Los cinco barrios de menor renta de Granada son los que tienen mayor mortalidad

Población

Un estudio del Observatorio de Desigualdad de Andalucía señala que la vulnerabilidad económica contribuye a un mayor número de defunciones en los barrios más desfavorecidos de la capital

Además, se incluyen Zaidín y Chana cuando aparecen las variables de formación de la población y desempleo

La desigualdad social en Granada: una diferencia del 450% entre el barrio más rico y el más pobre

Del más rico al más pobre, los barrios de Granada capital por sus niveles de renta

Mapa de rentas y mortalidad / G. H.
S. Rodríguez

27 de julio 2023 - 06:01

Granada/En Almanjáyar, Rey Badis, La Paz, Cartuja y Haza Grande, cinco de los barrios más pobres de Granada e incluso de España, la tasa de mortalidad es más elevada que en el resto de la capital. Esta es una de laqs principales conclusiones obtenida de los datos del V Informe del Observatorio de Desigualdad de Andalucía, publicado por esta entidad, que está actualmente coordinada por la Fundación Intermón Oxfam e integrada por varias universidades andaluzas y un grupo de entidades del Tercer Sector.

El análisis desgrana los datos socioeconómicos de la ciudad de Granada, que en la actualidad apenas cuenta con 230.000 habitantes en la capital, pero que, sin embargo, es el epicentro de una aglomeración urbana que suma casi 600.000 ciudadanos si se le añade el fenómeno del Área metropolitana. "Muchos de los fenómenos que ocurren en el interior de la ciudad tienen parte de su explicación en los que acontecen en la corona periurbana, con la que conforma un todo funcional", asegura el informe.

Granada es, junto con Cádiz, la ciudad andaluza más envejecida de las analizadas, con más de un 22% de sus ciudadanos con más de 65 años. La presión urbanística que se vive en los últimos años en la capital nazarí, con el paradigma de los pisos turísticos y los altos precios de la vivienda, han determinado que la población más jovenubique su residencia en los municipios metropolitanos.

"Esto que, a grandes rasgos resumiría el contexto vital de la ciudad, se hace especialmente evidente en indicadores como el de la razón de mortalidad, que pone de manifiesto las diferencias que se producen en el seno de la ciudad", argumenta el estudio.

Mapa de mortalidad de Granada

Al envejecimiento progresivo de quienes llegaron para habitar inicialmente los barrios comentados y la salida de las siguientes generaciones se añade "factores como la insalubridad de los entornos", según el estudio, que hacen que la tasa de mortalidad se dispare. También afecta una menor posibilidad de acceso a la salud o a hábitos de vida poco saludables, entre otros.

Se ha observado una mayor mortalidad en los cinco barrios más pobres, con mayor tasa de paro y menores niveles formativos, "lo que pone de manifiesto que la vulnerabilidad económica se une a la de salud en los barrios más desfavorecidos". No en vano, estos tienen las rentas más bajas de la capital, que no superan apenas los 15.000 euros.

Las desigualdades del siglo XX se mantienen

Hasta mediados del pasado siglo XX, Granada se ceñía básicamente a su recinto histórico, conformado por los barrios del Sacromonte y el Albaicín, que estructuraban la ciudad alta y los ensanches que, en esos primeros momentos, se expandían desde las laderas ocupadas por dichos barrios hacia la Vega.

"Ya entonces se podía intuir cierta segregación social plasmada en la contraposición de los ensanches burgueses y la vida en las cuevas que caracterizaba a algunos barrios, una realidad que a la larga ha ido fraguando la imagen típica-tópica de la ciudad", remarca el análisis.

Al margen de esta Granada, la eclosión demográfica que para la ciudad supuso el aporte del éxodo rural obligó a improvisar los primeros escenarios de crecimiento lejos de la almendra central e invadiendo la Vega, zona aislada de la trama urbana hasta entonces. "Surgen así, al margen de cualquier planificación, primero los barrios del Zaidín y la Chana, y de forma más puntual la barriada de Haza Grande".

Mapa del nivel de renta en Granada por barrios / G. H.

Más tarde, en un contexto algo distinto, se une el sector de Cartuja. Este se concibe como un entorno planificado que circunstancialmente, por la concatenación de varios desastres naturales (terremotos, fuertes lluvias, etc.) se ve abocado a realojar a población procedente de otros puntos de la ciudad donde las viviendas apenas reunían condiciones mínimas de habitabilidad y que se vieron muy afectadas por dichos fenómenos.

"Todos estos vectores espolean la expansión del casco urbano hacia la Vega, siendo el cosido de la ciudad con estos barrios satélite lo que ha marcado el crecimiento de la misma hasta la actualidad. Son precisamente estos barriosobrerosde bajas calidades constructivas, surgidos al calor de la especulación de los años sesenta y setenta del pasado siglo, los que hoy día hacen evidentes las desigualdades sociales que se producen en el seno de la ciudad".

