Hollín, gases y partículas forman la boina que sobrevuela Granada
El tráfico, las quemas agrícolas o la inversión térmica, entre los causantes
La ciudad debe reducir un 16% las emisiones de gases contaminantes para cumplir los límites legales
Desde municipios como Ogíjares se puede ver la boina de contaminación que sobrevuela algunos días a Granada. Una mancha grisácea que emborrona la estampa de la ciudad y que recuerda a los granadinos la delicada situación atmosférica de la ciudad. ¿De qué está compuesta? Según explica Juan Andrés Casquero-Vera, miembro del Grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de Granada esta boina contiene principalmente hollín o blackcarbon (carbono negro) procedente de los procesos de combustión de los vehículos o de las quemas agrícolas que provocan estas pequeñas partículas negras. Pero además, sobre nuestras cabezas también se ven en tonos amarillentos otras partículas y, gases, como por ejemplo el dióxido de nitrógeno (NO2).
Precisamente, el grupo al que pertenece Casquero-Vera publicó recientemente un estudio que revela que Barcelona, Madrid y Granada deben reducir hasta un 78% las emisiones de gases contaminantes asociados al tráfico para cumplir los límites legales. En concreto, el informe se refería a la reducción de las emisiones totales de óxidos de nitrógeno. Teniendo en cuenta las diferencias en cuestión de tamaño y la densidad de tráfico entre estas tres ciudades, son muchos los granadinos que se preguntan por qué Granada está siempre en el punto de mira de la contaminación. Casquero-Vera lo explica.
Según relata uno de los factores que posiciona a Granada siempre en el top de las ciudades con mayores niveles de contaminación es el hecho de estar rodeada de montañas. Éstas realizan una función de bloqueo y evitan la liberación de partículas a otras zonas. La escasez de vientos también favorece la concentración de partículas a lo que se suman las inversiones térmicas, un fenómeno que se produce especialmente en los meses de otoño e invierno en Granada. Consiste en lo siguiente: lo normal es que la masa de aire más cercana a la tierra sea más cálida por la cercanía con la superficie terrestre y que por encima se sitúen capas más frías. Sin embargo, cuando hay anticiclón sucede lo contrario. El aire se estabiliza, baja y el más frío se pega a la tierra mientras que por encima se sitúa el más cálido provocando una tapadera que corta el movimiento e impide que las partículas se dispersen.
Los principales emisores de contaminación en Granada son los vehículos tanto particulares como los autobuses urbanos pero también las calderas. La quema de rastrojos en la Vega también provoca emisiones. En las últimas semanas el Ayuntamiento de Granada ha presentado varias medidas que tienen como objetivo mejorar la calidad del aire. Sin embargo, teniendo en cuenta que algunas no se pondrán en marcha hasta 2025, como las restricciones de los vehículos al centro, no parece que este asunto se vaya a solucionar en un breve espacio de tiempo. Eso a pesar de que el citado estudio de la Universidad de Granada -del que Casquero-Vera es responsable- ha revelado que Granada debe reducir las emisiones de dióxido de nitrógeno en un 16% para cumplir con el límite legal anual para la protección de la salud humana respecto al NO2.
El problema no es baladí. El NO2 es uno de los principales contaminantes atmosféricos y se forma en los procesos de combustión a altas temperaturas. Según indica la investigación, en las aglomeraciones urbanas europeas los niveles altos de dicho contaminante se deben, principalmente, directa o indirectamente a las emisiones de los vehículos. Así, la reducción del número de coches y autobuses que circulan sería clave para mejorar estos datos. En este sentido Casquero-Vera relata que no basta con restringir el tráfico en zonas concretas (aunque esto ayude) hay que buscar soluciones que reduzcan las emisiones tanto en la ciudad como en el Área Metropolitana, pues todo contribuye.
El NO2 junto con el ozono y el material particulado son los principales contaminantes en la Unión Europea siendo responsables de 400.000 muertes prematuras anualmente. De hecho, de acuerdo con el último informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, solo el NO2 es responsable de 4.280 muertes prematuras al año en España y de 71.000 en la UE.
En Granada existen varios focos de tráfico en zonas como el barrio del Realejo, Rector Marín Ocete o el casco histórico. Respecto a las medidas planteadas por el Ayuntamiento de Granada para cortar el tráfico en zonas determinadas, el responsable del anterior estudio detalla que lo más eficaz será reducir el número de vehículos que circulan por todos los distritos de Granada aunque cualquier restricción puede mejorar las cifras.
“Granada tiene una gran congestión de tráfico. En hora punta todas las salidas de la Circunvalación tienen tráfico denso. En calles como Camino de Ronda, los coches paran en multitud de semáforos y cuando vuelven a ponerse en marcha es cuando más contaminación producen”, detalla Casquero-Vera que insiste en la reducción global del tráfico y la promoción de la movilidad sostenible. Solo así Granada dejará de aparecer en los primeros puestos de rankings que, sin duda, la ciudad no desea encabezar como el de las ciudades que deben reducir el NO2 para cumplir los límites legales. También para dejar de ser señalada de forma negativa por organizaciones como Ecologistas en Acción año tras año.
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