El 95,9% de las camareras de piso sufren ansiedad, según CCOO Granada

Granada/El sindicato CCOO Granada ha alertado este miércoles de la mala situación a nivel de salud que sufren a diario las camareras de piso. Un sector en el que el 95,9% de las trabajadoras manifiesta síntomas clínicos de ansiedad, el 82% declara tener problemas de falta de energía, 4 de cada 10 presentan síntomas depresivos y el 71,5% consume fármacos para mitigar el dolor y el estrés.

El informe Situación laboral de las camareras de piso: problemáticas y reivindicaciones denuncia que “en los últimos años, y sobre todo tras el COVID, el colectivo de camareras de piso ha experimentado un importante aumento en sus cargas de trabajo, lo que está provocando un notable empeoramiento de sus condiciones laborales con el consiguiente impacto en su salud”.

El colectivo de las camareras de piso en Andalucía supone casi el 30% (29,52%) del total de los empleos de la hostelería en la comunidad, siendo, además, un departamento absolutamente feminizado, donde el 97% de las personas que trabajan, son mujeres. 

En este informe se pone de manifiesto que las condiciones ergonómicas que soportan las camareras de piso en la realización de su trabajo impactan fuertemente en su salud física, a través del sufrimiento de diversos trastornos músculoesqueléticos; y que los ritmos de trabajo impuestos también impactan en su salud mental, iniciando problemas de estrés, agotamiento, ansiedad, que acaban degenerando en depresión.

Sufrimiento físico y psicológico

Los problemas físicos más habituales en esta profesión son de naturaleza musculo-esquelética cervicobraquialgias, lumbalgias, ciáticas, túnel carpiano, rodillas, tendinitis en los brazos, muñecas y tobillos, hernias…), problemas de tensión como consecuencia del ritmo de trabajo, problemas en las vías respiratorias a causa de los productos utilizados y envejecimiento acelerado.

Por otra parte, las patologías psicológicas más frecuentes son el insomnio, el estrés y la ansiedad provocados por la cronometración del tiempo de trabajo sin apenas descansos en toda la jornada, y agravados por la situación de “doble jornada”, que suele convertir el estrés en permanente o crónico. Los riesgos psicosociales, producen resultados psicológicos, físicos y sociales negativos, como el estrés laboral, el agotamiento o la depresión. 

Ante esta situación, las trabajadoras suelen depender de fármacos para hacer más llevaderas sus jornadas laborales, lo que a veces deriva en un consumo excesivo de los mismos. Se incrementa notablemente el consumo de analgésicos y antiinflamatorios relacionados con el inicio del dolor y los problemas musculares debidos a posturas forzadas, manipulación y transporte de cargas, movimientos repetitivos y ritmos de trabajo excesivos; junto con los psicofármacos, relacionados con problemas psicológicos que aparecen como consecuencia de la persistencia del dolor y los problemas físicos, insomnio, estrés, ansiedad, fatiga o depresión.

"Por último, resulta de importancia fundamental concienciar sobre el riesgo de acoso sexual al que se ve sometido el colectivo de las camareras de piso en el desarrollo de su trabajo, al tener que interactuar en muchas ocasiones con los clientes del hotel cuando estos se encuentran en las habitaciones. La desvalorización del trabajo de las camareras de piso y el bajo nivel de respeto hacia su labor que cada vez con más frecuencia demuestran ciertos clientes, plantea graves problemas de seguridad y la exposición de estas trabajadoras a situaciones de acoso sexual de las que la empresa no puede desentenderse", destacan desde el informe. 

Mejorar sus condiciones, clave

Entre las cuestiones que plantea el sindicato en el informe hay medidas de intervención dirigidas a la mejora de las condiciones de trabajo de las camareras de piso. Entre otras, se recoge el promover acuerdos que obliguen a la medición de las cargas de trabajo que afectan a este colectivo, y pactar un método consensuado para ello; conseguir el reconocimiento de la jubilación anticipada a los 58 años; así como que la administración autonómica movilice recursos públicos para la renovación del mobiliario en las habitaciones que disminuya el impacto en la manipulación de las cargas.

CCOO lleva muchos años visibilizando la realidad de este colectivo, que realiza un trabajo transversal e imprescindible para la calidad del sector turístico en nuestra comunidad; y elevando sus demandas y reivindicaciones a las mesas de negociación y a las instituciones. De hecho, “la presentación del informe del sindicato a los grupos parlamentarios ha permitido que la voz de las camareras de piso haya llegado hasta el Parlamento de Andalucía y que, en forma de preguntas parlamentarias y en forma de Proposición No de Ley, se comience a abordar esta problemática que afecta a un colectivo tan alto de mujeres en nuestra hostelería”, ha explicado la central sindical.