La batalla por el nacimiento del Guadalquivir

historia Los libros de texto y las guías siguen dando por bueno que el Betis nace en la Cañada de las Fuentes

Almería, Granada y La Mancha disputan a Cazorla el origen del principal río andaluz y llevan el debate al Parlamento

El nacimiento del río fue establecido en la Cañada de las Fuentes por Fernando III.
El nacimiento del río fue establecido en la Cañada de las Fuentes por Fernando III.
Gabriel Pozo / Granada

15 de mayo 2011 - 01:00

A lo mejor tenemos que cambiar los libros de geografía, porque ya ni los profesores están seguros de dónde nace ese río que pasa mansamente por Sevilla y se desparrama por Sanlúcar. El asunto no es baladí. Nunca lo ha sido cuando se ha tratado de determinar dónde nace exactamente el río Guadalquivir. Periódicamente han surgido las disputas y polémicas, desde hace casi siete siglos, cuando el rey Fernando III, el Santo, estableció por decreto que el Betis nacía en la Cañada de las Fuentes, término municipal de Quesada, pleno parque de Cazorla, hoy en la provincia de Jaén.

El asunto es considerado de tanta importancia que la Diputación de Almería, al unísono, ha pedido al Parlamento andaluz que se debata el asunto en sede parlamentaria. Incluso el pasado año, la misma institución almeriense, pidió a la Junta un estudio serio para zanjar de una vez por todas dónde nace el río más importante de la mitad sur de España. Obviamente, defiende su propia opción: que nace en la comarca de los Vélez, en la rambla de Cañada Cañepla, término de María. Pero la cosa se complica, porque desde siempre ha habido otras opciones defendidas por estudiosos y peleadas por el fragor localista.

Los libros de texto y las guías siguen dando por buena la Cañada de las Fuentes, en Cazorla, como la fuente del Guadalquivir, pero esta tesis jienense no las tiene todas consigo, al menos si atendemos al baremo internacional más aceptado, es decir, que se considera la fuente principal de un río a aquella que mejor puntuación obtiene en cuanto a cota de nacimiento, aporte hídrico, lejanía de la desembocadura y extensión de su cuenca hidrográfica. Y la Cañada de las Fuentes, en Cazorla, no es precisamente la que suma mejor puntuación en esta carrera.

Las 'novias' que disputan la maternidad oficial del Guadalquivir se agrupan principalmente en la margen izquierda del gran río andaluz, o sea, los aportes fluviales que después confluyen en el Guadiana Menor; pero tampoco hay que obviar las pretensiones manchegas. Estas últimas son mucho menos beligerantes e interesadas, aunque los ríos nacidos en la serranía de Alcaraz y extremo oriental del Campo de Montiel (Gudalmena, Guadalimar y Guadalén) pueden considerarse con derechos a ser tenidos en cuenta, sobre todo si barajamos las cotas de nacimiento, la lejanía de sus desembocaduras y la extensión de sus cuencas.

La vieja tesis musulmana de considerar el nacimiento de un río en su cota más alta la vamos a descartar: en este caso el Guadalquivir nacería en Sierra Nevada, donde arranca el arroyo Valdeinfierno que se convierte en Genil a pocos kilómetros.

La principal batalla a la hora de disputar a Jaén la fuente primigenia se la plantea la cuenca del Guadiana Menor. Pero dentro del Guadiana Menor existe otra batalla interna, u otras muchas batallas internas. Los almerienses de los Vélez sostienen que su Cañada Cañepla es el punto más bajo y más alejado; pero también los de Puebla de Don Fadrique defienden que la antigua laguna de Bugéjar puede ser considerada el nacimiento. En cambio, quienes mayores argumentos aportan para defender la fuente del Guadalquivir como suya son los habitantes de Huéscar, con su río Bravatas de candidato. El río de Huéscar no es el punto más lejano, pero sí el que aporta más agua, pues dicen que Cañada Cañepla sólo es una rambla y no tiene caudal continuo.

La opción de la cuenca del Guadiana Menor, bien en tierras granadinas o almerienses, se presenta como la que mayores méritos técnicos reúne para ser considerada como 'fuentes' (en plural) del Guadalquivir: porque tiene una cota de nacimiento más baja y más lejana, porque su cuenca es mucho mayor que la opción de Quesada y porque su aportación hídrica también es mayor. De hecho, los antiguos decían que el Guadalquivir no era tal hasta que no se juntaba con el Guadiana Menor; incluso hasta llegar a Mengíbar se le llamó de otras formas: arroyo frío, río Beas, río Cástulo, etc.

En el texto oficial Guadalquivires no existe una apuesta clara por considerar la sierra de Cazorla como el nacimiento del río gran río de Andalucía.

En suma, que existen tantos guadalquivires como criterios a la hora de estudiarlo. Si lo hacemos desde el punto de vista geológico y tectónico, el río sería de origen manchego.

Desde el punto de vista histórico debemos dar la razón a quienes hablan de 'fuentes' (en plural) del Guadalquivir: iberos y romanos no consideraban al río como tal hasta que no recogía a sus tributarios a partir de Mengíbar o en su confluencia con el Guadiana Menor. Los romanos hablaron de Cañada Cañepla, del río Orce y del Guadalimar como fuentes del Guadalquivir, pero nunca lo hicieron de Cazorla. Los musulmanes no tenían duda de que las fuentes se situaban en los primeros arroyos de la cuenca del Guadiana Menor (Bugéjar, río Orce y Cañada Cañepla, la fuente más baja). Hasta que llegó San Fernando e impuso su criterio.

Y, finalmente, desde el punto de vista más técnico es la zona de la Sagra la considerada fuente más original, un punto en el que confluyen las provincias de Granada, Jaén, Almería y Murcia.

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