Las bicicletas, el transporte que nunca pasa de moda

En el siglo XIX, alrededor del año 1885, se creó el primer diseño de vehículo de transmisión de cadena. Hoy en día, poco ha cambiado tal diseño y parece que ésta no es una necesidad básica para que este medio de transporte, la bicicleta, perdure en el mercado. José Carlos Martín, dueño de Semar Élite asegura que este negocio "tiene una grandísima reputación en Granada" y que, además de contar con "varias tiendas en toda su extensión, posee casi un centenar de años de antigüedad a sus espaldas".

Conducir este vehículo de dos ruedas es, además de una ventaja contra la contaminación y los atascos propios del transporte público, todo un placer para sus conductores que aprovechan cualquier escapada para montar en su sillín. La bicicleta es un medio de transporte sano, ecológico, sostenible y, sobre todo, muy económico. Y esto lo sabe su usuario.

En años de bonanza económica el consumidor se decantaba más por la motocicleta pero hoy en día "la crisis se nota muchísimo en la venta de motos, casi no vendemos en ese sector y, sin embargo, la bicicleta es nuestra principal fuente de ingresos" asevera José Carlos. Así, en un negocio premiado por ser de los mejores en el año 2006 por su dinamismo y desarrollo, José Carlos Martín ratifica que en la actualidad la bicicleta está muy demandada pero que los beneficios "no llegan principalmente por la venta de este producto". "Se repara más que nunca" insiste el dueño del comercio, algo que deja entrever que pese al bajo coste de este tipo de transporte el consumidor prefiero ahorrar e intentar arreglar su vieja bici todas las veces que sea necesario. Al fin y al cabo nadie puede discutir que se le acaba cogiendo cariño.

A pesar de ello, José Carlos Martín corrobora que la crisis "se nota bastante" y esto, aunque parezca contradictorio, puede acabar siendo un beneficio para su negocio.

Dejar de lado cualquier otro medio de transporte con el objetivo de ahorrar en gasolina, seguro o inspecciones puede ser el detonante para acabar viendo a Granada como una nueva Amsterdam.