La astenia, una más en primavera
Muchas personas sufren cada año en esta época una sensación subjetiva de cansancio e incluso incapacidad, más común en mujeres de entre 30 y 40 años

Fatiga, debilidad, cansancio continuo, tristeza, incapacidad. Son algunos de los síntomas que muchas personas sienten con la llegada cada año de la primavera. Pero, ¿a qué se deben? La respuesta es la conocida astenia primaveral, una realidad muy frecuente entre la población de la que no todos conocen sus detalles y que tiene, incluso, tratamiento.
"No es un mito. La astenia primaveral existe y la gente la asocia a cualquier síntoma de cansancio o fatiga, aunque más que otra cosa es una sensación muy subjetiva", explica la directora del Centro de Información al Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de Granada, María José Ferrer.
Médicamente, la astenia puede definirse como la sensación subjetiva de incapacidad para llevar a cabo los actos de la vida normal diaria. Es una sensación de cansancio previo a la actividad muy frecuente. De hecho, los expertos estiman que en España una tercera parte de los pacientes que van a una consulta de Atención Primaria manifiestan la astenia como uno de los síntomas que les llevan a solicitar la consulta con el médico. Es más frecuente en mujeres que en hombres y entre los 30 y 40 años.
"Existen dos categorías de astenia, la orgánica y la psicógena", matiza la experta. Es decir, la que tiene de base una patología orgánica (depresión, anemia,...) o la que se produce por estrés o exceso de trabajo, entre otros. Situaciones que se agravan también en primavera.
Las causas de la astenia orgánica pueden ser endocrinas, metabólicas, neuromusculares o infecciosas. Es menos frecuente que la psicógena y predomina más en los varones con episodios agudos y síntomas precisos. Habitualmente, no dura más de dos meses y evoluciona durante el día, presentándose más síntomas por la tarde. El reposo suele aliviar al paciente.
La astenia psicógena está asociada con trastornos depresivos, ansiedad y estrés, entre otros. Esta es más típica de mujeres, presentándose de forma paulatina e imprecisa con una evolución diaria intermitente y con una duración muy superior a la astenia orgánica. Los síntomas son más fuertes por la mañana y el reposo no proporciona mejoría.
Durante la astenia, las alteraciones más habituales son la pérdida de peso y la alteración del estado de ánimo.
Para todo este cuadro existe un tratamiento efectivo. Los síntomas asténicos se corrigen atacando la enfermedad de base, ya sea orgánica o psíquica. Así, lo más frecuente es el uso de formulaciones con una leve acción estimulante o antidepresiva y complejos vitamínicos. "Esa es la recomendación, algo revitalizante y control de la dieta".
También se utilizan compuestos naturales. En este caso lo más empleado es la raíz de Ginseng y rizoma de Eleuterococo, consideradas estimulantes. El Ginseng está indicado para agotamiento físico y mental y astenias, aunque entre las contraindicaciones están las arritmias, hipertensión, ansiedad, nerviosismo, embarazo o insulina, entre otros. El Eleuterococo está indicado también para el agotamiento y para la astenia y en las contraindicaciones sólo aparece la hipertensión.
Al ser la astenia algo muy subjetivo, es difícil valorarlo de forma común, por lo que los expertos aconsejan que si los síntomas duran más de dos semanas se consulte al médico, que será el que pueda indicar la oportunidad de seguir o no un tratamiento.
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