Una autónoma de Granada consigue liberarse de las deudas pendientes tras perder su vivienda

Granada/La Asociación de Ayuda al Endeudamiento ha emitido un comunicado informando sobre el perdón de una deuda de 258.450,15 euros a una mujer autónoma de Granada. Así, la Asociación explica que la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19 supuso un cambio sustancial en la situación de la deudora.

La quiebra y posteriores deudas impagadas les llevaron a "tener que perder su casa para pagar parte de las mismas". Aunque, la entidad asevera que la Ley de la Segunda Oportunidad les ha permitido cancelar el 100% y, además, "vivir gratis en su vivienda durante los casi 3 años de duración".

Insolvencia

Debido a la parálisis de su actividad laboral durante la pandemia, la deudora experimentó una caída considerable en sus ingresos, lo que hizo que no pudiera atender sus compromisos financieros de manera oportuna.

Con el objetivo de evitar los impagos, la deudora comenzó a solicitar préstamos para cubrir la falta de liquidez y hacer frente a sus obligaciones. Sin embargo, esta estrategia, que inicialmente parecía una solución temporal, "se fue complicando". A medida que los préstamos aumentaban, la capacidad para gestionarlos se veía cada vez más limitada por los bajos ingresos que percibía.

Finalmente, esta cadena de préstamos llevó a un nivel de sobreendeudamiento "insostenible", ya que la Asociación indica que la deudora no pudo hacer frente al total de sus deudas. "El aumento de la carga financiera, combinado con la persistente falta de recursos económicos, ha dejado a la solicitante atrapada en un ciclo de endeudamiento sin poder encontrar una solución viable".

“Con el inicio de la Ley de la Segunda Oportunidad iba obtener un beneficio inmediato: un respiro económico, ya que cualquier pago embargo quedaba en suspenso hasta que se resolviese el asunto por el juez. La tranquilidad de que no le embargarían su casa le supuso un gran alivio”, explica el letrado Pepe Dominguez.

Pasos para empezar de cero

Posteriormente, los letrados propusieron al juzgado la apertura del concurso de acreedores. En este, el mismo juzgado debe revisar el cumplimiento de los requisitos legales y, por último, valorar si se merece la exoneración definitiva de las deudas.

Dentro de la fase concursal se valora el patrimonio de la deudora. En este caso, "se demostró la inexistencia de algo que vender". Tras esto, habría aportado todo lo que tiene y se solicitaría la exoneración de las deudas pendientes.

El Juzgado conocedor de este procedimiento comprobó estos requerimientos y el pasado 25 de noviembre de 2024 fue dictada la sentencia concediendo el EPI (Exoneración del Pasivo Insatisfecho) ha supuesto dejar a esta deudora libre de 258.450,15 euros.

"Con esta sentencia los acreedores del concursado han visto cómo sus créditos han sido cancelados. Ya no podrán reclamar ningún pago más ni incluir en ficheros de morosos a la ya ex-deudora", ha concluído la Asociación de Ayuda al Endeudamiento.