Una bodega de cuatro estrellas
Señorío de Nevada amplía su apuesta por el turismo enológico con un nuevo hotel de cuatro estrellas en pleno Valle de Lecrín y con un restaurante en el que se maridarán los productos de la tierra y la modernidad
Las palabras Señorío de Nevada evocarán siempre el sabor del buen vino pero desde el pasado puente de la Constitución sugerirán también otros muchos conceptos como confort, descanso, paisaje, serenidad y buena gastronomía. Los propietarios de la Bodega hace años que decidieron poner en marcha un ambicioso proyecto que supondría la elaboración de algunos de los mejores caldos que han dado las tierras granadinas pero también la difusión y consolidación de todo lo que rodea a la cultura del vino.
En junio de 2008 terminó la primera fase que abarcaba, además de los viñedos y la bodega, la inauguración de los salones para celebraciones de eventos.
Desde entonces, hasta este puente, la magnífica finca de Señorío de Nevada en el Valle de Lecrín ha sido escenario de numerosas celebraciones, sobre todo bodas. Pero desde principios de diciembre los novios podrán pasar también allí su noche de bodas. Desde el mismo viernes ya está funcionando al cien por cien el hotel de cuatro estrellas y el restaurante. Antes funcionaban los salones pero la comida que se servía se contrataba a través de un catering.
Con el mismo estilo a caballo entre lo rural y el lujo, entre la delicadeza y el confort, se ha terminado esta segunda fase: 24 habitaciones dobles y el restaurante, que empieza a funcionar como apuesta gastronómica propia.
El gerente del complejo Señorío de Nevada, Antonio Gimeno, explica que el hotel ha sido diseñado y decorado pensando en un público "que quiere disfrutar de todas las comodidades y lujos de un hotel de ciudad pero en el campo".
Aunque ya hay cerrados para el año que viene algunos viajes de incentivos de empresa, que utilizarán los salones del hotel para proyecciones y reuniones, lo normal es que el público que disfrute de las comodidades de Señorío de Nevada vaya buscando "una escapada muy particular".
Los que se queden en este hotel con encanto pueden encontrar la oferta de actividades propias de cualquier hospedaje rural, como senderismo, rutas a caballo, paseos en bicicleta... El hotel, asegura el gerente, les facilitará todas esas prácticas deportivas aunque esa no es su especialidad. "Señorío de Nevada está en un sitio sorprendente, muy bien comunicado pero integrado en el mundo rural. A diez minutos de Granada, al pie de Sierra Nevada, a 20 minutos de la Costa de Granada... pero rodeado por todo el sosiego del viñedo", relata Gimeno.
Su especialidad son todo tipo de actividades vinculadas a la cultura del vino, como visitas guiadas a su viñedo o a la bodega, y sobre todo cursos y catas. Tanto es así que el hotel ha nacido directamente con una serie de paquetes u ofertas con estas actividades para el cada vez más numeroso grupo de amantes de la enología. Por ejemplo, una noche de hotel con un curso intensivo de iniciación a la cata o de especialización puede salir por unos 200 euros por persona. Si los clientes optan sólo por pasar la noche, el precio de la habitación puede oscilar entre los 120 euros y los 250 de la suite doble.
Javier Feixas, un joven chef granadino, es el encargado de la carta del nuevo restaurante. Una cocina que el gerente define como "una apuesta por resaltar los valores de los productos de la tierra pero con una presentación moderna. Un equilibrio entre raíz y modernidad". Un binomio que puede simbolizar el carácter general de la gran propuesta que es la empresa Señorío de Nevada.
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