El campo granadino estima pérdidas de 400 millones de euros tras el año "más crítico" en tres décadas
Campo
"Vale más una vaca lechera en el matadero que por la leche"
Asaja señala que hay agricultores que han puesto a la venta sus explotaciones por la situación
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La sombra de la sequía de 1995
Tormenta perfecta. El campo y las explotaciones ganaderas de la provincia de Granada sufrieron el pasado año los efectos de la sequía y del incremento desbocado de los precios de las materias primas y los combustibles. Las ayudas, que el sector califica de insuficiente, no han servido para enderezar la situación y, una vez finalizado el año agrícola el pasado 30 de septiembre es el momento de sacar la calculadora. Y las cuentas no salen. Según la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), las pérdidas económicas superan los 400 millones de euros. Mucho para un sector que aporta el 7% del PIB de la provincia. Según explica el vicepresidente de Asaja en Granada, Rafael Martínez-Cañavate, crece la "necesidad" de aumentar las importaciones de materias primas. Si no sale rentable cultivar aquí, habrá que traerlo de fuera ya que "las demandas son mantenidas".
"Vale más una vaca lechera en el matadero que por la leche", explica gráficamente Martínez-Cañavate sobre la situación actual que vive el campo y la ganadería. Asaja se ha ocupado de poner números a esta situación y fijar las causas de este descalabro económico. De los 400 millones señalados por la asociación 300 son en aceite, indica en un comunicado de prensa.
Ha llovido menos, mucho menos que otros años y lo peor es que no se espera que este nuevo año hidrológico permita revertir la situación de sequía que agosta el campo, con "malas cosechas" desde hace dos años, recuerda Asaja. Con esta previsión desde el sector se aventuran a pronosticar que en recién estrenado año agrícola no pinta precisamente bien, lo que supondrá dar la puntilla a muchos ganaderos y agricultores. "No tenemos el dato de cuántos, pero hay quien ha tenido que vender su explotación" ante la situación, indica Martínez-Cañavate.
Asaja detalla que en este ejercicio se han recogido 34.244 toneladas de cereal. De este total, de trigo se han recogido 6.632 toneladas; de cebada, 16.862; y de avena, 10.750 toneladas. "Es decir, una merma de casi el 80% con respecto de la media".
La almendra se ha desplomado un 23% y apenas se han recogido 8.500 toneladas, un 20% menos de lo previsto de este preciado fruto. No han ido las cosas mejor para una de las joyas del campo granadino: El espárrago redujo su producción un 26%; se han recogido 23.000 toneladas cuando la media es de 30.000 toneladas. También se ha resentido la lechuga, con 53.296 toneladas recogidas, un 35% menos.
No han escapado de esta tendencia ni la alcachofa (-37%), las judías verdes (-14%), la sandía (-31%) o el melón (-9%). A comienzos del verano fue llamativo la falta de estas frutas en los lineales de los supermercados, con cadenas que incluso llegaron a limitar la compra de sandías y melones.
En cuanto a los cultivos bajo plástico, también se han reducido las cosechas, pero algo menos. El calabacín y el tomate han bajado un 6% "por la crisis de precios y la competencia desleal". Los cultivos subtropicales están peor, con "daños severos" en los árboles por el estrés hídrico. Se recogerán, según las estimaciones, un 40% menos de aguacates y un 80% menos de mangos, dos productos que son el sustento de decenas de familias de la Costa granadina.
A estos cultivos se unen los malos datos previstos para el olivar. "Granada será la única provincia que no mejorará su producción de aceite respecto de la campaña anterior, también pésima, con un aforo estimado de 56.000 toneladas que, como mucho, podrían llegar a las 60.000 o 65.000 toneladas", indica Asaja. Martínez-Cañavate explica este duro dato. "Gran parte del olivar de Granada es de secano y el calor entre abril y mayo ha provocado daños en la floración" y en el proceso posterior. Hay que recordar que en abril se alcanzaron temperaturas máximas inéditas para esa época del año y que, una vez dañada la flor, las escasas lluvias de junio y las que se esperan en estos días no pueden mejorar en mucho la situación.
Ganadería
La coyuntura ha sido igualmente desfavorable para la ganadería por la sequía y la subida de las materias primas tanto en alimentación como en insumos. Se ha tenido que recurrir al pienso para completar la alimentación de los animales de ganadería extensiva. No hay donde pastar. También hay que llevar agua a los animales "por la desecación de las fuentes y charcas naturales".
Desde 2003 el censo de animales se ha reducido a la mitad, de 629.965 cabezas a las 333.033 que estima Asaja para Granada en la actualidad. La asociación detalla que la producción de leche, sin embargo, con 47.000 toneladas, no se vio mermada gracias al acuerdo con Covap tras romper con Puleva.
El sector ovino y caprino se ha visto afectado, además, por la viruela que obligó también al sacrificio de 4.000 cabezas (un 6,3% del censo) y frenó la comercialización durante varios meses y el sector bovino está ahora bajo la amenaza de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) que no es contagiosa ni perjudicial para los humanos, "pero es autolimitante para los rumiantes y puede causar su mortalidad en algunos casos".
PAC
El impacto de la nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC) es otro factor que Asaja mete en la ecuación de la campaña pasada. El sector critica que los ecorregímenes "no solo han fallado en sus objetivos de sostenibilidad dado que ni el cereal ni las leguminosas se criaron, no ha habido cubiertas vegetales ni masa para dejar parcelas de no cosechado para espacios de biodiversidad, sino que han generado un bloqueo en los trabajos agronómicos y labores que ha hecho que el campo alcance en muchas zonas un aspecto de abandono, complicando, además, la presente campaña de siembras". En Granada, según Martínez-Cañavate, son unas 40.000 las solicitudes de la PAC. "El resultado de la reasignación de los derechos se ha traducido finalmente en unas pérdidas de 25 millones de euros anuales (el 25% de las ayudas comunitarias que recibe Granada). La PAC ha sido, en definitiva, un lastre más para los agricultores y ganaderos de nuestra provincia".
Ante este escenario, además, desde Asaja se apunta que la ayudas han sido insuficientes y que éstas, además, no han contemplado la situación crítica del olivar. "Es crucial para el presente y futuro de la actividad agraria que la provincia de Granada disponga de las infraestructuras necesarias para garantizar y aprovechar los recursos hídricos (la finalización de las conducciones de Rules de máxima prioridad) y que las Administraciones nacional y autonómica aúnen esfuerzos para ello mediante una política nacional hidráulica de trasvases, reutilización de aguas regeneradas y modernización de regadíos", piden.
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