El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Balance del 3 de mayo
Granada ha demostrado que la fiesta del Día de la Cruz puede volver a replantearse para parecerse más a la celebración que todo el mundo recuerda de varias jornadas festivas y más cruces y barras en las calles. Lo hizo ayer, cuando tras dos años sin fiesta se recuperó la instalación de cruces y barras y con miles de personas en las calles no hubo incidentes destacables. Y eso hará que el Ayuntamiento abra una fase de escucha y diálogo para definir la fiesta del año que viene, para ver si, como demandan los granadinos, se amplían el número de días de cruces, se declara festivo el 3 de mayo o si se abre la mano a más barras en el centro y barrios históricos ya que ahora están vetadas para evitar los botellones con la aplicación de una ley seca desde 2005, cuando se puso freno a la imagen de descontrol de la fiesta en la ciudad.
"Hemos dejado atrás la fiesta de la Cruz ligada al botellón. Tras este parón de 2 años había muchas ganas y que haya respondido así la gente es una buena noticia. Hemos recuperado el sentido y la celebración va tomando una deriva de recuperar la fiesta tradicional, por lo que es el momento de poder plantear otra cosa", ha dicho hoy la concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Granada, Raquel Ruz, en el balance del día de la Cruz, donde ha destacado el "gran ambiente de cruces a pesar de la amenaza de lluvia, aunque finalmente respetó. Había ganas de fiesta, de recuperar la tradición de la cruz y se pudo disfrutar con tranquilidad y seguridad. Hubo mucha afluencia de gente en las cruces de los colegios y también en el Palacio de Congresos, donde más gente se congregó".
Según Ruz, el despliegue policial de 151 agentes, el mayor de la historia de este día, funcionó "perfectamente" y permitió "que hubiera menos incidencias que un fin de semana normal". "Funcionaron bien los controles y requisas para evitar el consumo de alcohol en el Albaicín y en el Realejo. Se evitaron las zonas de botellón en estos barrios y se controlaron zonas calientes como Ganivet o la Plaza de la Universidad, por lo que no hubo incidencias destacables".
Según la estadística de la Policía Local, ayer 3 de mayo hubo 8 denuncias por ocupación de vía pública (terrazas con más mesas o sin licencia), 36 actas de botellón ("muy pocas con miles de personas en la calle"), 7 denuncias por posesión de estupefacientes, 1 por miccionar en la calle, 2 por consumo de alcohol en exteriores de locales o de los perímetros de las barras, 1 por violencia de género y 2 por delito contra la seguridad vial por alcoholemia. "Como un fin de semana normal gracias al dispositivo preventivo", ha dicho la concejal, que ha agradecido la labor de la Policía Local.
"Fue una jornada de tranquilidad, de alegría, de ilusión en el futuro, de esperanza. Granada ha demostrado que quiere volver a vivir, a sentir que estamos vivos a través de esta tradición. Se puede divertir sin problema y sin incidencias, por lo que agradecemos ese comportamiento cívico".
Respecto a las barras, señaló que los perímetros establecidos y el aforo controlado permitieron que funcionaran bien.
Además, en el Puente previo, el fin de semana del 1 de mayo y el festivo del lunes, tuvo también gran afluencia de visitantes y aunque no estaban permitidas las barras ni las cruces hasta el mismo día 3, hubo un fin de semana de lleno.
Todo esto hace que el Ayuntamiento esté dispuesto ya a estudiar ampliar la fiesta tras 15 años de ley seca y restricciones para evitar los botellones. Los granadinos reclaman que el 3 de mayo sea festivo local y que se amplíen los días de fiesta al menos al día previo, además este año coincidiendo con el puente. Y el propio alcalde de Granada, Paco Cuenca, aseguró ayer que se iba a dar una vuelta a la celebración para el año que viene.
Según Ruz, "lo estudiaremos". "Viendo como ha funcionado el puente anterior al Día de la Cruz y que también la jornada del 3 de mayo estuvo muy controlada, a lo mejor nos podemos plantear ampliar los horarios y días. Pero será una decisión de futuro. Ahora está claro que la gente vuelve a recuperar su fiesta olvidándonos de los botellones que había en el pasado, de la inseguridad del pasado. Granada demuestra que sabemos divertirnos con civismo y disfrutando de una fiesta en familia", ha dicho la concejal.
"El Día de la Cruz ligado al macrobotellón ha quedado atrás. Después de dos años no sabíamos cómo iba a responder la gente y ha habido mucho civismo. Hemos recuperado la tradición pero con tranquilidad", ha dicho Ruz.
El jefe de la Policía Local de Granada, José Antonio Moreno, ha explicado que hablando con el Cuerpo Nacional de Policía se ha trasladado que no hubo incidentes de orden público. "El denominador común ha sido recuperar una fiesta con seguridad, tranquilidad y ejerciendo todos los derechos". Moreno ha destacado que el plan preventivo en Albaicín y Realejo y su divulgación ha facilitado la labor y disuadido a los que pretendían hacer botellón, aunque hubo bastantes requisas de bebidas a quienes pese a los controles intentaban acceder con alcohol a estos barrios.
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