Simulacro en Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada: un incendio, un vertido y varios heridos

El centro, en el que estudian unas 6.000 personas, analiza sus puntos débiles en un simulacro de protección que contó con un incendio en Química Orgánica, un vertido en Edafología y varios heridos simulados

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Simulacro en la Facultad de Ciencias.
Simulacro en la Facultad de Ciencias. / jesús jiménez / PS

Sentados en un escalón Alejandro y Lucía disfrutan del sol de abril. Desconocen que a su alrededor se desarrolla un simulacro de emergencia que durará media hora y que contará con distintos escenarios, todos dentro de la Facultad. No tenían ni idea, ni les preocupa demasiado. En breve tienen un examen de Tectónica.

Mientras revisan sus correos, personal de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada pide a estos estudiantes que se levanten y vayan con los otros cientos de estudiantes a la zona de aparcamiento. Allí Miguel, Pedro y Marta hacen vídeos al paso de un camión de bomberos. Son de Matemáticas y se muestran más que tranquilos pese a la cantidad de gente que se concentra en la zona de aparcamiento y el sonido de la alarma que les ha sacado de la Facultad.

Sin prisa pero sin pausa, la Facultad de Ciencias, una de las más grandes de la Universidad de Granada, ha quedado vacía al ritmo monótono de una alarma. Dentro se ensayan tres situaciones de emergencia. Por un lado, un derrame en Edafología que debe ser supervisado por los bomberos. Después, este mismo cuerpo atiende a un incendio que se simula en Química Orgánica. Mientras, los sanitarios atienden a varios heridos ficticios en la entrada de la Facultad.

La simulación incluye una persona herida por traumatismo en el proceso de evacuación. Todo se cronometra. En total, las distintas catástrofes se desarrollan en apenas 29 minutos. Tras esa intensa media hora tocará analizar qué se ha hecho bien y qué se puede mejorar para garantizar la seguridad de una Facultad, la de Ciencias, que cuenta con unos 6.000 estudiantes más profesorado, personal de administración, técnico, de servicios y gestión y visitantes.

"La Facultad de Ciencias tiene unas características particulares", definió el decano del centro, Manuel Pérez Mendoza. En este edificio se almacenan reactivos inflamables y "pueden ocurrir accidentes. Es necesario tener activos todos los sistemas de prevención testados". Pérez Mendoza detalló que en los últimos años no se ha hecho ningún simulacro de estas características y que el objetivo del mismo es "intentar detectar si tenemos algunos puntos débiles en los sistemas de evacuación y en los sistemas de seguridad".

Todo el centro fue desalojado en minutos. Se estableció que los cientos de personas que fueron evacuadas se quedaran en la zona aledaña al centro, sin salir a la calle. También se dejaron pasillos para la evacuación y entrada de vehículos de emergencia. "Lo más peligroso son los disolventes orgánicos, que además normalmente están en grandes cantidades. Luego hay otro tipo de riesgos, como los biológicos, caídas, derrames de líquidos como ácidos... Y los accidentes que pueden ocurrir durante el proceso de evacuación, con escenas de pánico. Eso también lo tenemos que contemplar", enumeró el decano. El centro cuenta con unos 200 laboratorios donde diariamente se realizan prácticas, hay investigaciones que emplean productos inflamables e incluso explosivos y por haber hay incluso una instalación radiactiva.

El director del Servicio de Salud y Prevención, Javier Machado, por su parte detalló que el simulacro de este jueves contó con dos eventos, un conato de incendio y un derrame por un lado y una situación de primeros auxilios que hace necesaria la intervención del 061 por otro. "Es un simulacro que por las características de la Facultad es más complicado. Además estamos en medio de la ciudad, pasa el tranvía cerca... hay unas características especiales", señaló Machado, que explicó que tanto Protección Civil, Ayuntamiento, 061 y bomberos fueron informados y trabajaron de forma coordinada en el ensayo. "Hay cientos de productos y, dependiendo de la cantidad ahí está la peligrosidad. Por eso tenemos especial interés en que todo funcione", concluyó Machado.

La delegada del Rector para la Salud y las Relaciones con el Sistema Sanitario, Virginia Aparicio, insistió en el compromiso de la Universidad de Granada en "velar por la seguridad no solo de la comunidad educativa, sino de toda la población". En este sentido, apuntó el interés creciente de la necesidad de "actuar con celeridad y organización ante emergencias que pueden derivar en catástrofes".

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