Calor en Granada: ¿Cuáles son los principales factores de riesgo en el trabajo durante los meses de verano?
Laboral
En los meses de verano, las condiciones a las que se encuentran expuestos muchos profesionales pueden ser causa de accidentes de trabajo, en algunos casos mortales
Se debe tener en cuenta los factores de riesgo que pueden incrementar notablemente el riesgo por estrés térmico
Granada/Las altas temperaturas y los efectos de la última ola de calor han puesto sobre la mesa una serie de datos que son cuanto menos alarmantes. El pasado julio, el más caluroso desde que hay registros, ha hecho especial mella a las personas más vulnerables y a los que trabajan al aire libre, a pleno sol. Incluso, las máximas superiores a 40 grados que han protagonizado esta época estival y las sucesivas alertas por altas temperaturas, han causado varias muertes por golpe de calor en el territorio nacional. En la provincia de Granada, se investiga a día de hoy si la muerte de un trabajador de limpieza viaria en Calahonda -al final de su jornada laboral- ha podido ser causa de un golpe de calor, tal y como denuncian los sindicatos. Como consecuencia, el debate sobre los derechos laborales de quienes conviven a diario en su trabajo con las altas temperaturas está más en boga que nunca.
En verano, las condiciones climáticas a las que se encuentran expuestos los profesionales que desarrollan su actividad laboral al aire libre pueden ser la causa de accidentes de trabajo, en algunos casos mortales. En sectores como la construcción, agricultura, limpieza viaria u hostelería, el estrés térmico por calor resulta especialmente peligroso. Para evitar sus posibles efectos adversos, los sindicatos recuerdan que se deben tener en cuenta una serie de factores de riesgo que pueden influir conjuntamente en cada trabajador, incrementando notablemente el riesgo por estrés térmico:
- El primer factor de riesgo a tener en cuenta son las condiciones ambientales. Es decir, la temperatura del aire, humedad, movimiento del aire o el calor radiante proveniente de los equipos de trabajo o del sol, entre otras.
- En segundo lugar, la intensidad de la actividad física en el ámbito laboral, en situaciones en las que el desarrollo del trabajo requiera una mayor intensidad física.
- En tercer lugar, las características del vestuario que se utilice para el desempeño profesional, si presenta un alto nivel de resistencia térmica, impermeabilidad o aislamiento.
- En último lugar, las características individuales de cada persona como, por ejemplo, la edad, el peso, los hábitos de consumo y consumo de medicamentos, enfermedades crónicas, etcétera.
En los meses de verano, la suma de varios de estos factores pueden generar un cocktail peligroso que exponga a las personas empleadas a situaciones de estrés térmico extremas. Por ello, los sindicatos recomiendan que se elabore un plan de prevención que incluya un plan de acción específico para cada riesgo y tomar las medidas preventivas suficientes para evitar o minimizar al máximo el riesgo de estas personas. Además, exigen el cumplimiento de unos mínimos, como puede ser adecuar la jornada laboral a un horario de verano que sirva de prevención para golpes de calor, repartir equipos de protección ante las altas temperaturas y asegurar la hidratación y reparto de botellas de agua entre los trabajadores que puedan verse más afectados.
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