Así se prevé que el cambio climático afecte a la estación de esquí de Sierra Nevada
La Junta, en el Plan Andaluz de Acción por el Clima, prevé un "descenso de los ingresos por el turismo de esquí"
Hará más calor, la temperatura media anual aumentará, además de afrontar episodios de olas de calor más frecuentes. Las precipitaciones se harán más escasas y, como consecuencia, la temporada de esquí se verá reducida. “La disminución de las precipitaciones en forma de nieve y la contracción espacial del espesor del manto de nieve, debido al aumento de las temperaturas, van a generar un descenso de los ingresos por el turismo de esquí y otras actividades de invierno en el entorno de Sierra Nevada”. Así lo recoge en uno de los anexos el decreto 234/2021, de 13 de octubre, que recoge el Plan Andaluz de Acción por el Clima, aprobado en BOJA el pasado día 23 y cuya vigencia se prevé hasta 2030. El documento establece el panorama al que se asoma la provincia de Granada de mantenerse la tendencia observada en los últimos años. Como ya es conocido, uno de los enclaves que se verá más afectado –y que de hecho sirve como elemento referencial, de laboratorio del cambio climático– es Sierra Nevada.
El anexo publicado por la Junta va al terreno de lo práctico y establece que ese escenario previsto supondrá un “descenso de ingresos por turismo de esquí y actividades alpinas”. Uno de los impactos del cambio climático que se bosquejan en el documento son las migraciones. “Ante la reducción del periodo de nieves se prevén modificaciones de los patrones turísticos, y con ello movimientos de población tanto de turistas como de gestores y personas trabajadoras”. Este punto se refiere específicamente a Sierra Nevada, aunque no lo nombre, dado que es la única estación de esquí de Andalucía.
Más de 6.000 millones
Se prevé que los gastos que van a suponer la ejecución del Plan hasta el año 2030, estimados en un total de 6.203 millones de euros, se asuman con medios propios y con recursos ordinarios con origen principalmente en fondos estructurales de la UE, especifica el Plan Andaluz. El contenido del Plan será revisado, total o parcialmente, cuando se produzca alguna alteración sustancial de las condiciones de entorno y en todo caso, cada cuatro años.
Tras su toma de posesión, en 2019, el consejero delegado de Cetursa Sierra Nevada, Jesús Ibáñez, indicó en relación a cómo puede afectar el cambio climático a estos enclaves deportivos y turísticos que “las estaciones tienen una gran preocupación con esto. ¿Qué hacen? Crecer en altura, pero nosotros no podemos. La otra es invertir en tecnología”. Queda por analizar si esa inversión –en las últimas tres temporadas se han sumado 210 nuevos cañones de nieve “de alta eficiencia” a la dotación que tenía Sierra Nevada– será suficiente para mantener las fechas actuales en las que se desarrolla la temporada, tradicionalmente desde el puente de diciembre al 3 de mayo.
La anterior consejera delegada de Cetursa, María José López, indicaba en 2018 que “en los momentos punta generamos hasta 8.000 empleos pero es que se logra extender la empleabilidad al verano. Impactamos 411 millones de euros en Granada y su provincia y el 54% se queda en el entorno de la estación”, lo que deja claro la repercusión que una merma de ingresos a causa de una temporada más corta podría tener en la economía provincial. Aunque se trabaja en extender la campaña de atracción de visitantes más allá del invierno, es durante la temporada de esquí cuando se producen esos “momentos punta”.
La incidencia que puede tener el cambio climático en la Sierra no es una cuestión nueva. Se anuncia desde hace años en foros científicos, congresos y se anota en estudios realizados en el terreno, en el Parque Nacional, donde se investiga cómo afecta el aumento de las temperaturas en un entorno singular y vulnerable. Sin embargo, estas reflexiones y anuncios de los efectos de ese escenario pasa ahora al BOJA a través de este Plan. ¿Significa que se va a atajar el cambio climático? El documento ahora aprobado “contiene las medidas de los Programas de Mitigación de Emisiones para la Transición Energética, Adaptación y Comunicación y Participación, cuyo detalle de actuaciones y articulación de las mismas se temporalizarán mediante Órdenes de desarrollo de esta Consejería”, indica sobre qué efectos tendrá el texto aprobado.
Habrá que esperar a esas órdenes.
Lo que sí se incluye es un diagnóstico que apunta a que Granada es una de las provincias en las que más “peligros climáticos” pueden darse: desde el impacto en el tratamiento de aguas residuales, a inundaciones, sequía agrícola, erosión en el interior y costera e incendios forestales. Un panorama que se bosqueja en base a la afirmación de que Granada será uno de los puntos en los que más aumentará la temperatura media anual en tres periodos que, de forma conjunta, alcanzan hasta final de este siglo.
Las proyecciones apuntan a la práctica desaparición de las nevadas este siglo
"Todos los escenarios auguran un descenso importante de las nevadas. Teniendo en cuenta las previsiones de los modelos, estas precipitaciones descenderán entre un 0 y un 69% durante el periodo 2011-2040, entre un 54 y un 100% durante el periodo 2041-2070 y entre un 69 y un 100% durante el periodo 2071- 2099”. Así se presentan las posibles proyecciones sobre cómo repercutirá en las precipitaciones en forma de nieve las tendencias de un aumento significativo de las temperaturas a lo largo de este siglo. La práctica totalidad de los modelos auguran la disminución de las nevadas “en el caso de Sierra Nevada”, siendo más extremas las predichas por dos de los modelos empleados en los vaticinios, GFDL y MIROC, que llegarían a un 94 y 99%. El diagnóstico elaborado en el Plan Andaluz de Acción por el Clima es especialmente duro para Andalucía. “Puede esperarse una vulnerabilidad media a alta en la región mediterránea, y alta para la práctica totalidad del territorio de Andalucía. Esta situación, se espera que pueda desencadenar una acentuación de los desequilibrios socioeconómicos existentes entre el núcleo de Europa y su periferia sur y sureste”, explica el documento, que especifica que “las regiones del sur son particularmente vulnerables al cambio climático, en la medida en que múltiples sectores se van a ver afectados negativamente, en particular el turismo, la agricultura, la selvicultura, la infraestructuras, la energía y la salud pública”. Uno de los elementos singulares que se vislumbra que, a lo largo de este siglo, más podría verse perjudicado por estos fenómenos es precisamente el área de Sierra Nevada.
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