Las características del parque residencial de estos barrios de viviendas viejas, de poca calidad y económicamente más accesibles. Y según el estudio esto determina en la actualidad el panorama social de los mismos, conformado por los antiguos protagonistas del éxodo rural, hoy día población envejecida (los jóvenes han establecido su residencia en el cinturón metropolitano), minorías étnicas que en su momento tuvieron que ser realojadas, e inmigrantes laborales de múltiples procedencias llegados en las últimas décadas.

Renta media por hogar

Una de las pruebas más evidentes de todo lo dicho son quizá las desigualdades que dibuja en la ciudad la distribución de la renta neta media por hogar, que da una idea de los desequilibrios que se producen en la capital granadina, donde la sección más acomodada se ubica en torno a la zona de Neptuno y tiene ingresos por encima de los 53.000 euros de renta anual.

Este dato multiplica por cuatro la renta media de los barrios más empobrecidos del cuadrante nororiental de la ciudad (los ya citados Almanjáyar, Rey Badis, La Paz, Cartuja, y Haza Grande), en los cuales apenas se superan los 13.000 euros, siendo en ellos donde se concentran los mayores problemas sociales de la ciudad.

"Observando la cartografía correspondiente, llama la atención la focalización de los menores niveles de ingresos, además de en el sector mencionado, en los barrios de carácter obrero que surgen tras el aluvión inmigratorio que para la ciudad supuso el éxodo rural, pudiéndose reconocer con bastante nitidez los núcleos fundacionales del Zaidín al sur de la ciudad, y La Chana al noroeste", aseguran los investigadores del Observatorio.

Las rentas medias, en torno a los 30.000 euros anuales, son las que dominan la mayor parte de la geografía de la ciudad, quedando por debajo del promedio el resto de los barrios mencionados (Chana, Zaidín, Almanjáyar) y la parte alta del centro histórico (Albaycín, Sacromonte). Frente a ellos, la distribución de los niveles de renta más altos presenta una pauta territorial más difusa, pero en gran medida radicada en algunos sectores del centro (Caleta-Pajaritos, Puerta Real-Recogidas, eje del Genil) y los desarrollos urbanos más recientes (nuevas urbanizaciones y espacios residenciales).

Granada, entre las ciudades de España con mayor nivel formativo

Una de las variables del V Informe del Observatorio de Desigualdad de Andalucía es el nivel formativo de la población. Y aquí Granada destaca especialmente, incluso en el contexto de las grandes urbes españolas. Casi el 65% de sus habitantes cuenta con estudios superiores, un porcentaje que entre los municipios de más de 100.000 habitantes de todo el país solo es superado por San Sebastián, Barcelona, Madrid y Alcobendas. "El ser una ciudad de tradición universitaria en la que la Universidad tiene un gran peso institucional y social tiene que ver mucho en ello", remarca el estudio.

"Que la ciudad destaque en este aspecto, no implica, sin embargo, homogeneidad espacial en la distribución interna del citado indicador. Las desigualdades intraurbanas al respecto de este, como del resto de variables, están íntimamente ligadas al crecimiento y al devenir urbanístico de la ciudad y a cómo se ha ido configurando su espacio", puntualizan.

La pauta territorial de las rentas ya mencionada es prácticamente un calco de la que presenta la distribución de los niveles de población con estudios superiores en 2021. Aunque en este caso, a diferencia de lo que ocurre en el interior de otras ciudades analizadas, es destacar que gran parte de las secciones de Granada se sitúan en el intervalo más elevado de los establecidos, denotando ese posicionamiento destacado de la ciudad en el contexto nacional.

El desempleo, un factor a tener en cuenta

Un elemento más que caracterizaría el estatus social de la ciudad es el que aportan los datos referidos a la actividad de la población, calibrados a través de la tasa de desempleo.

La observación de cómo se distribuye este indicador en la ciudad no aporta muchas novedades, y una vez más aparecen como ámbitos más castigados por el paro los entornos comentados (Chana, Zaidín, Cartuja-Almanjáyar, Haza Grande), a los que hay que añadir puntualmente algunos sectores del centro histórico como el binomio Albaycín-Sacromonte o el barrio de San Matías, en el corazón del casco antiguo de la ciudad baja.

"Esta variable, como las anteriormente analizadas, muestra un patrón que se repite: entornos de máxima incidencia del fenómeno en cuestión (renta, altos niveles de formación, mortalidad) rodeados por espacios que, de forma más o menos concéntrica, sirven a modo de transición hacia las zonas que registran los valores mínimos", destacan.

Según el Observatorio de Desigualdad de Andalucía, todo este conjunto de barrios que son una sucesión cambiante de geografías a veces impiden al ciudadano medio percibir y ser consciente de las muchas de las desigualdades que se producen en sus propias ciudades. "Esto ocurre en Granada y en muchas ciudades de España, caracterizando lo que es en sí mismo una geografía de la desigualdad", han concluido.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Así canta nuestra tierra en navidad | Crítica

El villancico flamenco