran tres cartuchos de escopeta de caza del calibre 12 y las imágenes de un turismo de color rojo huyendo del lugar del crimen. Este vehículo apareció calcinado al día siguiente en Las Gabias y la Guardia Civil supo que era robado y que había estado circulando con placas de matrícula falsas. A partir de estos datos, los agentes fueron cerrando el círculo en torno a un ciudadano italiano que vivía en Otura y a otro individuo que iba con él.

Sin embargo, la detención de Troiano se precipitó y se produjo el pasado mes de febrero en una operación internacional coordinada por la Interpol y los Carabinieros de Italia, en colaboración con la Guardia Civil, por estar reclamado por la justicia italiana por tres asesinatos agravados por el método mafioso y dos homicidios en grado de tentativa. Fue entonces cuando se pudo descubrir que el segundo sospechoso del crimen en Alhendín era el jefe del clan mafioso, y que, tras el asesinato, había abandonado España y había sido detenido en Italia.

Después de la investigación, los agentes acudieron a la prisión de Albolote, donde se encontraba el lugarteniente recluido esperando su repatriación, y lo detuvieron por los presuntos delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas, robo con violencia, robo de uso de vehículos, robo con fuerza, daños, falsedad documental y organización criminal. Al tener una causa abierta en España, su repatriación a Italia ha sido frenada.

Tras la detención, la Guardia Civil localizó el arma homicida y munición en un lugar próximo a donde había aparecido calcinado el coche en Las Gabias. Se trataba de una escopeta que había sido robada en la localidad en el año 2019. También se recuperaron dos coches y varias placas de matrícula robadas.

La investigación ha sido llevada a cabo el Grupo de Homicidios de la UOPJ de Granada con la colaboración de Unidad Central Operativa (UCO), bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Santa Fe, en coordinación con la Fiscalía Provincial de Granada.