Las cámaras para evitar los grafitis tendrán que esperar

El Ayuntamiento pospone la instauración de la videovigilancia que iba a controlar seis bienes inmuebles de las pintadas vandálicas.

L. M. Granada

27 de julio 2016 - 01:00

La colocación de cámaras de videovigilancia en el barrio del Albaicín tendrá que esperar. El Ayuntamiento de Granada ha decidido postergar este proyecto que según el alcalde de Granada, Paco Cuenca, se encuentra en fase de estudio. "Una vez que hemos trazado el programa que ha sido aprobado por el TSJA se requiere de presupuesto, de un estudio serio y de planificación para que no solo se aborde la colocación de las cámaras con un efecto disuasorio sino que además exista una cobertura que deje muy claro las sanciones para aquellos vándalos que ensucien nuestro patrimonio", destacó ayer el alcalde en una visita a la red de huertos urbanos.

Cuenca consideró que para el buen funcionamiento de este proyecto resulta imprescindible disponer de una norma y ordenanza que regule de forma muy clara la persecución contra las pintadas que, según sus palabras afean la ciudad. "Nosotros no vamos a hacer las cosas con carácter puntual. Vamos a desarrollar el proyecto dando una cobertura y una norma que deje muy claro los castigos", aclaró Cuenca que recordó que para su puesta en marcha también hace falta presupuesto en un momento muy complicado dado el estado de las arcas municipales.

La Comisión de Videovigilancia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio el visto bueno a la iniciativa -ideada por el PP en su etapa de gobierno- el pasado mes de febrero, apenas dos meses antes de que el entonces alcalde, José Torres Hurtado, fuera detenido en el marco de la Operación Nazarí y se precipitara un cambio político en el Ayuntamiento que llevó a Paco Cuenca y al PSOE a la Alcaldía el 5 de mayo.

La tramitación burocrática primero -tras recibir la luz verde de febrero, el Ayuntamiento tenía que esperar hasta dos meses para poder licitar el servicio- y el cambio de Gobierno después, ha hecho que el proyecto de videovigilancia en el Albaicín lleve en 'stand by' cinco meses motivo por el cual el PP pidió este fin de semana al equipo de gobierno que retomara el proyecto. Una petición que tampoco este partido consiguió hacer realidad durante su etapa al frente de la capital.

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